Científicos desarrollan agitador magnético: un instrumento clave para mezclar sustancias químicas

Fue creado por especialistas de la Universidad Nacional del Centro a partir de desechos electrónicos. Su diseño es abierto para que cualquiera pueda hacer el propio.

Estudiantes de grado de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional del Centro. Créditos: Unicen.
Estudiantes de grado de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional del Centro. Créditos: Unicen.

Estudiantes de grado de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN) desarrollaron un agitador magnético a partir de desechos electrónicos, tales como el ventilador del procesador de una computadora y un imán que proviene de los discos rígidos. El instrumento es utilizado en los laboratorios, sirve para mezclar líquidos o sustancias químicas de manera automática y su diseño es abierto, lo que quiere decir que ofrecen de manera libre y gratuita las instrucciones de armado. Además, trabajan en conjunto con escuelas técnicas para transferir el conocimiento de la universidad hacia los alumnos y alumnas de secundarios.

El agitador magnético es una plataforma sobre la cual se coloca un vaso de precipitado donde se preparan, calientan, miden o traspasan líquidos. Debajo de ella, hay un imán que gira gracias a un motor; en la solución, se pone otro imán, conocido como “buzo”, que gira debido a la fuerza de magnetismo que se produce entre ellos, revolviendo así la mezcla. En este caso, entre los materiales reciclados que utilizaron para armar el agitador magnético se encuentra un ventilador del procesador de una computadora y un imán adosado a este que proviene de los discos rígidos. 

El resto de los componentes son comprados por una cuestión de seguridad y confianza, como la placa Arduino, los botones y los cables. De todas maneras, son cosas que pueden tomarse de otros dispositivos que ya fueron desechados y reutilizarse”, explica a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ Mayra Garcimuño, coordinadora del Centro Universitario de Innovación Ciudadana de la Unicen, espacio donde fue creado el prototipo.

Y continúa: “El objetivo era hacer un dispositivo lo más económico posible, con bajo impacto ambiental y de diseño abierto. La documentación está disponible para que quien quiera construir un agitador magnético siga esa serie de instrucciones. Allí verá el listado de componentes, cómo programarlo y cómo funciona. También podrá modificarlo y hacerle mejoras o posibles modificaciones según el uso que vaya a darle”. 

El agitador magnético fue realizado a partir de desechos electrónicos, como el ventilador del procesador de una computadora y un imán que proviene de los discos rígidos. Créditos: Unicen.
El agitador magnético fue realizado a partir de desechos electrónicos, como el ventilador del procesador de una computadora y un imán que proviene de los discos rígidos. Créditos: Unicen.

El prototipo fue creado en el marco de una cátedra que se dio en la Facultad de Ciencias Exactas de la Unicen durante el año pasado. En este trabajo se combinaron los saberes de estudiantes de grado, como robótica, programación y tecnología ambiental.

Que la universidad no se aleje del territorio

El equipo estudiantil junto a los docentes se pusieron como segundo objetivo diseñar prototipos que puedan ser utilizados en las escuelas técnicas cercanas a la Universidad. Para esto, realizaron una encuesta a distintos docentes con el fin de saber qué características debían tener los nuevos agitadores magnéticos para que se adecúen a las necesidades escolares.

Entonces, se le agregó un temporizador y un display que permiten ver el tiempo que llevan las sustancias mezclándose y un tubo que permite calzar una varilla y colocar un termómetro para aquellas soluciones que requieren cierta temperatura. El objetivo próximo es que los y las estudiantes visiten las escuelas para realizar junto al equipo docente y los alumnos un agitador magnético que quede en cada establecimiento.

“Este desarrollo tiene un impacto social que es el del conocimiento y la ciencia que se genera en la universidad y llega al territorio. Es súper importante que el estudiante no quede encerrado en su formación académica descontextualizada de su entorno sino en contacto con las necesidades que tiene la propia comunidad”, sostiene Garcimuño.


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Luciana Mazzini Puga

Licenciada en Comunicación Social (UNQ).