Investigadores de la UNAHUR estudian cómo las personas logran mantenerse en pie sin caerse

Analizan cómo el cuerpo realiza movimientos imperceptibles para permanecer estable y, también, las alteraciones que podrían terminar en lesiones.

Persona caminando. Créditos: Shutterstock
Créditos: Shutterstock.

Docentes e investigadores de la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría de la Universidad Nacional de Hurlingham estudian cómo las personas logran mantenerse en pie sin caerse. Para ello, analizan el control postural, que es aquel que hace que el cuerpo nunca esté completamente inmóvil, sino que, en su lugar, realiza pequeños ajustes constantes para mantener la estabilidad. A su vez, exploran cuáles son las posibles alteraciones que puede sufrir este control postural y que se pueden convertir en síntomas más adelante. En diálogo con la Agencia de Noticias Científicas, la directora del proyecto Verónica Quintana cuenta: “Somos sistemas complejos en constante movimiento. Incluso en reposo, realizamos micromovimientos imperceptibles que permiten mantener la estabilidad y conservar el centro de gravedad dentro de la base de sustentación, que está formada por nuestros pies”.

Así, el cuerpo es como un “péndulo invertido”, que está erguido con tendencia a desestabilizarse, sobre todo hacia adelante. Cuando el sistema funciona correctamente y los ajustes automáticos ocurren de manera precisa y silenciosa, permiten que el cuerpo se mantenga de pie sin caer y, a su vez, oscila alrededor de un centímetro cuadrado.

Control postural. Créditos: Unahur
Créditos: Unahur.

Para saber más sobre este movimiento, el equipo de la UNAHUR utiliza una plataforma de fuerza que registra esas pequeñas oscilaciones que realiza el cuerpo cuando una persona está quieta. “No nos caemos porque el organismo cuenta con un sistema de control postural que trabaja de forma automática e integrada. Este combina información proveniente de los receptores sensoriales, que el cerebro procesa, y transforma en órdenes precisas hacia los músculos antigravitatorios para mantenernos estables”, explica la fundadora de la Asociación de Posturología Argentina. 

De esta manera, el objetivo es establecer patrones de referencia que permitan detectar cuándo ese control postural se altera por diferentes motivos. Por ejemplo, en ocasiones, el cuerpo puede seguir en pie pero si su control postural está alterado, gastará más energía y lo hará con menor eficiencia, lo que se puede traducir en un futuro en síntomas. Identificar esos cambios sutiles antes de que se vuelvan visibles puede ayudar a prevenir caídas, lesiones deportivas, disfunciones posturales, y contribuir así a mejorar la calidad de vida de las personas.

el equipo de la UNAHUR utiliza una plataforma de fuerza que registra esas pequeñas oscilaciones que realiza el cuerpo cuando una persona está quieta. Créditos: Unahur.
El equipo utiliza una plataforma de fuerza que registra las oscilaciones que realiza el cuerpo cuando una persona está quieta. Créditos: Unahur.

La investigadora define: “Este proyecto busca, por primera vez en Argentina, establecer valores de referencia del control postural en personas adultas de la zona oeste del Gran Buenos Aires. Con estos datos podremos saber cómo debería comportarse el sistema de control postural en condiciones normales y detectar tempranamente posibles alteraciones mediante una evaluación simple, no invasiva y de bajo costo”.

Actualmente, el equipo está recolectando los primeros registros posturales de los participantes con el objetivo de completar la muestra hacia fin de año y comenzar a delinear los primeros perfiles posturales de la población local. Los resultados también podrían ser útiles para la toma de decisiones clínicas y como base para políticas de salud preventiva.


¿Te gustó esta noticia? ¡Compartila!
Scroll al inicio