
“Las universidades desempeñan una gran labor en la construcción de la identidad cultural nacional en general, y bonaerense en particular. Están insertas en nuestras ciudades y de allí salen profesionales de alta calidad técnica y científica que cumplen un papel decisivo en el desarrollo. Por ejemplo, es el caso de especialistas en salud o en terapia ocupacional”, explica Osvaldo Graciano, docente que dicta el curso junto a Jorge Flores, ambos profesores de la Universidad Nacional de Quilmes, a la Agencia de Noticias Científicas. Y continúa: “En este curso virtual, veremos la historia de la universidad pública, puntualmente en la provincia de Buenos Aires, desde el siglo XIX hasta el XXI. Estas instituciones hablan de la enseñanza superior como derecho humano universal imprescriptible”.
Así, desde la creación de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de la Plata hasta el rol de las instituciones educativas en la pandemia, el curso atraviesa el desarrollo, con sus vaivenes, del sistema educativo superior en la provincia de Buenos Aires. Así, por ejemplo, pone el foco en la reforma universitaria de 1918, la autonomía de las casas de estudio, la emergencia de universidades privadas y el movimiento estudiantil. También, toca temas como la Ley de Educación Superior, la reforma constitucional de 1994, la creación de nuevas universidades y el Programa Puentes. La inscripción está abierta hasta el 15 de septiembre, la cursada es de cinco clases y comienza el 17.
Más de veinte
En 1897, el Estado Nacional y la provincia de Buenos Aires crearon la Universidad Nacional de La Plata, conocida, entre otras cosas, por su participación en el desarrollo de la industria espacial argentina. A partir de ese momento, la capital del país comenzó a tener cada vez más universidades nacionales y provinciales que posibilitaron el acceso a la educación pública, gratuita y de calidad.
Así, por ejemplo, en 1956 nació la Universidad Nacional del Sur, que en la actualidad se encuentra afectada por las consecuencias que dejaron las últimas inundaciones en Bahía Blanca. Más tarde, en 1961, se creó la Universidad Nacional de Mar del Plata, que de manera reciente fue noticia porque algunos de sus investigadores participaron en la Campaña Talud Continental IV al Cañón Submarino Mar del Plata.

Durante las décadas del 70 y del 80, nacieron la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Universidad Nacional de Luján, la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, la Universidad Nacional de La Matanza y la Universidad Nacional de Quilmes. Esta última reconocida por sus aportes a la ciencia en materia oncológica y por la Supersopa, una sopa altamente nutritiva destinada a comedores comunitarios, personas con necesidades y regiones afectadas como el caso de Bahía Blanca. Durante los 90, vieron la luz la Universidad Nacional de San Martín, la de General Sarmiento, la de Lanús, la del Noroeste y la de Tres de Febrero.
“A partir del siglo XXI, nacen nuevas casas de altos estudios que funcionan como dispositivos de enseñanza superior e investigación científica que atiendan el desarrollo de la sociedad. Esto sucede gracias a políticas públicas del Estado”, afirma Graciano a la Agencia. De esta manera, en 2009 se crearon la Universidad Nacional de Avellaneda, la de José C. Paz, la de Moreno, la del Oeste y la Arturo Jauretche ubicada en Florencio Varela. Luego, les tocó el turno a la de Hurlingham, Almirante Brown, San Antonio de Areco, Scalabrini Ortiz, Delta y Pilar. Asimismo, la provincia de Buenos Aires cuenta también con universidades provinciales, como la de Ezeiza, e institutos universitarios, como el Instituto Universitario Policial Provincial Juan Vucetich.
Hoy, este sistema se ve golpeado por las políticas del gobierno nacional. De manera reciente el Senado aprobó el nuevo proyecto de Ley de Financiamiento Universitario que busca recomponer los salarios, actualizar los gastos de funcionamiento y ampliar el monto y la cantidad de becas.

