
“La idea es hacer un mapeo de la situación de los graduados y graduadas de nuestras carreras a nivel nacional. La encuesta es un esfuerzo colectivo común entre muchas universidades que requiere de la participación voluntaria de los egresados. El trabajo será representativo de cuestiones vinculadas al género, la distribución geográfica en todo el país y la antigüedad de graduación, entre otras cosas”, explica Martín Romeo, docente de la UBA y director de la investigación, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
Y agrega: “A partir de esta encuesta vamos a ver cuál es la calidad de la penetración profesional dentro de los distintos ámbitos de la comunicación, el nivel de formalidad que tienen nuestros trabajos, las herramientas más solicitadas en estos tiempos y las demandas que percibimos por parte del mercado laboral”.
El proyecto surgió a partir de la falta de datos sobre los egresados de las carreras que forman parte de la RedCom. En este sentido, la directora de la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes, Soledad López, cuenta en conversación con la Agencia: “Además de tener una cifra estimativa en relación a la cantidad, podremos saber si hay regiones con mayor tasa de graduación. Contar con información concreta y verificable es una ventaja para pensar políticas públicas y académicas, como pueden ser reformas de planes de estudio o acompañamientos del egreso, más ajustadas a las realidades concretas de nuestros territorios”.
Aunque la encuesta cierra el 31 de octubre, las primeras respuestas ya permiten realizar conclusiones preliminares. En principio, detalla Romeo, las carreras de la RedCom son “una estrategia antiprecariedad y antipobreza”. En este aspecto, los niveles de desocupación y de informalidad laboral son muy bajos en relación al promedio general de Argentina. Al mismo tiempo, vinculado a la realidad económica que atraviesa el país, muchos graduados tienen más de un trabajo para completar un salario adecuado.
No obstante, López resalta: “Incluso en el malestar que se vive en el presente respecto a la degradación del campo laboral en materia de comunicación y periodismo, tener un título hace una diferencia. La mayoría de los graduados que contestaron la encuesta trabajan en el campo de la comunicación social. Nuestras carreras no solo forman para producir contenidos, sino, sobre todo, para analizar y producir reflexivamente procesos comunicacionales, que son complejos y ‘sin garantías’ de orientación y éxito asegurado. Por eso, demandan una plena consciencia de la responsabilidad que implica intervenir en la comunicación pública”.

