Brasil combate el dengue con tratamientos biológicos y “fábricas de mosquitos”

Además de impulsar una vacuna propia, el gobierno apuesta a controlar el Aedes aegypti con insectos que reducen la formación de crías e impiden la transmisión de la enfermedad.

Mosquitos con Wolbachia desarrollados en la fábrica de Curitiba. Créditos: Marcelo Camargo / Agencia Brasil.
Mosquitos con Wolbachia desarrollados en la fábrica de Curitiba. Créditos: Marcelo Camargo / Agencia Brasil.

La empresa estadounidense Oxitec inauguró en Brasil una fábrica de mosquitos para combatir el dengue. Aunque todavía se espera la aprobación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, el hecho constituye un avance clave en la lucha contra esta enfermedad. En principio, la planta tendrá dos líneas de producción: por un lado, podrá desarrollar hasta 190 millones de huevos de mosquitos Wolbachia por semana (una bacteria que no está presente en el Aedes aegypti y que impide la transmisión de enfermedades), suficiente para proteger hasta 100 millones de personas al año. Por otro lado, en la instalación también se elaborarán mosquitos machos modificados genéticamente, que pueden reducir hasta un 95 por ciento las poblaciones de Aedes aegypti en comunidades urbanas. Si bien el gobierno de Lula da Silva espera tener su propia vacuna para el comienzo de 2026, se trata de un método complementario que es biológico, que no utiliza productos químicos, y que demostró su eficacia para reducir la transmisión del dengue y suprimir las poblaciones de Aedes aegypti.

Básicamente, Wolbachia es una bacteria que está presente en el 60 por ciento de los insectos y que impide la transmisión de enfermedades a personas y animales. Sin embargo, la bacteria no está presente en el Aedes aegypti. Por eso, el método Wolbachia consiste en liberar mosquitos al ambiente que estén inoculados con esta bacteria para que puedan reproducirse con la población local de Aedes aegypti. De esta manera, el objetivo es generar descendencia que también sea portadora de la bacteria y no pueda transmitir dengue, zika o chikungunya a los humanos.

Junto a la vacunación, el control biológico del Aedes aegypti es la gran apuesta del ministerio de Salud. Por ejemplo, en la ciudad de Curitiba se inauguró a mediados de año una de las biofábricas de Wolbachia más grandes del mundo. Fruto de un acuerdo entre el gobierno nacional y el Programa Mundial de Mosquitos, “Wobito de Brasil” tiene 70 empleados y es capaz de producir 100 millones de huevos de mosquitos por semana. La técnica Wolbachia ya se emplea en más de 15 ciudades del país; de hecho, en el caso de Niterói, Río de Janeiro, los datos recientes muestran una reducción del 88 por ciento en los casos de dengue después de la adopción de la estrategia. 

El control biológico y la producción nacional no solo apuntan a la prevención, la innovación y la soberanía sanitaria, sino que también tienen un impacto en términos económicos. Según la Fundación Oswaldo Cruz, una de las instituciones científicas vinculadas a la salud más prestigiosas en América Latina, la expectativa es que por cada real invertido, el ahorro del gobierno en medicamentos, hospitalizaciones y tratamientos en general oscilen entre 43 y 550 reales

Acto de lanzamiento de Wolbito "el mosquito amigo". Créditos: Marcelo Camargo / Agencia Brasil.

Una bacteria beneficiosa

La Wolbachia es un tipo de bacteria común que se encuentra en alrededor del 60 por ciento de los insectos en todo el mundo y que no puede enfermar a las personas ni a otros animales. De hecho, mariposas, abejas y hasta escarabajos tienen Wolbachia. Sin embargo, la bacteria no se encuentra en los mosquitos Aedes aegypti.

Ante esta situación, una estrategia de prevención es introducir la bacteria Wolbachia en huevos de mosquitos macho y hembra Aedes aegypti. Cuando los mosquitos macho de Aedes aegypti con Wolbachia se aparean con mosquitos hembra silvestres que no tienen la bacteria, los huevos no producen crías y, por lo tanto, se reduce la cantidad de mosquitos transmisores de dengue.

En este sentido, Natalia Verza Ferreira, directora ejecutiva de Oxitec Brasil, explicó en declaraciones a la prensa local: “La bacteria se reproduce en el lugar del virus y evita que se replique. Funciona más o menos como una vacuna. Cuando una hembra con Wolbachia se aparea con un macho del ambiente, todas las crías de este cruce tendrán la bacteria Wolbachia y no podrán transmitir dengue, zika y chikungunya”.

Esta estrategia ya se probó con éxito en algunas zonas de Estados Unidos, México, Singapur, Tailandia y Australia, donde la cantidad de mosquitos disminuyó de forma significativa. En este aspecto, las estadísticas señalan que el uso de la tecnología Wolbachia redujo la transmisión del dengue en más del 75 por ciento en grandes áreas urbanas.

Respuesta de corto plazo

La estrategia llevada adelante con los huevos de mosquitos Wolbachia es a mediano y largo plazo. Por lo tanto, se necesita otra línea de acción para atacar los lugares donde aparezcan brotes y responder de forma rápida. En este sentido, las instalaciones de Oxitec también fabrican mosquitos denominados “Aedes do Bem” (Aedes del Bien), capaces de reducir las poblaciones de Aedes aegypti en comunidades urbanas en un 95 por ciento.

Esta técnica consiste en liberar mosquitos machos que se aparean con las hembras encargadas de transmitir la enfermedad. “La descendencia de esta ‘pareja’ solo serán machos y todas las hembras morirán. Es como si se tratara de un larvicida femenino específico, porque las hembras mueren en la etapa larvaria. El Aedes do Bem controla la población, reduce el número de hembras que pican y, en consecuencia, reduce la enfermedad“, afirmó la directora ejecutiva de Oxitec. 

A diferencia del método Wolbachia, que está diseñado para grandes campañas de salud pública, el Aedes do Bem se utiliza para intervenciones específicas en puntos críticos para reducir la cantidad de mosquitos que pican. De esta manera, el protocolo de aplicación consiste en utilizar el Aedes do Bem durante la temporada de dengue (que va de octubre a mayo, cuando hay más calor y lluvias). Dos meses después, a partir de julio, ya está indicado el uso de Wolbachia. “La recomendación de los expertos es que se suprima la población primero con el Aedes do Bem y luego con la Wolbachia para vacunar a estos mosquitos que quedan y no pueden transmitir las enfermedades”, señaló Verza Ferreira.


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