¿Cuál era el panorama de la ciencia y la tecnología en plena Revolución de Mayo?

Durante este proceso, se crearon instituciones como la Academia de Matemáticas, la Biblioteca Pública y el Instituto Médico Militar. Más tarde, se fundaría la UBA.

Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810 donde se decidió que el virrey Cisneros no continuara en el poder. Créditos: Argentina.gob.ar.
Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810 donde se decidió que el virrey Cisneros no continuara en el poder. Créditos: Argentina.gob.ar.

Con un mundo marcado por la Revolución Industrial, la mecanización y la especialización del conocimiento, la Revolución de Mayo en el Virreinato del Río de La Plata aceleró la necesidad de formar a personas y generar una cultura científica desde esta parte del mundo. Así, protagonistas como Manuel Belgrano, el gobernador de Buenos Aires Martín Rodríguez y Bernardino Rivadavia fueron algunos de los promotores de las instituciones científicas. Tras más de 200 años, la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ explora cómo comenzó a gestarse el germen de lo que hoy se conoce como sistema científico y tecnológico argentino.

En 1810 la Primera Junta, con Manuel Belgrano y Mariano Moreno como los principales impulsores, promovió el estudio de las ciencias exactas y fundó instituciones de enseñanza técnico profesional. Así, con el padre de la bandera a la cabeza, se creó la Academia de Matemáticas. Su objetivo era la enseñanza de la aritmética, el álgebra y la trigonometría, y estaba destinada especialmente a la formación de los jóvenes que se incorporaran al Ejército.  

Previamente, en la Escuela Náutica –también fundada por Belgrano y siendo la más antigua de América Latina–  ya se dictaban técnicas náuticas y matemáticas aplicadas, como geometría, álgebra y trigonometría, esenciales para la navegación. De allí, egresaron personas como Moreno y Bernardino Rivadavia.

Fotografía lateral del edificio de la Academia y en el fondo el antiguo Consulado y post Bolsa de Comercio. Créditos: UNCUYO.
Fotografía lateral del edificio de la Academia y en el fondo el antiguo Consulado y post Bolsa de Comercio. Créditos: UNCUYO.

Por otra parte, gracias a las ideas de Moreno, la Primera Junta creó por decreto la Biblioteca Pública de Buenos Aires, antecesora de la Biblioteca Nacional, e hizo que se instalara en las actuales calles de la CABA Moreno y Perú, dentro de la llamada Manzana de las Luces. Esta medida pretendía la difusión del conocimiento científico en la sociedad y la formación de una opinión pública participativa en la vida social y política del nuevo contexto de cara a la independencia americana. “La edición, la traducción, el periodismo y la lectura eran las nuevas bases que el pueblo necesitaba para acuñar su propia identidad”, relata el sitio web de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

Hacia la enseñanza universitaria

Luego de un intento frustrado por crear una Facultad Médico-Quirúrgica, el Dr. Cosme Mariano Argerich presentó a la Asamblea del Año XIII el plan de estudios que dio origen al Instituto Médico Militar. Su función principal era proveer más médicos y cirujanos a los ejércitos independentistas; así, profesores y alumnos fueron considerados parte del Cuerpo de Medicina Militar. Los cursos iniciaron en 1815 y, si bien fue suprimido en 1821, el Instituto sentó las bases para la organización de la enseñanza médica universitaria en la naciente Nación.

Este hecho y la circulación de libros científicos gracias a la Biblioteca dieron lugar a la fundación de la Universidad de Buenos Aires en 1821. Allí se propuso formar jóvenes capaces de orientar el desarrollo de las ciencias exactas y naturales para su aplicación a la economía, y el de las ciencias sociales para difundir las ideas de aquellos revolucionarios.

La Universidad de Buenos Aires fue creada por decreto bajo el gobierno de Buenos Aires, Martín Rodríguez, e impulsada por el entonces ministro Bernardino Rivadavia. Créditos: Educ.ar
La UBA se creó por decreto del gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez, y fue impulsada por B. Rivadavia. Créditos: Educ.ar

Según el sitio Educ.ar, la Universidad de Córdoba, la más antigua del país y una de las primeras de América, estuvo dedicada exclusivamente a la teología, la filosofía y las leyes, pero no hay registros de que se haya realizado allí actividad científica. Por lo cual la UBA dio los primeros pasos al respecto.

Para lograr su cometido, esta casa de estudios necesitaba personas capacitadas en el exterior que pudieran formar a los ciudadanos locales. Así, llegaron de Europa personalidades del ámbito científico, como Pedro Carta Molina, Octavio Fabricio Mossotti y el argentino Manuel Moreno, hermano de Mariano.

También, en 1815 se fundaron la Escuela de Dibujo y en 1818 el Colegio Unión del Sud; este último más tarde se transformó en el Colegio de Ciencias Morales, durante el ministerio de Bernardino Rivadavia, que funcionaba como un internado de la Universidad y estaba ubicado donde hoy se encuentra el Colegio Nacional de Buenos Aires.

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