Una pyme familiar produce estufas ecológicas para atravesar el frío sin dañar el ambiente

Se trata de Di Tomaso Design, una empresa que fabrica tecnologías sustentables y amigables con el ecosistema. No necesitan gas ni electricidad para funcionar. 

Con el sello Di Tomaso Design en las estufas, fabrican 150 unidades por mes. Crédito: Di Tomaso Design.
Con el sello Di Tomaso Design en las estufas, fabrican 150 unidades por mes. Crédito: Di Tomaso Design.

Cuando el frío llega para quedarse, calefaccionar los ambientes es una medida que permite hacer frente a las condiciones climáticas. Pero ¿cómo atravesar esta época del año de forma segura para la salud y sin dañar el ambiente? 

En Argentina, Gabriel y Matías Di Tomaso, padre e hijo, socios y emprendedores, fabrican, desde 2017, estufas ecológicas que funcionan con alcohol etílico. La firma que fundaron se especializa en crear y desarrollar opciones seguras para el uso del fuego en calefacción y decoración, bajo el sello Di Tomaso Design”.

Las estufas ecológicas representan una alternativa sostenible a las estufas convencionales que utilizan combustibles fósiles como la leña, el gas o el petróleo. Están diseñadas para quemar de manera más eficiente y limpiar el combustible antes de que salga el humo, lo que reduce la cantidad de emisiones dañinas para el medio ambiente.

Gabriel y Matías Di Tomaso, padre e hijo, socios y emprendedores, transformaron una original idea en negocio y sus estufas ecológicas hoy se venden en todo el país. Crédito: Di Tomaso Design.

¿Cómo funcionan?

“Las estufas tienen un sistema de seguridad: el alcohol no está líquido sino absorbido en un paño de piedra que evita derrames en caso de que la estructura se caiga”, cuenta a la  Agencia de noticias científicas de la UNQ, Matías Di Tomaso, socio de Di Tomaso Design. Y agrega: “Lo novedoso es que sus quemadores son desmontables, lo que significa que en invierno sirven para calefaccionar y en verano como un adorno del jardín al que se le puede poner aceite de citronela, por ejemplo, para alejar a los insectos”. Otro de los beneficios es que se les pueden poner las rueditas que traen incluidas para moverlas de un ambiente a otro.

El alcohol etílico utilizado en estas estufas es un combustible renovable que se produce a partir de materias primas vegetales como el maíz, la caña de azúcar y la remolacha. Aunque las emisiones son relativamente bajas en comparación con otras estufas portátiles, es importante utilizarlas en áreas bien ventiladas y nunca dejarlas sin supervisión mientras están encendidas.

Claves para atravesar el frío de forma segura

Las estufas Di Tomaso vienen en dos modelos, uno que genera tres mil kilocalorías por hora y otra cuatro mil. La primera calefacciona 30 metros cuadrados y consume un litro de alcohol etílico cada cuatro horas continuas, usándola en el máximo, pero el quemador trae una tapa que permite regular cuánto calor usar. El modelo grande consume un litro cada tres horas continuas, pero con el mismo mecanismo se puede también regular, y sirve para un ambiente de unos 40 metros cuadrados.

“Nuestros productos son comprados por distintos perfiles de clientes: desde personas que viven en zonas sin acceso a la red de gas y con malas conexiones eléctricas, hasta dueños de casas en country o de domos. No es para un público selecto, apuntamos a todos”, aclara.

Además de ser más amigables con el ambiente, pueden ahorrar dinero en la factura de calefacción a largo plazo, ya que utilizan menos combustible y son más eficientes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que suelen tener un costo inicial más alto que las estufas convencionales. Con todo, son una opción interesante para aquellos que buscan reducir su huella de carbono y contribuir a la protección del medio ambiente mientras disfrutan del calor.


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María Ximena Perez

Periodista, docente e investigadora. Doctora en Comunicación.