Sandra Goñi: “Hoy estamos mejor preparados frente a cualquier conflicto sanitario global”

La directora de la flamante Unidad de Aplicaciones Biotecnológicas para la Salud explica cómo surgió la idea de crearla y hacia dónde apunta esta iniciativa de transferencia tecnológica, que también pone el acento en la salud ambiental.

La nueva unidad abarca distintas problemáticas vinculadas con la salud ambiental y con la salud de los alimentos. Crédito: Magalí Sánchez/ Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.
La nueva unidad abarca distintas problemáticas vinculadas con la salud ambiental y con la salud de los alimentos. Crédito: Magalí Sánchez/ Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.

Durante la pandemia y  por disposición del Ministerio de Salud bonaerense, la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) se constituyó en uno de los 19 centros encargados de realizar pruebas para el diagnóstico de coronavirus. Y lo hizo desde la Unidad Covid, en los laboratorios de la Plataforma de Servicios Biotecnológicos (PSB) de esta institución, donde la infraestructura, la tecnología y los recursos humanos constituyeron un valor esencial y determinante. A más de dos años de aquel entonces, y con la capacidad de revisar los conocimientos que dejó el haber trabajado en la detección del SARS-CoV-2, la Unidad Covid se transforma para brindar respuestas a las distintas problemáticas de salud que demanda el territorio.

Así es que nace la Unidad de Aplicaciones Biotecnológicas para la Salud. Su directora, Sandra Goñi,  doctora en Ciencias Básicas y Aplicadas y docente e investigadora en la UNQ, dialoga con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, y lo cuenta en primera persona: “Vamos a continuar trabajando de manera articulada con distintos organismos de salud para desarrollar métodos que permitan identificar genotipos de alto riesgo para la salud de la población”.

Durante la pandemia, la Universidad Nacional de Quilmes abrió sus puertas para el diagnóstico de casos en la Unidad Covid. ¿Cómo se realizó este trabajo y qué aprendizaje deja la experiencia?

-En el marco de la pandemia se formó la Unidad Covid, en la Plataforma de Servicios Biotecnológicos (PSB) de la Universidad Nacional de Quilmes, ya que ahí contábamos con la infraestructura necesaria para llevar a cabo los diagnósticos. Inicialmente se hizo a través de equipamientos provistos por distintos grupos de investigación, tanto del departamento de Ciencia y Tecnología (CyT) como de la PSB. Pero a mediados de 2020, desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología y de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, se idearon distintas estrategias para fortalecer sectores de ciencia y tecnología que estaban dando respuesta a la pandemia. En ese marco, el ministerio decidió financiar a la Unidad para adquirir equipamientos.

-¿Y qué implicó ello?

-Significó un salto cualitativo muy importante. En ese momento, también asumimos el compromiso de, una vez pasada la pandemia, continuar trabajando para establecer un espacio que brinde respuesta a las distintas problemáticas de salud que tengan demandan desde el territorio. En ese sentido, comenzamos a darle forma a la creación la Unidad de Aplicaciones Biotecnológicas para la Salud.

¿En qué consiste?

-Definimos lineamientos que están centrados, prácticamente, en el diagnóstico y en el desarrollo. En el diagnóstico, seguimos teniendo el compromiso con el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires de continuar atendiendo a las demandas en torno a la covid, y también cualquier otra demanda que pudiese surgir. Si mañana resulta necesario diagnosticar otro tipo de virosis u enfermedad infecciosa de importancia sanitaria, tenemos las capacidades para hacerlo. Hoy estamos mejor preparados frente a cualquier conflicto sanitario global.

¿Qué harán en relación al desarrollo?

-Con todo el equipamiento conseguido y el grupo conformado, vimos la oportunidad de, en el marco de la PSB, ofrecer el servicio de desarrollo de distintas tecnologías o metodologías, tanto moleculares como serológicas para la detección de enfermedades. 

El nuevo proyecto amplía, por lo tanto, los servicios que brinda la UNQ y complementa un área que se venía desarrollando

-Claro, la creación de esta Unidad en la plataforma buscará mejorar la capacidad de transferencia tecnológica ya existente en los grupos de investigación. Por otro lado, se consolida un espacio relacionado con la búsqueda de financiamiento destinado al desarrollo de soluciones metodológicas y tecnológicas para distintas enfermedades y el abordaje a diferentes temáticas de interés para la salud de la población. 

¿En qué están trabajando actualmente?

-En articulación con distintos organismos de salud, estamos trabajando para captar fondos que nos permitan trabajar en el desarrollo de un método molecular que permita identificar genotipos de alto riesgo del Virus del Papiloma Humano (HPV). Si bien no es una enfermedad ni emergente ni con picos estacionales, resulta un marcador en la salud de las personas con útero. Por eso es importante poder trabajar con la  identificación de genotipos de alto riesgo del HPV.

La salud pasó de relacionarse con causas naturales, como las enfermedades infecciosas, a verse afectada por la dimensión ambiental producida por el ser humano. ¿Trabajarán desde la Unidad en esa dirección?

-Abordaremos distintas problemáticas: tanto enfermedades infecciosas, como enfermedades vinculadas con la salud ambiental y de los alimentos. Es un campo amplio que resulta aún más interesante si se aprovechan los lazos y diálogos que se formaron con los actores territoriales en el área de la salud durante la pandemia. La salud ambiental es un campo en constante crecimiento donde, en vinculación con los objetivos de desarrollo sostenible a nivel nacional, hay un monitoreo que cada vez será más fino. En ese sentido, hay más conocimiento y herramientas, pero para seguir trabajando en la formulación de indicadores se van a tener que implementar distintas tecnologías. Apuntamos hacia ese norte.


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María Ximena Perez

Periodista, docente e investigadora. Doctora en Comunicación.