Los gatos de Hemingway: ¿Qué particularidad tenían las mascotas del escritor?

En su casa de Florida lo acompañaron más de 30 gatos con una curiosa mutación genética que hacía que tengan un dedo extra. A continuación, una nueva cita entre historia, literatura y ciencia.

Los gatos con polidactilia caminan libres por la Casa Museo de Cayo Hueso (imagen: Casa Museo Hemingway).

Ernest Hemingway (1899-1961) fue un escritor y periodista estadounidense galardonado con el Premio Nobel. Su cuantiosa obra incluye títulos tales como “Por quién doblan las campanas”, “Adiós a las armas” y “El viejo y el mar”. Gracias a este último, en 1953, obtuvo el Premio Pulitzer y fue uno de los principales novelistas del siglo XX. Su vida genera admiración y su muerte algo de misterio. Durante la Primera Guerra Mundial fue parte de la Cruz Roja y participó como corresponsal en la Guerra Civil Española. Vivió en numerosos lugares, pero los que más se recuerdan son Cuba y Estados Unidos, más en concreto, en Key West o Cayo Hueso, al sur de La Florida. Allí residió durante toda la década del 30 en una casa cercana al puerto. En la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, te contamos sobre las curiosas mascotas que lo acompañaron.

Hemingway solía pasar muchas horas de sus noches (y de sus días) en bares cercanos al puerto de Cayo Hueso. Una noche, cuando salía del bar Sloppy Joe apurado para llegar a la hora de la cena a su casa, no volvió solo. Lo hizo acompañado de una pequeña gatita de color blanco a la que llamó Snowball, o Bola de nieve. No era una gata común, lo que la hacía especial era que tenía seis dedos en todas sus patas. Esta condición, conocida como polidactilia, se debe a una mutación genética, por lo que puede transmitirse a la descendencia.

Bola de nieve tuvo cría, todos con polidactilia, quienes, a su vez, también dejaron descendencia. Hemingway llegó a tener decenas de gatos con seis dedos, todos bautizados con nombres originales y mimados por el afamado escritor. A todos los quería, pero algunos de sus preferidos eran Bola de nieve, “Mister feather puss” (Señor gato pluma) o “Crazy christian” (Cristiano loco).

Por aquellos tiempos, no eran raros los gatos de seis dedos cerca del puerto. Los marinos los criaban ya que circulaba la idea de que traían buena suerte. Además, se pensaba que el dedo extra mejoraba la habilidad de los felinos para cazar ratones, bastante abundantes por esas zonas.

En 1940, Hemingway abandonó la casa de Cayo Hueso y se mudó a Cuba. En 1968 la casa se convirtió en museo y para ese momento estaba tomada por los gatos de seis dedos. Había más de cincuenta. En la actualidad, la población de felinos se mantiene entre cuarenta y cincuenta para poder brindarles el cuidado adecuado. Al visitar la casa museo, se los puede acariciar ya que están acostumbrados a las visitas.

La casa se convirtió en museo en 1968 y alberga mas de cuarenta gatos, la mayoría de ellos con polidactilia (imagen: Casa Museo Hemingway).

Cayo Hueso es una isla bastante pequeña con una gran población de gatos de seis dedos, por lo que se cree que la mayoría de ellos son descendientes de Bola de nieve, la que primero conquistó el corazón del escritor.

Hacia finales de 1960, Hemingway atravesaba una profunda depresión. Además, sufría una enfermedad genética llamada hemocromatosis, lo que le impedía metabolizar de forma correcta al hierro. Esto, junto al hecho de que durante toda su vida había sido un gran bebedor, llevó a un deterioro cognitivo. El 2 de julio de 1961, Ernest Hemingway se suicidó mediante un disparo con su escopeta favorita.


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Nadia Chiaramoni

Licenciada en biotecnología. Doctora con mención en ciencias básicas y aplicadas