Saberes digitales docentes: retos para educar en la bimodalidad

Pensar un marco conceptual para este tipo de habilidades, dentro de una propuesta de formación continua, podría contribuir a una educación más igualitaria y resiliente.

Los saberes digitales docentes son una herramienta para fortalecer el grado de apropiación de las TIC. Crédito: Magisnet.

La aparición de la covid-19 significó un reto global sin precedentes para la educación debido a la forzada decisión de las instituciones de trasladar la enseñanza a escenarios no presenciales. De acuerdo a un informe publicado en 2020 por la Unesco, más de 1520 millones de estudiantes de todos los niveles se vieron afectados por el cierre físico de las instituciones escolares en 180 países. Esto significó que el 87 por ciento de los estudiantes de todo el mundo y 63 millones de maestros y profesores tuvieran que adaptarse a cambios inesperados en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

El distanciamiento social derivado de la contingencia sanitaria propició que muchos docentes se vieran en la necesidad de afrontar un desafío inédito en su labor: transitar de la modalidad presencial a la docencia en ambientes virtuales, sin la preparación adecuada. El abrupto cambio de modalidad puso de manifiesto la existencia de carencias y desigualdades tanto en la disponibilidad de infraestructura tecnológica como en la capacidad de muchos educadores para movilizar sus habilidades tecnopedagógicas y afrontar las particularidades de la enseñanza virtual.

Al respecto, Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc), durante su intervención en el foro “La Educación Superior en Nicaragua y el Impacto del Covid-19”, alertó sobre mantener la misma fórmula para la continuidad pedagógica durante la emergencia. Uno de los elementos que destacó fue la desconexión pedagógica que se presentó ante la falta de preparación para dar clases vía digital, las cuales no son las mismas que se requieren para hacerlo de modo presencial y que se constituye en uno de los obstáculos más urgentes que tiene la formación de docentes.

Las características de este contexto sociohistórico determinado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la pospandemia, representan, por tanto, nuevos impedimentos y oportunidades para el quehacer profesional como académicos, particularmente en identificar e integrar aquellas tecnologías emergentes que puedan ser de utilidad a los procesos educativos en escenarios virtuales, presenciales y bimodales, además de promover el uso de herramientas que sirvan como vehículo para la gestión del conocimiento abierto.

Hacia un marco común de saberes digitales

¿Qué habilidades digitales requiere un docente para aprovechar al máximo las tecnologías disponibles? ¿Cuáles son los avances y propuestas innovadoras? ¿Cómo se conceptualiza la generación de información y conocimiento en las redes tecnológicas y cómo es que la sociedad aprovecha estos espacios? ¿De qué manera se puede colaborar, contribuir y modernizar los medios de interacción en las clases o actividades académicas? Las posibles respuestas implican conceptualizar y profundizar sobre las habilidades digitales y pedagógicas del docente del siglo XXI.

Desde un sentido práctico, se puede entender el concepto de saberes como el conjunto de conocimientos y actitudes que se mueven  para resolver de una manera eficiente, un problema, una tarea o una actividad, incluyendo el desempeño de una función profesional o un rol específico. Por extensión, los saberes digitales podrían comprender todos los elementos esenciales para participar en el contexto de la sociedad global actual, ya que se han convertido en habilidades fundamentales para el aprendizaje permanente, el incremento del capital científico, la gestión de información y la disminución de la brecha digital. En un escenario de pospandemia son herramientas fundamentales para la enseñanza y el aprendizaje y constituyen un elemento esencial y sumamente requerido y valorado por las organizaciones educativas de todos los niveles.

Posibles áreas 

Si se parte de analizar el pasado reciente, los saberes digitales se pueden englobar en cuatro grandes áreas como: alfabetización informacional, comunicación y colaboración, creación de contenido digital y seguridad.

Cuando se habla de alfabetización informacional se hace referencia a la combinación de conocimientos, actitudes, habilidades y prácticas necesarias para acceder, analizar, evaluar, utilizar, producir y comunicar información y conocimiento de formas creativas, legales y éticas que respeten los derechos humanos. 

Los saberes digitales relacionados con la comunicación y la colaboración incluye saber comunicar en entornos digitales, compartir recursos a través de herramientas en línea, conectar y colaborar con otros a través de herramientas digitales, interactuar y participar en comunidades y redes; tener conciencia intercultural y estar familiarizado con las normas de conducta en interacciones en línea.

La creación de contenidos digitales implica tener la habilidad para crearlos, editarlos, integrarlos y reelaborarlos, realizar producciones artísticas, contenidos multimedia y aplicar los derechos de propiedad intelectual y las licencias de uso.

En relación a la seguridad es clave conocer sobre protección de información y datos personales, protección de la identidad digital, protección de los contenidos digitales, medidas de seguridad y uso responsable y seguro de la tecnología, incluyendo la protección de la salud y del entorno.

La ruta de la continua formación

¿Cuál es el camino a seguir para formarse en estos saberes? El elemento más valioso de este proceso es la disposición y voluntad personal para generar un cambio en la práctica. Cada docente debería ubicar cuál es el nivel general de habilidad digital y posteriormente identificar cuál o cuáles saberes son un espacio de oportunidad para su crecimiento profesional. Finalmente, es necesario establecer una ruta de formación continua que permita mejorar, paso a paso, las capacidades. Una buena estrategia para comenzar es identificar cuáles son aquellas habilidades digitales indispensables para cada práctica docente, de acuerdo con la disciplina, el área del conocimiento, nivel educativo en que se imparten clases y contexto general de cada institución.

La pandemia de covid-19 fue solo un ensayo para los retos que están por llegar en Educación Superior. Por eso, contar con un marco conceptual de saberes digitales como parte de una estrategia de formación teórica, metodológica y multidisciplinaria podría contribuir al desarrollo académico docente y al de los y las estudiantes.


*Especialista en docencia en entornos virtuales. Profesora de grado y posgrado en la Universidad Nacional de La Plata y en la Universidad Nacional de Quilmes.

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María Ximena Perez

Periodista, docente e investigadora. Doctora en Comunicación.