Un equipo de científicos logró reducir este delito al remover los cuernos de los animales. Aunque la amenaza persiste, esta práctica se ubica como la única salida posible.

Los rinocerontes son una especie en peligro de extinción y la principal amenaza es la caza furtiva. Quienes realizan esta práctica ilegal buscan obtener sus cuernos para la venta clandestina. Con el tiempo, se convirtió en un comercio multimillonario, a menudo controlado por organizaciones criminales multinacionales. Frente a ello, durante décadas, la ciencia y las asociaciones de conservación invirtieron esfuerzos para combatir este problema. En una reciente publicación de la revista Science, a la que la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes tuvo acceso, un grupo de científicos describe los resultados de una estrategia que podría significar un punto de inflexión al respecto. Al remover sus cuernos, los hicieron menos atractivos para los cazadores y lograron disminuir esta práctica criminal en un 80 por ciento.
Timothy Kuiper y su equipo del Departamento de Gestión de la Conservación de la Universidad Nelson Mandela en Sudáfrica llevó a cabo una investigación centrada en reducir la caza furtiva. En ocho reservas del sur de África se realizó el descornado de 2.284 rinocerontes. El objetivo era hacer a estos animales menos atractivos para los cazadores. De esta forma, la práctica ilegal se redujo casi en un 80 por ciento con una inversión monetaria mínima.
Para tener un parámetro de comparación con otras estrategias, en once reservas del sur de África que protegen la mayor población de rinocerontes del mundo, entre 2017 y 2023, se documentó la caza furtiva de 1.985 rinocerontes (casi el 7 por ciento de la población). En un esfuerzo por evitar esta catástrofe, se invirtieron 74 millones de dólares en el pago de guardabosques, perros rastreadores, controles de acceso y cámaras de seguridad. En efecto, contribuyeron a la detención de más de 700 cazadores. Sin embargo, más allá de los resultados positivos, los especialistas no encontraron evidencia estadística de que estas intervenciones redujeran la caza furtiva.
Los cuernos de rinoceronte se han usado tradicionalmente en varias culturas por diferentes razones. Por un lado, en países como Vietnam, China y algunas partes de África, se emplea en la medicina tradicional para tratar una variedad de dolencias. Esto es: usan el insumo para tratamientos que no se sustentan en ninguna evidencia científica. Por otra parte, los cuernos se tallan para hacer objetos decorativos y son símbolo de estatus en algunas culturas. Además, algunas personas creen que los cuernos de rinoceronte tienen propiedades mágicas y protectoras. Como la caza furtiva se ve motivada por diferentes factores y lejos de reducirse va en aumento, muchas personas dedican sus vidas a proteger a los pocos rinocerontes que quedan.
Perseguir y someter a castigos contemplados en el marco de la ley vigente en los países africanos a los cazadores furtivos hace que se gaste una gran cantidad de dinero y no evita de forma eficaz la reducción de la población de los rinocerontes. Descornarlos, aunque pueda sonar cruel, los hace menos atractivos para sus victimarios y permite que se mantenga la población. Habrá que ver en el futuro si cesan las amenazas y los rinocerontes pueden vivir libres y con los cuernos en su lugar.