Por qué la ONU celebra el 2025 como el Año Internacional de las Cooperativas

La iniciativa de Naciones Unidas las destaca como una solución frente a los problemas económicos y sociales en el mundo.

Mi Ciudad es una cooperativa de logística ubicada en La Plata. Créditos: IPAC.
Mi Ciudad es una cooperativa de logística ubicada en La Plata. Créditos: IPAC.

Bajo el lema “las cooperativas construyen un mundo mejor”, la ONU declaró al 2025 como el Año Internacional de las Cooperativas. A diferencia de las empresas tradicionales, estas son propiedad de sus socios, quienes las controlan y toman en conjunto las decisiones. Aunque no todas son iguales y tienen diferentes formas, las unen los valores de responsabilidad personal y social, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Según la Confederación Cooperativa de la Argentina, el país tiene más de 20 mil empresas que generan alrededor del 10 por ciento del PBI. A su vez, a nivel global existen alrededor de 3 millones de cooperativas que proporcionan el 10 por ciento del empleo en el planeta.

El movimiento cooperativo tiene fuerte presencia, no solo en Argentina, sino a nivel mundial. No es algo pequeño. Tal vez tiene menos prensa que lo corporativo, pero no es marginal. Hay que poner en valor todo lo que se ha construido hasta ahora”, destaca Mauro Limas, docente del Diploma de Posgrado en Enfoques, experiencias y aprendizajes en Economía Social y Solidaria de la Universidad Nacional de Quilmes, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.

Según la Declaración de Identidad Cooperativa, una cooperativa es “una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada”. El objetivo no solo es crear riqueza, sino que se rigen bajo principios internacionales para “construir un mundo mejor”.

 “En la economía individualista de la acumulación, de la corporación y del sálvese quien pueda, solo se salva el que tiene más recursos. Frente a esa mirada, la economía social propone otra forma donde las personas están en el centro de la cuestión, en comunión con la naturaleza, sin explotación de recursos y generando trabajo”, explica Limas.

Universidad Social y Solidaria

En el Año Internacional de las Cooperativas, la Universidad Nacional de Quilmes extendió hasta el 4 de agosto la inscripción para el Diploma de Posgrado en Enfoques, Experiencias y Aprendizajes en Economía Social y Solidaria (DiPESS). Se trata de una carrera a distancia que tiene un año de duración, cuenta con cuatro materias trimestrales y un seminario de prácticas profesionalizantes. El objetivo es que los estudiantes no solo accedan a los principales debates y adquieran herramientas, sino que sean capaces de desarrollar prácticas, proyectos y comunidades de aprendizaje para contribuir al desarrollo del sector.

“La Universidad Nacional de Quilmes tiene un equipo grande vinculado a la formación, la extensión y la investigación en el campo de la Economía Social y Solidaria. Se trata de un fenómeno social, político y económico donde la institución está permanentemente interactuando con las problemáticas sociales de la comunidad”, cuenta Limas. Y agrega: “La UNQ permite poner en diálogo saberes universitarios con saberes populares y con organizaciones que vienen desde hace muchos años poniendo el cuerpo al servicio de otra economía”.

Además del Diploma y de otros espacios de formación, la Universidad cuenta con el Observatorio del Sur de la Economía Social y Solidaria y el proyecto Construyendo Redes Emprendedoras en Economía Social y Solidaria (CREES).


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