Argentina habilita su primera planta industrial de cannabis medicinal en Jujuy
La empresa autorizada es la estatal Cannava. Su capacidad de producción anual es de 80 toneladas y cuenta con más de 200 trabajadores y trabajadoras.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) habilitó la primera planta de cannabis medicinal del país en Jujuy. Cannava, la empresa estatal cuya propiedad pertenece a la provincia jujeña y preside Gastón Morales (hijo del gobernador Gerardo Morales), procesa anualmente 80 toneladas de inflorescencias medicinales y alrededor de cuatro mil kilos de ingredientes farmacéuticos activos. Creada en 2018 con una inversión pública de 20 millones de dólares, la firma cuenta en la actualidad con 200 trabajadores y trabajadoras. Desde fines de 2021, ya comercializaba en las farmacias de la provincia ‘Cannava CBD10’, un producto para tratar epilepsias, dolores crónicos, ansiedad, mejorar la calidad del sueño, síndromes gastrointestinales y coadyuvar en tratamientos oncológicos, entre otros usos.
“Pensamos que la Anmat ha dado un paso muy importante con la habilitación de la primera planta del país con esta capacidad productiva”, señaló el presidente de la empresa a Radio Andina. Además, Morales sostuvo que no solo Jujuy, sino que Argentina ingresa “en el radar internacional de la producción de cannabis medicinal de grado farmacéutico que cumple con altos estándares de calidad”.
Por su parte, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, la neurocientífica e investigadora principal del Conicet Silvia Kochen, resalta que Argentina está en condiciones de producir cannabis “porque tiene los recursos humanos y tecnológicos”. “Además, cuenta con experiencia desde la agricultura, las buenas prácticas de manufactura, las investigaciones tanto en modelos experimentales como en ensayos clínicos”, agrega.
Alternativa verde
Cada vez más, el uso de cannabis con fines medicinales se extiende en la población. El aceite, su presentación más conocida para estos casos, se expande y llega a más personas. Kochen, quien también es jefa del área de Neurociencias del Hospital El Cruce, sostiene: “Contamos con evidencia científica que demuestra que el cannabis resulta útil en determinadas patologías, aunque debemos seguir con trabajos de investigación para contar con mayor evidencia”.
A fines de 2020, durante una revisión de las recomendaciones de la OMS sobre los beneficios médicos y terapéuticos del cannabis, la Comisión de Estupefacientes de la ONU reconoció su potencial y retiró la marihuana de una lista que la agrupaba junto a drogas letales como la heroína. Con 27 votos a favor, 25 en contra y una abstención, se aprobó en cuestiones de la salud, aunque seguirá siendo ilegal para fines no médicos y no científicos.
Según la Primera Encuesta Nacional de Personas que Usan Cannabis realizada en Argentina por la revista especializada THC y el Centro de Estudios de la Cultura Cannábica Argentina (Cecca), con el acompañamiento de la Licenciatura de Historia de la UNQ, más del 15 por ciento de las personas que consumen cannabis, lo hacen con fines medicinales. De este porcentaje, casi ocho de cada diez usuarios redujeron el consumo de remedios y el 98 por ciento de los encuestados aseguraron haber mejorado su calidad de vida.
Una industria que florece
Según estimaciones de New Frontier Data, en su reporte Global Cannabis Report: 2020 Industry Outlook, el mercado mundial de cannabis legal genera cerca de 150 mil millones de dólares en el mundo. Desde Canadá y Estados Unidos hasta Italia y Alemania, son muchos los países que legalizaron su uso medicinal, y hasta recreativo en algunos casos, e impulsaron la producción de la planta.
En América del Sur, Uruguay es el país más avanzado en este sentido. Según estimaciones del gobierno local, desde 2013 la legalización le sacó 22 millones de dólares al narcotráfico y le generó al país un ingreso por más 45 millones de dólares anuales. Además, Colombia, Paraguay y Perú impulsaron la producción legal de cannabis con fines medicinales.
En síntesis, Argentina dio un paso adelante significativo en cuanto a la producción de cannabis con fines medicinales, de la mano de una empresa estatal y con inversión pública. Así, además de abastecer el mercado interno, el país podría convertirse a futuro en un exportador de productos elaborados a base de cannabis.