
Durante el análisis del proyecto, los senadores hicieron énfasis en que el uso indiscriminado de estas tecnologías genera daños en el desarrollo cerebral, problemas de salud mental, de concentración, de aprendizaje, de sueño y de falta de empatía, entre otros. A su vez, en relación a lo que sucede en las aulas, los congresistas puntualizaron en dos datos que son claves para entender la medida.
Por un lado, advirtieron que los menores pasan 7,6 horas diarias frente a dispositivos tecnológicos, de los cuales solo 16 minutos están destinados a trabajos escolares. Por otro lado, señalaron que, durante las clases, los estudiantes revisan sus teléfonos cada 12 minutos en promedio. Aunque los celulares no son los únicos culpables, los legisladores chilenos destacaron como argumento que más del 55 por ciento de los niños de 15 años no alcanza el nivel mínimo de comprensión lectora.
La cuestión de los celulares en las escuelas se discute en todo el mundo y la opción por encontrar formas de restricción es la respuesta más frecuente. El último en proponerlo fue Francia, quien lanzó el programa “Teléfono móvil en pausa” para el inicio del nuevo ciclo lectivo. En este caso, la normativa abarca a celulares y otros dispositivos como tablets o relojes inteligentes. En una prueba piloto realizada en 2024 con más de 32 mil estudiantes, los resultados fueron alentadores: mejoró el clima escolar, aumentó la concentración de los jóvenes y se observó una disminución en las denuncias de ciberacoso e incidentes relacionados con las redes sociales.
Qué pasa en Argentina
Por ahora no existe una normativa nacional específica que prohíba o regule el uso de los teléfonos móviles en las escuelas. Una de las explicaciones es que la gestión de la educación corre por cuenta de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Mientras que Salta, Neuquén y CABA ya implementaron diferentes restricciones que varían de acuerdo a las edades de los estudiantes, otras regiones todavía debaten cómo proceder.
En relación a la provincia de Buenos Aires, el legislador Martín Rozas presentó un proyecto de ley a principios de julio para regular el uso de los teléfonos celulares en las aulas. Según los fundamentos presentados, el objetivo es “estimular la concentración de los alumnos en las horas de clase y la socialización” y “brindarles la oportunidad de desarrollar su máximo potencial para convertirse en ciudadanos críticos y responsables”.

