Nuevas claves para comprender y tratar las náuseas durante el embarazo

La sensibilidad individual a una hormona generada por el feto podría determinar la gravedad de los síntomas. Terapias para mejorar la calidad de vida de las afectadas.

La GDF15 actúa en una pequeña área de la base del cerebro, desencadenando náuseas y malestar, y las mujeres más sensibles a esta hormona pueden llegar a experimentar episodios de vómitos hasta 50 veces al día. Crédito: Hola.

Un nuevo estudio publicado en la revista Nature, dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge, identifica la causa subyacente de las náuseas y vómitos que afectan a algunas mujeres durante el embarazo. Estos síntomas, comúnmente asociados con el primer trimestre y, en casos más severos, con la Hiperémesis Gravídica (HG), ahora se vinculan directamente a la hormona GDF15, producida por los propios fetos. La GDF15 desencadena su acción en una región específica en la base del cerebro, provocando náuseas y malestar que, en casos extremos, pueden llevar a episodios repetidos de vómitos. 

En ese sentido, el profesor Stephen O’Rahilly, de la Universidad de Cambridge, uno de los autores de la investigación, destaca que la sensibilidad individual a esta hormona es clave para determinar la gravedad de los síntomas, y algunas mujeres llegan a experimentar náuseas y vómitos hasta 50 veces al día. “Saber esto nos da una pista sobre cómo podemos evitar que suceda”, asegura.

La hiperémesis gravídica, que afecta entre una y tres de cada 100 embarazadas, puede representar una amenaza para la vida del feto, llevando a algunas mujeres a necesitar líquidos intravenosos para prevenir la deshidratación. Los resultados de este trabajo revelan que el grado de la enfermedad está directamente vinculado a la cantidad de GDF15 producida en el útero y a la exposición previa a la misma. 

¿Cómo se hizo?

Al examinar a mujeres en el Hospital de Maternidad Rosie en Cambridge, se observó que aquellas con una variante genética de mayor riesgo para HG tenían niveles más bajos de la hormona, mientras que las mujeres con beta talasemia, un trastorno sanguíneo que causa altos niveles de GDF15 antes del embarazo, experimentaron pocos síntomas. En esa dirección, O’Rahilly sugiere que prevenir que la hormona alcance su “receptor altamente específico en el cerebro de la madre” podría ser la clave para un tratamiento eficaz y seguro de este trastorno.

Los descubrimientos no solo proporcionan una comprensión más profunda de las causas detrás de las náuseas matutinas y la hiperémesis gravídica, sino que también abren la puerta a futuras investigaciones y enfoques terapéuticos. 

Con todo, se espera que estos avances conduzcan a nuevos tratamientos que mejoren significativamente la calidad de vida de las mujeres embarazadas afectadas por este trastorno, ofreciendo una esperanza tangible para aquellas que lidian con estos síntomas debilitantes durante uno de los periodos más especiales de sus vidas.


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María Ximena Perez

Periodista, docente e investigadora. Doctora en Comunicación.