Estudian un tratamiento a base de propóleo para combatir la sensibilidad dental

Investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste evalúan este producto fabricado por abejas que podría derivar en una alternativa terapéutica.

La sensibilidad dental puede deberse al desgaste del esmalte, la exposición de las raíces, una enfermedad de encías o una carie. Créditos: Clínica dental Riosdent.
La sensibilidad dental puede deberse al desgaste del esmalte, la exposición de las raíces, una enfermedad de encías o una carie. Créditos: Clínica dental Riosdent.

Investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) estudian un tratamiento a base de propóleo, un elemento fabricado por las abejas y extraído de las colmenas, que podría combatir la sensibilidad dental. “El propóleo tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antisépticas y anestésicas que nos sirven para humectar el diente y bloquear los túbulos dentinarios. Este lugar es por donde pasan los estímulos, como el frío o el calor, a las terminaciones nerviosas y producen sensibilidad”, explica Horacio Romero, docente de la UNNE, a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.

La sensibilidad dental puede deberse al desgaste del esmalte, la exposición de las raíces, una enfermedad de encías o una carie. Cuando una persona tiene dientes sensibles, algunas actividades, como cepillarse los dientes, comer algo caliente o tomar algo frío, generan un dolor breve y agudo. Si bien existen algunos tratamientos como el uso de pastas dentales específicas, a veces no alcanzan. En ese marco, se buscan otras terapias.

“En primera instancia, el propóleo se extrajo de las colmenas de las abejas de la localidad de Mburucuyá y se elaboró un gel. Así, se hizo una fase experimental con discos de dentina, es decir de tejido dentario para ver el grado de humectancia y bloqueo de los túbulos dentinarios”, relata Romero. Según cuenta, el gel apuntaba a humectar los dientes y bloquear los túbulos dentinarios que se encuentran en la dentina, pero fue probado en pacientes y no mostró diferencias significativas en comparación con otros desensibilizantes.

Debido a esto, comenzaron a probar con propóleos extraídos de otras localidades, como Saladas, para comparar sus propiedades y mejorar la cantidad de concentración que se le pone al gel. Sucede que, según de dónde sea obtenida la materia prima, el clima y la vegetación que haya, varían las propiedades del propóleo, por ejemplo puede ser más antiinflamatorio o más anestésico. “Ahora estamos trabajando en la fase in vitro con geles al 2,5 por ciento y al 5 por ciento para evaluar cómo interactúan con los túbulos que forman parte de la estructura del diente”, detalla.

Para esto, los investigadores utilizan 20 dientes humanos sanos, donados con consentimiento previo por pacientes que se los extrajeron por razones de ortodoncia o cirugía. Estos son cortados en rodajas para crear discos de dentina de diferentes espesores, entre 1 y 2 milímetros. De esta manera, a un grupo se le coloca el gel con concentración del 2,5 por ciento y a otro el de 5 por ciento. Mediante un microscopio electrónico especial, observa qué tan profundo penetra el gel en los túbulos dentinarios. Esto podría indicar cuánto tiempo permanecería activo el tratamiento.

Los resultados del estudio serán analizados estadísticamente para determinar si existen diferencias significativas entre las distintas concentraciones y espesores probados. Una vez sabido esto, se podrían sentar las bases para un nuevo tratamiento natural contra la sensibilidad dental.

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