La autoridad sanitaria aprobó la Butatan-DV. Tiene una eficacia del 75 por ciento y ya se fabricaron un millón de dosis.
Una enfermera inyecta una vacuna contra el coronavirus durante la pandemia. Créditos: CNN.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil aprobó la vacuna nacional contra el dengue Butatan-DV. El hecho no solo es importante para el país gobernado por Lula da Silva, sino que adquiere relevancia a nivel global. En este sentido, se trata de la primera plataforma vacunal en el mundo para esta enfermedad que requiere de una sola aplicación. Según los últimos reportes, ya se encuentran listas un millón de dosis y el objetivo es producir 60 millones en 2026. Por lo pronto, los ensayos clínicos fueron positivos: entre las personas de 12 a 59 años tuvo una eficacia del 74,7 por ciento y una protección del 100 por ciento contra hospitalizaciones. Entre otras ventajas, la producción de Butatan-DV le permitirá al país tener autonomía, reducir el riesgo de desabastecimiento o retrasos en la entrega de vacunas, y no depender de los acuerdos que los laboratorios extranjeros tengan con otros países.
La Butatan-DV no solo se destaca porque requiere de una sola dosis, sino también porque protege contra los cuatro tipos de virus que transmite el dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4). De esta manera, Brasil se convierte en el primer país del mundo en tener aprobada una fórmula con estas características. Esto se debe a que la única vacuna disponible es la japonesa QDenga, que solo se administra a adolescentes de 10 a 14 años, y en las ciudades con mayor incidencia de la enfermedad.
Con el visto buena de la autoridad regulatoria, será el ministerio de Salud quien determine cuándo comenzará la campaña y cómo se distribuirán las dosis. A pesar que la vacuna por ahora está aprobada de 12 a 59 años, Anvisa ya autorizó estudios para evaluar su aplicación en personas de 60 a 79 años. En relación a los niños de 2 a 11 años, los ensayos clínicos ya indican seguridad en este grupo. Sin embargo, todavía faltan más pruebas para su habilitación.
La vacuna brasileña contra el dengue tiene múltiples beneficios. En términos sanitarios, un informe publicado en la revista Human Vaccines & Immunotherapeutics señala que los regímenes con menos dosis se asocian a mayor participación pública, campañas más sencillas para organizar y cobertura de vacunación más rápida durante emergencias sanitarias. En términos políticos y económicos le garantiza al país una distribución rápida y no depender de empresas o países extranjeros para cuidar a su población.
Aunque las cifras en 2025 son más bajas a las de años anteriores, Brasil sufrió un pico histórico de dengue en 2024. En este aspecto, el país contabilizó 6022 muertes y 6,6 millones de enfermos, el mayor número desde que hay registros. Por eso, el gobierno encaró una estrategia integral de prevención, que incluyó la producción de insectos que reducen la formación de crías e impiden la transmisión de la enfermedad.
El control biológico y la producción nacional no solo apuntan a la prevención, la innovación y la soberanía sanitaria, sino que también tienen un impacto en términos económicos. Según la Fundación Oswaldo Cruz, una de las instituciones científicas vinculadas a la salud más prestigiosas en América Latina, la expectativa es que, por cada real invertido, el ahorro del gobierno en medicamentos, hospitalizaciones y tratamientos en general oscilen entre 43 y 550 reales.