“Esta vacuna ha estado en desarrollo durante mucho tiempo. Con la pandemia aprendimos mucho sobre el desarrollo rápido. La vacuna será de dosis única y válida para los cuatro serotipos. Varios artículos científicos han demostrado este poder. Ya tiene definidas 60 millones de dosis en 2026 y la continuidad de su producción. Esperamos poder vacunar a toda la población elegible en dos años”, destacó la ministra de Salud Mísia Trindade ante la prensa.
Para llevar a cabo esta tarea, el gobierno invirtió más de 200 millones de dólares. Por ahora, la vacuna estará destinada a la población de 2 a 59 años, ya que los ensayos clínicos no fueron realizados en personas mayores, cuyas pruebas requieren criterios específicos. Sin embargo, el objetivo es ampliar el rango etario y administrarla junto al fármaco contra la chikungunya.
El anuncio se da un contexto donde los casos de dengue se triplicaron de 2023 a 2024, y en lo que va del año ya se registraron más de 400 mil casos probables y al menos 160 muertes. Incluso, algunas regiones ya decretaron la emergencia sanitaria. En este marco, el gobierno nacional continúa con la aplicación de QDenga, la vacuna japonesa que solo se administra a adolescentes de 10 a 14 años y en las ciudades con mayor incidencia de la enfermedad.
La producción de Butatan-DV le permitirá a Brasil tener autonomía, reducir el riesgo de desabastecimiento o retrasos en la entrega de vacunas, y no depender de los acuerdos que los laboratorios extranjeros tengan con otros países.
Acuerdos por la salud pública
Además de la producción masiva de la vacuna contra el dengue, que se realizará junto a la empresa china WuXi Biologics, el gobierno anunció el desarrollo de otros fármacos e insumos claves para la medicina. En este sentido, todos son gracias acuerdos público-privados con instituciones y empresas de otros países.
Por ejemplo, el Instituto Butatan se unirá con Pfizer para la producción de una vacuna contra el virus sincicial respiratorio (VSR). El objetivo es realizar 8 millones de dosis al año que serán destinadas a embarazadas. Se estima que el VSR es responsable de alrededor del 75 por ciento de los casos de bronquiolitis y del 40 por ciento de los casos de neumonía en bebés menores de 2 años.
A su vez, el Ejecutivo afirmó que las alianzas le permitirán acceder a la vacuna contra la influenza H5N8 y poner a Brasil en la vanguardia de la respuesta mundial a futuras emergencias. Aunque por ahora no está pensada su aplicación en personas, el objetivo es prepararse ante el riesgo de una nueva pandemia.
“El objetivo es la gripe aviar, pero la inversión que se realizará permitirá su uso en todos los virus de esta familia de influenza. Por lo tanto, es una vacuna para acelerar la capacidad de producción y para que estemos preparados, porque uno de los riesgos en el mundo de una futura pandemia es precisamente la gripe aviar”, resaltó la ministra.
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