El estrés que se mastica: ¿cómo impacta el bruxismo en la salud bucal?

Dolor de cabeza y mandíbula tensa son señales que muchos ignoran. Una especialista alerta sobre el fuerte aumento de casos y el precio de vivir apretando los dientes.

Las consultas por bruxismo aumentaron en los últimos años. ¿A qué se debe esta epidemia silenciosa?Crédito: Istockphoto.
Las consultas por bruxismo aumentaron en los últimos años. ¿A qué se debe esta epidemia silenciosa? Crédito: Istockphoto.

Tomás se despierta cada mañana con la sensación de haber masticado una tuerca toda la noche. Se mira en el espejo, se toca la mandíbula y se pregunta en qué momento se convirtió en Rocky Balboa sin haber pisado un ring. Su novia, sin levantar la vista del celular, le dice lo de siempre: “Seguro es el estrés”. Y tiene razón. Como tantos otros, Tomás vive en tiempos en los que la mandíbula es un campo de batalla invisible y los dientes, los soldados caídos.

El bruxismo, señal de la ansiedad contemporánea, se manifiesta como el apretamiento o rechinamiento involuntario de los dientes, tanto de día como de noche, a menudo sin que la persona ni siquiera lo note. Es decir, se sufre dormido, cuando el cuerpo intenta descansar, pero la mente sigue acelerada. Pero también se puede sufrir despierto, cuando la tensión se acumula en la mandíbula como una montaña de preocupaciones sin resolver.

Esta epidemia silenciosa afecta cada vez a más personas. En diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, Georgina Pérez, odontóloga del Centro Odontológico Municipal de Berazategui, indica que “siete de cada diez pacientes presentan signos de bruxismo”, subrayando la magnitud del problema.

“El bruxismo es un trastorno caracterizado por el apretamiento o rechinamiento involuntario de los dientes. Puede manifestarse tanto durante el día como durante el sueño y afecta a niños y adultos por igual”, explica Pérez. Según la especialista, cada vez más pacientes llegan a consulta con síntomas de dolor mandibular y desgaste dental sin saber que desarrollaron este hábito.

El desgaste dental, los dolores de cabeza, la sensibilidad en los dientes y la tensión en la mandíbula son algunas de las señales más frecuentes. “Algunos pacientes incluso refieren que sienten sus dientes más cortos o fracturados sin haber sufrido golpes”, agrega. En términos sencillos, la mandíbula trabaja sin descanso, soportando una carga constante que, con el tiempo, provoca un deterioro progresivo.

El alto costo del estrés: pantallas, café y tensión

En los últimos años, los casos de bruxismo se multiplicaron y las causas parecen claras: estrés crónico, falta de sueño, uso excesivo de pantallas y consumo nocturno de cafeína u otros estimulantes. “El estrés es el gran detonante. Cuando el cuerpo no encuentra otra vía de descarga, lo hace a través de la mandíbula”, señala Pérez. La combinación de preocupaciones, insomnio y cafeína crea la tormenta perfecta para que este trastorno se instale de forma silenciosa y sin aviso.

Pero el bruxismo no afecta solo a los adultos. En niños de entre 4 y 7 años, puede ser una fase normal del desarrollo, aunque si persiste después de los 10 o 12 años, conviene prestar atención. En algunos casos, incluso podría estar vinculado a la presencia de parásitos intestinales.

“En los más pequeños, suele desaparecer por sí solo, pero si continúa en la adolescencia, puede estar relacionado con ansiedad o problemas de mordida”, explica Pérez. En definitiva, la tensión y el estrés son formas inesperadas de manifestarse, incluso desde la infancia.

Los síntomas inciden en la dentadura, pero también la calidad de vida. Dolores musculares en la cara y el cuello, fatiga mandibular y hasta insomnio pueden formar parte del cuadro. “El tratamiento busca aliviar los síntomas y evitar el daño progresivo”, indica la especialista.

El uso de una férula de descarga nocturna protege los dientes y relaja la musculatura. También se recomienda evitar alimentos duros y chicles, además de recurrir a medicación antiinflamatoria en casos severos. Sin embargo, los expertos coinciden en que la clave está en el manejo del estrés: técnicas de relajación, terapia y ejercicios de respiración pueden marcar la diferencia.

Cuando la mandíbula no descansa, el resto tampoco

A pesar de la alta incidencia del bruxismo, existen soluciones que pueden aliviar sus efectos. Aunque cada caso requiere un abordaje integral. “El bruxismo afecta la articulación temporomandibular pero también repercute en los músculos del cuello y los hombros. El estado de alerta constante genera tensión en todo el cuerpo”, señala a la Agencia José Luis Ojeda, masoterapeuta.

Muchos pacientes que consultan por dolores de espalda o migrañas descubren que el origen de su malestar está en la tensión mandibular. “Recomiendo ejercicios de relajación y masajes específicos para liberar la zona. A veces, con solo aflojar los músculos del cuello, la mandíbula deja de apretar”, asegura Ojeda.

Así, este 20 de marzo, Día Internacional de la Salud Bucal, es una oportunidad para recordar que la salud de los dientes no solo depende del cepillado o las visitas al odontólogo. También es un reflejo de cómo el ser humano logra gestionar el estrés y las preocupaciones diarias. Después de todo, si hay algo que no debería doler, es sonreír.


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