Investigadores chinos desarrollan ladrillos para construir bases en la Luna
Los materiales deberán probarse para ver si resisten la radiación y la temperatura. El objetivo es llevar astronautas e investigar el satélite natural de forma permanente.
Investigadores chinos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong desarrollan bloques que podrían ser útiles para construir futuras bases en la Luna. Los bloques están hechos de un material similar al suelo lunar y deberán ser probados en el espacio durante 2025. Aunque son tres veces más fuertes que los ladrillos tradicionales, los científicos tendrán que comprobar si resisten la radiación cósmica y los altos cambios de temperatura, que superan los 180 grados durante el día y descienden a menos 190 grados por la noche. Además, los especialistas inventaron un robot de impresión 3D para imprimir casas utilizando suelo lunar. En este sentido, el objetivo del país comandado por Xi Xinping es construir una estación internacional de investigación lunar entre 2028 y 2035 y llevar astronautas en 2030.
Para realizar los ladrillos, los investigadores utilizaron cinco materiales diferentes de suelo lunar simulado, ya que los componentes varían según la región de la Luna. Mientras que en algunas zonas predomina el basalto, la roca volcánica más común en el planeta Tierra, hay otras en las que sobresale otro tipo denominado anortosita.
Por eso, la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados deberá transportarlos hasta la Luna en una misión para probar si soportan las condiciones climáticas y los sismos que ocurren con alta frecuencia. En caso de que superen los exámenes, los ladrillos serán una oportunidad de establecer bases fijas y estudiar durante mucho más tiempo el espacio profundo.
Los ladrillos lunares y las casas impresas en 3D para construir bases en el satélite natural son solo un paso más en la política espacial China. En este sentido, el gobierno presentó a mediados de octubre el programa de desarrollo para 2024-2050, que incluye objetivos a corto, mediano y largo plazo. El documento resalta cinco temas científicos clave como el universo extremo, las ondas gravitacionales, la vista panorámica Sol-Tierra, los planetas habitables y las ciencias biológicas y físicas en el espacio.
Además, el informe da cuenta de tres fases que consisten en implementar el proyecto de exploración lunar tripulada, que se espera que suceda antes de 2027, la construcción de la estación de investigación en la Luna entre 2028 y 2035, y una tercera etapa donde se estima el lanzamiento de más de 30 misiones científicas espaciales.
En este marco, tres astronautas fueron lanzados el 30 de octubre en la nave espacial Shenzhou-19 para realizar una nueva misión de seis meses. En conferencia de prensa, la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados afirmó que los especialistas realizarán 86 experimentos de investigación y tecnología que cubrirán “ciencias de la vida espacial, física fundamental de la microgravedad, ciencias de los materiales espaciales, medicina espacial y nuevas tecnologías espaciales”.
Con este anuncio, la carrera meteórica del gigante asiático confirma los temores de miembros gubernamentales y magnates vinculados a la industria espacial estadounidense. De hecho, en 2022 el director de la NASA advirtió que China tenía la intención de construir una base en la Luna para “apoderarse” de ella. Lo propio hizo Elon Musk a mediados de septiembre, quien denunció trabas del gobierno que perjudican a Space X y la supremacía de Estados Unidos.
“Lamentablemente, seguimos estancados en una realidad en la que se tarda más en realizar los trámites gubernamentales para obtener la licencia de lanzamiento de un cohete que en diseñar y construir el hardware real. Esto nunca debería suceder y amenaza directamente la posición de Estados Unidos como líder en el espacio”, resaltó el magnate a través de un comunicado.