
En el Decreto, el argumento del gobierno pasa por la agilización de las “trabas burocráticas” para “mejorar las políticas públicas en el avance de la innovación” y garantizar “la transferencia tecnológica al sector productivo”. Sin embargo, la realidad del organismo y del sector productivo nacional está lejos de las intenciones publicadas en el Boletín Oficial. Por ejemplo, en lo que va de la gestión libertaria ya cerraron más de 16 mil pymes y advierten que el panorama seguirá empeorando en lo que queda de 2025. En el caso de Agencia, su presupuesto está subejecutado, los fondos internacionales ya adjudicados por el Banco Interamericano de Desarrollo no se sabe dónde están, y los salarios de los becarios están congelados desde mediados de 2024.
“Disuelven el directorio y quieren poner gente a dedo, pero en realidad tuvieron la Agencia paralizada un año y medio. Esta reforma es más de lo mismo porque no tiene un plan ni una política de diseño institucional. El supuesto fomento de la innovación es una retórica hueca que no hay que creer y que no puede ser compatibilizada con un proceso de desindustrialización que es gravísimo”, señala Diego Hurtado, quien fuera secretario de Planeamiento y Políticas en el exministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, en conversación con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
Y agrega: “Lo que se ve es el desgranamiento, el desmembramiento y la desarticulación del sistema de ciencia y tecnología. En este sentido, hay cuatro ejes que describen lo que pasa en cada uno de los organismos: la privatización de las empresas, la desposesión de los bienes, la apropiación de las competencias que se hicieron con inversiones del Estado y la desinstitucionalización”.
Durante el menemismo se creó la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Tras el gobierno de Mauricio Macri, en febrero de 2020 se transformó en la Agencia I+D+i, un organismo descentralizado, con autarquía administrativa y funcional en la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Hasta diciembre de 2023, los fondos y los subsidios estuvieron destinados a investigaciones vinculadas a la salud, la producción de alimentos, la economía verde, la transición energética y la transición digital. Por ejemplo, la Agencia fue clave en la producción de la ARVAC Cecilia Grierson, la vacuna argentina desarrollada contra el covid-19.