Wombats: ¿por qué estos simpáticos animales defecan cubos casi perfectos?

Estos marsupiales, que viven en bosques y zonas elevadas, generan curiosidad en la comunidad científica. Una investigación reciente apunta a la forma de sus intestinos.

Los wombats y las curiosidades sobre su materia fecal (imagen: National Geographic.

El Vombatus ursinus o “wombat” es un marsupial australiano. Este herbívoro es conocido debido a que sus heces tienen una forma particular: son cúbicas. La razón detrás de la particular geometría de la materia fecal aun genera interrogantes en la comunidad científica. Desde la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ te contamos los hallazgos más recientes respecto de este simpático animal.

Los wombats habitan los bosques y áreas montañosas de Australia. Como son herbívoros eligen zonas con abundante vegetación para alimentarse de pasto, raíces y cortezas. Viven en madrigueras que habitan durante el día ya que tienen hábitos nocturnos. Pesan entre 20 y 35 kilos y llegan a medir hasta un metro de largo. Su cuerpo es robusto, sus patas cortas y su cabeza ancha. Sin embargo, lo que más llama la atención es la forma de sus heces.

La forma cúbica de los excrementos evita que rueden (imagen: National Geographic)

Al ser cubos casi perfectos, los especialistas se preguntaron cómo los wombats lograban esta hazaña. Patricia Yang, del Instituto de Tecnología de Georgia en Estados Unidos, se especializa en mecánica de fluidos y estudió la forma de los intestinos de estos marsupiales. Publicó un artículo que explicaba que los cubos se forman en la última parte del intestino. En esta sección, las paredes son más gruesas y esto hace que se puedan esculpir las esquinas gracias a las contracciones musculares.

Las heces en forma de cubos tienen una razón evolutiva, de hecho, se cree que los wombats las usan para marcar territorio. La forma cúbica hace que no rueden en las zonas elevadas y puedan apilarse. Estos marsupiales construyen pequeñas paredes a lado de madrigueras o sobre troncos debido a que su vista no es muy buena.

Gracias a las heces, en última instancia pueden comunicarse: cuanto más alta sea la pared, más visible será para otros wombats. Además, el olor también llama la atención. Si bien la forma de interacción que eligen es particular, les resulta efectiva y pueden realizarla con lo que está a mano. En la naturaleza, hasta las heces tienen una explicación que se anida en siglos y siglos de evolución.


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Nadia Chiaramoni

Licenciada en biotecnología. Doctora con mención en ciencias básicas y aplicadas