Endometriosis: científica investiga una enfermedad que afecta a 1 de cada 10 mujeres y no tiene cura

Carla Rojas, de la Universidad Nacional de San Luis, pone el foco en cómo actúa en el cuerpo la progesterona, una hormona femenina y el principal tratamiento.

Créditos: Universidad de Los Andes.
Créditos: Universidad de Los Andes.

La endometriosis es una enfermedad que afecta aproximadamente al 10 por ciento de las mujeres en edad reproductiva en todo el mundo, se caracteriza por dolor pélvico, infertilidad y una fuerte disminución en la calidad de vida, y aún no tiene una cura definitiva. Desde la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), la licenciada en Ciencias Biológicas Carla Rojas investiga cómo la progesterona, una hormona sexual femenina, actúa en el cuerpo para afrontar la enfermedad. Resulta que las progestinas, derivados de la progesterona, son la primera opción terapéutica para tratar la endometriosis, pero todavía se desconocen con detalle sus mecanismos de acción. “Conocerlos nos permitiría profundizar y desarrollar nuevos tratamientos que sean más eficaces”, afirma Rojas a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.

La endometriosis es una enfermedad en la que, en la parte exterior del útero, crece un tejido similar a la mucosa interior del mismo, que puede causar un dolor intenso en la pelvis y dificultar que se consiga un embarazo. Puede aparecer a partir de la primera menstruación y hasta la menopausia. Según describe la Organización Mundial de la Salud, no se sabe cuáles son las causas de esta enfermedad ni cómo prevenirla. Entre las opciones terapéuticas para aliviar los síntomas, están los métodos anticonceptivos, terapias hormonales, terapias con progestina o una cirugía. En este caso, Rojas estudia la terapia con progestina, una versión de una hormona que se sintetiza en un laboratorio, se coloca en el cuerpo y actúa durante el ciclo menstrual y el embarazo.

“Aunque algunos de sus derivados se utilizan en los tratamientos actuales, todavía se desconocen con detalle sus mecanismos de acción en endometriosis. Nuestro interés fue profundizar en estos mecanismos, especialmente en relación con la inflamación, la neurogénesis y el estrés oxidativo, con la idea de aportar evidencia que oriente hacia nuevas alternativas terapéuticas más eficaces”, explica Rojas ante la Agencia. La neurogénesis es el proceso que contribuye al dolor crónico asociado a la enfermedad y el estrés oxidativo genera daño celular y favorece la inflamación.

Así, Rojas describe que, en su estudio con ratones con endometriosis inducida, vio que el tratamiento con progesterona logró modular tanto la inflamación como la neurogénesis. “Estos hallazgos sugieren que la progesterona podría ejercer un efecto beneficioso no solo sobre la inflamación, sino también sobre el dolor al reducir la densidad de fibras nerviosas en el tejido afectado. Los tratamientos disponibles no siempre son completamente eficaces y pueden generar efectos secundarios, lo que resalta la necesidad de seguir investigando nuevos tratamientos”, expresa la investigadora, y esta hormona podría ser de gran utilidad.

De manera reciente, su trabajo titulado “La administración de progesterona regula la expresión de factores relacionados con la neuroinflamación en un modelo murino de endometriosis inducida” fue seleccionado por la UNSL para representar a la institución en un evento internacional de jóvenes investigadores organizado por la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), una red de universidades públicas, autónomas y autogobernadas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.


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