
“Siempre es una gran alegría que la película sea reconocida y exhibida en el exterior. La verdad no pensé que iba a ser seleccionada afuera porque es una historia muy local y muy platense. Evidentemente, la crisis social que tiene Argentina, donde cada tanto se repiten ciertas fórmulas que no funcionan, es un objeto de estudio y la película representa un poco eso. Además, es un buen momento para que se vea la producción nacional que está en crisis”, señala Carlos Castro, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
En este sentido, señala el director, Éramos tan flacos alude a un momento de juventud y de idealización de la política, pero también de conciencia sobre las medidas que llevaba adelante el gobierno menemista. “La Plata había sido devastada durante la dictadura y, después de 10 años de recuperación de la democracia, había muchas cosas que estaban igual que antes. El mundo de la militancia universitaria tenía un sentimiento de orfandad muy grande porque veníamos del golpe de Estado y de la derrota de la política como herramienta de transformación social”, explica.
Y agrega: “El documental es la historia de una generación que está transitando la universidad y que encuentra en la política una forma de representarse a través de una militancia muy intuitiva y llena de preguntas. Además, el largometraje intenta hacer una conexión entre aquella experiencia y las experiencias que hoy se tienen en la resistencia a las políticas universitarias que lleva adelante el gobierno actual”.
Además de la dirección de Castro, el largometraje cuenta con la participación de Pedro Barandiarán en montaje y de Tatiana Zlatar en la producción ejecutiva, también docentes de la Universidad y de la Escuela Secundaria de la UNQ respectivamente. Asimismo, la película cuenta con el apoyo de la Universidad Nacional de Quilmes y la Comisión Provincial por la Memoria.
