Raquel Resta: “Sin leer no vivimos igual”

La autora, que publicó de manera reciente “Queremos la revancha” y “En el cuerpo de Julieta”, opina sobre el proceso de escritura y la ficción en la ciencia.

Raquel Resta. Créditos: Natalia García
Créditos: Natalia García

Por Programa de Cultura UNQ

Raquel Resta publicó dos libros en tan solo dos años. ¿Pero qué tiempo encierra la escritura de un libro? No es sencillo materializar el modo en que la experiencia se convierte en texto, y menos aún, el momento en que la relación entre ficción y realidad deambula en la escritura de cuentos y novelas. Dice Mariana Enriquez: “No escribí mi primera novela porque quería ser escritora, ni porque quería publicar (…) la escribí porque no encontraba nada ni nadie que contaba lo que me pasaba”. ¿Qué es la escritura, entonces, para Raquel?

La autora nació en Buenos Aires en 1955, año del bombardeo a Plaza de Mayo. Fue docente y nodocente de la universidad pública, dio clases en escuelas secundarias, se formó en historia, y una vez jubilada, también lo hizo en artes de la escritura. Sostiene que “la ficción debería ocupar un espacio igual al de la lectura académica y que sin leer no vivimos igual”. Nos recomienda a Hebe Uhart, Alejandra Kamiya, Samantha Schweblin, Inés Garland, Pía Bouzas, Dolores Reyes, Silvina Gruppo y Carla Maliandi (entre otras). De niña escribía todo lo que podía, y se comunicaba a través de las cartas a su abuela. De grande le escribió a sus compañeros y compañeras de vida, de ideales, de militancia: “Todos se fueron sin avisarme/y ahora están metidos/ como tierra entre mis uñas”.

La politicidad de la vida cotidiana

En “Queremos la revancha”, el primero de los dos libros publicados por Editorial El Espinillo, los cuentos proponen el encuentro con un mundo que aborda y desborda la politicidad de la vida cotidiana. Encontramos en pequeños gestos preguntas universales sobre la política, la maternidad, el vínculo entre hermanas, la autoridad, la poesía entre tantos otros abordajes. Las páginas inician con una cita de Mariana Enriquez sobre Silvina Ocampo. Y en un diálogo entre citas, como diría Benjamin de la cultura moderna, la escritura avanza con referencias a Silvina.

Raquel nos dice que “su primer libro influyó en el segundo” al que define como una nouvelle o cuento extenso en que “hay dos hilos, uno que esconde al otro y que alternan en buscar el primer plano… no dice todo, siempre hay algo oculto”

Raquel Resta. Créditos: Natalia García
Créditos: Natalia García

En el cuerpo de Julieta”, la autora narra la historia de una mujer y su experimentación con el agua de kéfir. A partir de pruebas, la protagonista transita una transformación que la llevará a formar una comunidad en torno a la bebida que por momentos se nos presenta como milagrosa. “Siguiendo a Mary Shelley”, nos cuenta la autora, “hizo de su cocina una especie de laboratorio y empezó a investigar con el kéfir, bebida que toma desde la pandemia. Hay muchos datos que salen de lo real y se van filtrando entre los hilos del cuento”. ¿Pero qué milagro busca la protagonista del libro? ¿Qué sucede con la percepción de lo cotidiano? ¿Cómo se transita lo sintomático de un cuerpo que es también una forma del presente?

La trama explora una transformación entre los saberes que constituye un cuerpo, la mente, humanos y plantas, la materia viva y muerta. El libro nos abre más preguntas: ¿estamos dispuestos a dejarnos transformar? ¿Desde qué narrativas nos legitimamos?

Su decisión no es a partir de una mirada racional; de hecho, cuando investiga sobre el kéfir en internet hay un instinto que la lleva a indagar en otro lado y de otro modo. Tampoco viene de una mirada mágica del mundo. “La mística de Julieta era igual a cero, creía más en la tierra que en el cielo”, sino de una disposición material y metódica. Se construye un mundo donde lo extraño crece y se revela a medida en que Julieta profundiza sus conocimientos: ¿Sabía Julieta lo que estaba perdiendo o ganando?

Casi un experimento científico

El kéfir es una bebida o un alimento modificado por acción de microorganismos, se obtiene a partir de nódulos o gránulos fermentados, que son como comunidades de bacterias y levaduras que viven en un ecosistema complejo, contenido por su propia sustancia (proteínas y polisacáridos). Es fácil de procesar para consumir, su único desafío es la espera y la continuidad: hay que dejarlo tranquilo dos días y hay que alimentar a los nódulos para que vuelvan a trabajar después.

Hay algo en la escritura de Resta que podemos articular con este proceso, no sólo en el eje de la ficción, sino en la continuidad de una prosa que se alimenta con el desafío de la espera y la continuidad. En una yuxtaposición, donde la escritura se torna deseo más que lenguaje, la protagonista asalta la escritura de la autora y entrama su propia pluma.

Julieta lleva un cuaderno, comparte las emociones, sensaciones, temores y descubrimientos de su experiencia con el kéfir. “Mi relación con los personajes es respetuosa y cariñosa, los quiero, me gusta que impulsen, que interactúen en las lógicas de encierro en este caso, que se vayan definiendo (y defendiendo sus sentires) a medida que avanza el experimento y que no pierdan sus objetivos. Es hermoso ver cómo va pasando esto a medida que avanza la historia. La relación con ellos crece al tiempo de la escritura”.

Como en la escritura de la hermana menor de los Ocampo, o en la Enriquez contemporánea, la novela indaga en el género fantástico, para dar cuenta de un mundo que no tiene nada que envidiarle al nuestro.  La historia, ubicada a finales de la pandemia, propone una protagonista que sobrepasa los límites de sus propios miedos: primero temerosa del afuera a raíz de la incertidumbre del 2020 y a medida que avanza la trama, impulsada por sus nuevos descubrimientos. Nos recuerda, no sin tristeza, aquella efímera esperanza sobre un mejor modo de habitar el mundo.

“Mis lectores de Queremos la revancha me dijeron que era un libro pedagógico. Yo no lo había pensado así, pero de verdad lo es, porque son historias cotidianas que expresan cosas que no se discuten, se viven y permite reflejarnos en ellas. Con Julieta me pasa también, es un libro profundamente feminista, tan solo porque cuenta el proceso que vive una mujer, lo que sufre, lo que busca, lo que consigue. Sin leer no vivimos igual”.

“¿Quién sos y quién soy?”, escribe Julieta en su diario, y quizás sea la pregunta que nos devuelve la lectura como espejo a cada quien que se encuentra con estas páginas.

El libro se puede conseguir en Librería Nota al pie, a través de Editorial El espinillo  o con la autora mrresta@gmail.com.

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