
“Cuando se concretan proyectos como ‘En el barro’ se genera esperanza para la ficción nacional. Son la muestra de que aquí se puede producir una obra para el público local y que, al mismo tiempo, puede ser apreciada por gente de otros países”, afirma Omar Quiroga a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ. Y continúa: “Muchas veces en reuniones escuché la frase ‘el material argentino no viaja’, que quiere decir que no se puede exportar y no vale la pena invertir en ello. Yo creo que no es así, pero hay que demostrarlo. Me hace pensar en esas consignas como la del Eternauta, que dice: ‘lo viejo sirve’. En este caso sería: ‘lo nuestro sirve, Juan’“.
“En el barro” es el primer spin-off de la serie matriz El Marginal y también ocurre en el ámbito carcelario, pero, esta vez, de mujeres. Conocidas como “las embarradas”, cinco mujeres ingresan a la prisión La Quebrada y deben luchar por mantenerse vivas en un ambiente corrupto y contra los grupos de presas ya instaladas. Entre los personajes principales se encuentra Gladys (Ana Garibaldi), la esposa de Borges, el penitenciario más poderoso de “El Marginal”.
Según relata Quiroga, la idea de crear este spin-off ya había surgido durante la última temporada de la serie protagonizada por Juan Minujín, Nicolás Furtado y Claudio Rissi. “Como proyecto, es parte de una tendencia mundial. Las mujeres quieren ver historias protagonizadas por mujeres y les cansa mucho la narrativa de un mundo dominado por hombres, que ha dejado de lado la figura femenina como parte esencial de un proceso y que siempre la usa como accesorio a la voluntad o, en este caso, las aventuras masculinas. Barro es una aventura de mujeres”, detalla el guionista.
Entre las actrices principales se encuentran Ana Garibaldi, Valentina Zenere, Rita Cortese, Lorena Vega, Carolina Ramírez y Ana Rujas. También, cuenta con la participación de María Becerra, Marcelo Subiotto y Alejandra Locomotora Oliveras (fallecida hace pocas semanas). Además, regresan Juan Minujín, Maite Lanata y Gerardo Romano en sus icónicos personajes de la serie matriz.
La Quebrada, una cárcel de mujeres
Pasar de escribir cinco temporadas de “El Marginal” a un ambiente carcelario femenino como es “En el Barro”, no debe ser fácil. ¿Cómo es una mujer presa? ¿Qué viven ellas que no viven ellos?
“Las razones que llevan a la mujeres y a los hombres a la cárcel son diferentes en las motivaciones, en los modos de actuar, incluso la tendencia en los crímenes es diferente: estadísticamente, las mujeres son condenadas por tráfico de drogas en su mayoría; no son atracadoras, ni secuestradoras, ni sicarias, por ejemplo. Su forma de delinquir no tiene que ver con la intimidación. Pueden ser igual de violentas que los hombres, pero esa violencia no se expresa igual, ni en lo físico – es algo fundamental en una historia de acción – ni en lo verbal”, describe Quiroga a la Agencia.

A su vez, relata que los varones no conviven con sus hijos en prisión, “o sea que, en una cárcel femenina hay un sector con niños”, y las mujeres suelen sufrir el abandono de sus parejas varones cuando son condenadas o las visitas son escasas. “En cambio, cuando un hombre va preso, la mujer queda atada al destino de su pareja, esta asumido que debe hacer el aguante, o es una traidora”, desglosa.
Así, a la hora de guionar, Quiroga dice que no hay reglas escritas en esta profesión más allá de la cuestión técnica y artística. En este sentido, reflexiona ante la Agencia: “Tengo una educación sentimental mirando novelas de Migré y películas en blanco y negro. Los personajes femeninos ofrecen una vastedad que en los masculinos no es habitual. Es algo de la vida real, las mujeres tienen un componente de misterio y facetas que en el mundo de los hombres son limitadas. No necesitan sobrecargarse. Traen el melodrama en el rostro. Y eso hace más sencillo hacer lugar a esa regla que dice: ‘menos es más’. Eso de que los hombres podemos sobrevivir en silencio durante horas y las mujeres no, me parece que tiene bastante de cierto”.
Jugar en primera
Además de trabajar en “En el barro” y “El Marginal, en la actualidad Quiroga tiene dedicación full time en la productora Underground. Así, plantea que, cuando se trabaja en la industria audiovisual, las personas tienden a sentir que cada producción es excepcional debido a la inestabilidad del trabajo. “Eso lleva un riesgo alto, como si siempre empezaras de cero. Es diferente cuando sentís que estás trabajando sobre el estándar, no la excepción. La idea de la continuidad se siente más sólida para todas las áreas de trabajo, y el público también lo siente así. Es un panorama menos inseguro”.

Plantea también que trabajar para Underground le permite explorar su creatividad y dedicarle meses a una producción. Cuando esta es para Netflix, la mirada es aún más intensa: “Son empresas con peso en el mercado y posibilidades de apostar al desarrollo de proyectos. La proyección que adquiere una obra cuando se la publica en Netflix es local, regional y mundial, todo al mismo tiempo”.

