Tecnologías inmersivas: un nuevo lenguaje para narrar y vivir la ciencia

De Marte al interior de una célula, la realidad virtual, la realidad aumentada y los videos en 360° prometen transformar la divulgación científica en una experiencia adaptada a cada persona. ¿Estamos listos para este cambio?

Las herramientas inmersivas proponen una experiencia que transforma la comprensión y el aprendizaje. Crédito: María Ximena Pérez. Creada desde Artbreeder.
Las herramientas inmersivas proponen una experiencia que transforma la comprensión y el aprendizaje. Crédito: María Ximena Pérez. Creada desde Artbreeder.

La comunicación científica enfrenta un desafío en la era de la hiperconectividad: captar la atención de un público saturado de información. Las tecnologías inmersivas, como la realidad virtual (VR), la realidad aumentada (AR) y los videos en 360 grados, parecen estar cambiando las reglas del juego. Estas herramientas facilitan la comprensión de fenómenos complejos y transforman la manera en que la ciencia se vive y se siente.

Realidad virtual: cuando lo invisible se vuelve tangible

Olvídese de los textos áridos y las clases aburridas. La VR permite adentrarse en mundos antes reservados para la imaginación o los laboratorios especializados. ¿Quiere caminar por Marte? Con un casco de realidad virtual puede hacerlo. ¿Le gustaría explorar el interior de una célula? Bienvenido a una experiencia tridimensional que le permitirá entender cómo funciona la vida desde adentro.

La capacidad de simular fenómenos complejos es una de las grandes ventajas de la VR. Desde interactuar con partículas subatómicas hasta experimentar el ascenso del nivel del mar en tiempo real, estas experiencias hacen que conceptos abstractos se vuelvan tangibles y comprensibles.

Un ejemplo paradigmático es el proyecto 6×9: A Virtual Experience of Solitary Confinement, del diario británico The Guardian, que permite a los usuarios experimentar las condiciones de una celda de aislamiento. No es solo información; es empatía, es conexión emocional.

A través de la inmersión en una celda pequeña, los usuarios experimentan la angustia del confinamiento, la privación sensorial y la soledad extrema, elementos que caracterizan el régimen de aislamiento en las prisiones. El proyecto evidencia las consecuencias deshumanizantes de esta medida, que a menudo causa trastornos mentales graves en los prisioneros, y busca sensibilizar al público sobre la necesidad de reformar su uso.

Además de sensibilizar al público general, la herramienta sirve para formar a profesionales del sistema penitenciario, abogados y activistas de derechos humanos. Aunque tiene limitaciones al ser una simulación y no replicar por completo la realidad de quienes sufren confinamiento en solitario, logra transmitir el sufrimiento de esta práctica de manera impactante.

Realidad aumentada: ciencia en la palma de la mano

La AR lleva el conocimiento científico a la vida cotidiana. Basta con un celular para que un ciudadano común pueda identificar especies de plantas o conocer las capas de una infraestructura urbana. Pero esto no se limita a un juego de curiosidades; la AR permite aprender interactuando con el entorno.

Por ejemplo, un estudiante en una comunidad rural puede usar AR para explorar la anatomía humana en 3D o recorrer virtualmente ecosistemas remotos. De este modo, el aprendizaje se convierte en una aventura accesible para todos.

Videos 360°: una narrativa envolvente

Aunque técnicamente más simples, los videos en 360° ofrecen una forma inmersiva de contar historias. ¿Cómo es estar dentro de un volcán en erupción? ¿Qué siente un investigador en el Ártico? Estas experiencias permiten al público vivir situaciones que antes eran inimaginables.

Un equipo de investigadores argentinos desarrolló un recorrido virtual inmersivo que permite visitar, desde cualquier dispositivo con acceso a internet, la cueva de La Candelaria, un sitio arqueológico ubicado en la sierra de El Alto-Ancasti, en la provincia de Catamarca, Argentina. El proyecto, denominado La Candelaria 360, utiliza imágenes en 360° combinadas con audios, textos explicativos y recursos audiovisuales para acercar el patrimonio cultural a públicos diversos.

La Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, tuvo acceso al estudio que detalla este desarrollo. Recientemente publicado en la Revista del Museo de Antropología, de la Universidad Nacional de Córdoba, los investigadores responsables del proyecto, vinculados al Conicet y al Centro de Estudios sobre Patrimonios y Ambiente (EAyP-EHyS) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), explican que el recorrido virtual de la cueva de La Candelaria permite un acceso remoto a un sitio arqueológico de difícil acceso, funcionando, también, como una herramienta de conservación preventiva. La experiencia inmersiva genera una sensación de telepresencia que facilita un contacto novedoso con el patrimonio sin afectar su estado.

Literatura inmersiva desde la UNQ

El cortometraje animado transmedia “Lumbral. Pasaje a lo Fantástico”, desarrollado por investigadores y estudiantes de la UNQ, combina tecnologías emergentes como realidad aumentada y video inmersivo con la literatura fantástica, ofreciendo una experiencia educativa innovadora.

Dirigido por Marina Gergich y creado en colaboración con docentes, estudiantes y profesionales del ámbito educativo y artístico, “Lumbral” forma parte de un proyecto transmedia que invita a explorar nuevas formas de narración y aprendizaje a través de tecnologías inmersivas, acercando a los estudiantes a un universo donde el arte y la tecnología se entrelazan para enriquecer la experiencia educativa.

La propuesta cuenta con el apoyo de diversas instituciones y colaboradores, como la Subsecretaría de Educación Virtual y Bimodalidad de la UNQ, el proyecto de investigación “Dimensiones educativas, comunicacionales, estéticas y políticas de la cultura digital”, el Centro Políticas Públicas en Educación. , Comunicación y Tecnologías Digitales de la UNQ, el Laboratorio de Diseño del Departamento de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Lanús, y la empresa Level Up! Narración Transmedia.

¿Directo al metaverso?

En los próximos años, las tecnologías inmersivas podrían integrarse en el metaverso creando un espacio digital donde la ciencia sea explorada de manera colectiva y global. En este entorno, científicos, estudiantes y público general podrían interactuar en tiempo real, sin importar su ubicación. 

La inteligencia artificial también jugará un rol clave en este avance, permitiendo experiencias hiperpersonalizadas. Un estudiante podrá recibir explicaciones adaptadas a su nivel de conocimiento dentro de un entorno VR interactivo.

Con todo, la ciencia deja de ser cada vez más un discurso lejano para convertirse en una experiencia personal. Pero la clave estará en que estas herramientas no se conviertan en una moda pasajera. Si se logra integrarlas de manera efectiva en la comunicación científica, se estará dando un paso importante hacia un acceso más democrático y emocional al conocimiento.


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