
“La gripe aviar es la enfermedad de las aves y está muy relacionada con la influenza humana, pero es específicamente causada por virus aviarios que se diseminan muy ampliamente en la naturaleza. Cuando esos virus de influenza entran en corrales de cría de animales para consumo humano suelen causar mucha mortalidad, sobre todo porque el alto nivel de diseminación que tienen en esos sitios lo que hacen a la larga es inducir unas ciertas mutaciones que hacen que sea más patogénico el virus”, destaca Castello.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, esta afección se caracteriza por virus divididos en diversos subtipos, como H5N1, H5N3, H5N8, entre otros, cuyas características genéticas evolucionan a gran velocidad. “Aunque la enfermedad está presente a nivel mundial, la prevalencia de los distintos subtipos varía en diferentes regiones”, señalan en su página web.
Aunque existen diversas maneras de transmisión, las dos principales están vinculadas al comercio ilegal de aves (que no cuentan con ninguna garantía sanitaria) y a la migración de especies silvestres que pueden ser hospedadores y transportar esta enfermedad durante miles de kilómetros. En este aspecto, el virus de influenza aviar tiene la capacidad de sobrevivir en el ambiente durante largos períodos y a bajas temperaturas. Así, la influenza aviar tiene una gran capacidad de mutación y es muy contagiosa.
Hasta el momento no se registró una gran cantidad de casos en humanos. Sin embargo, el riesgo de que el virus se adapte y comience a circular entre las personas está latente. “Se producirá una pandemia de gripe cuando surja un virus de la gripe con capacidad para causar una transmisión de persona a persona continuada y la población humana tenga poca o ninguna inmunidad contra ese virus. Con el aumento de los viajes por todo el mundo, las pandemias pueden propagarse rápidamente”, advierte la Organización Mundial de la Salud en una publicación.
En esta línea, Castello agrega: “Uno de los últimos trabajos académicos señala que las cepas de estos virus que empezaron a diseminarse entre bovinos en Texas podrían tener pequeñas mutaciones y adaptarse a los humanos. Epidemiológicamente, estos virus encuentran a la población con muy bajas defensas porque la inmunidad de anticuerpos y la inmunidad celular están bastante restringidas y podrían producir una pandemia”.
Por ahora, la gripe aviar genera la muerte y el sacrificio de millones de aves para frenar los contagios, que se traduce en pérdidas millonarias para la industria y en la suba del precio de alimentos avícolas. Por ejemplo, el valor del huevo en Estados Unidos aumentó un 55 por ciento en comparación a 2024. En parte, esto se explica porque Según la Unión de productores de huevos de EE.UU., se perdieron más de 100 millones de gallinas ponedoras 2022.
De norte a sur
En el caso de EE.UU, el virus ya provocó más de 60 contagios y al menos una muerte en humanos. Incluso, las autoridades sanitarias notificaron su presencia en vacas lecheras y el saldo es preocupante: casi 12 mil aves silvestres, 160 millones de aves de corral y 1000 rebaños lecheros se ven afectados hasta el momento.
En este aspecto, el docente de la Universidad destaca que en las vacas no se detectan niveles altos de mortalidad, pero sí pueden producir grandes cantidades de virus en la leche sin pasteurizar que pueden consumir personas y otros animales. “Si no se restringe estrictamente el uso de leche sin pasteurizar, le estamos dando la posibilidad al virus de adaptarse y se termine diseminando entre humanos en forma eficiente”, alerta.