Las teorías más aceptadas sobre las causas de estos fenómenos extraños. Cómo afecta la edad a la frecuencia de ambas experiencias.

Clara estaba visitando Buenos Aires por primera vez, admirando cada rincón de la ciudad con ojos nuevos. Al doblar en una esquina, se topó con una plaza que le despertó una sensación peculiarmente familiar, como si ya la hubiera visitado en algún momento de su vida, aunque sabía que eso era imposible. Este sentimiento la envolvió por completo: Clara acababa de experimentar un Déjà vu.
En otro lugar de la ciudad, Carlos se encontraba charlando con sus amigos de toda la vida. De repente, una sensación extraña lo invadió. Miró a sus amigos, escuchaba sus voces, pero algo no encajaba. Aunque sabía perfectamente quiénes eran, en ese instante le resultaban desconocidos, como si los estuviera viendo por primera vez. Carlos estaba viviendo un fenómeno conocido como Jamais Vu.
¿Es posible recordar cosas que nunca sucedieron? ¿Cuál es la causa de que, por ejemplo, una persona pueda sentirse repentinamente ajena a sus amigos de toda la vida en medio de una conversación cotidiana? ¿Qué explicación científica existe detrás de estos fenómenos?
El término “déjà vu” proviene del francés y significa “ya visto”. Se refiere a la sensación extraña y desconcertante de haber experimentado previamente una situación nueva. En su libro titulado The Psychology of Deja Vu, Vernon Neppe, neuropsiquiatra y director del Instituto Neuropsiquiátrico del Pacífico en Seattle, lo define como una “impresión subjetivamente inapropiada de familiaridad de una experiencia presente con un pasado indefinido”.
Teorías y causas
La Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, accedió a un estudio publicado en The Journal of Nervous and Mental Disease, llevado a cabo por científicos japoneses, donde se analizó a 386 personas, de las cuales 294 (76 por ciento) habían experimentado alguna vez la sensación de “ya he vivido esto antes”, aunque no hubiera ocurrido realmente. Este trabajo también mostró que la frecuencia del déjà vu disminuye con la edad. Según detalla, entre los jóvenes de 18 a 29 años, casi 9 de cada 10 sintieron un déjà vu. En el grupo de 30 a 39 años, la cifra disminuye a 8 de cada 10. La tendencia continúa descendiendo con la edad: alrededor de 7 de cada 10 personas de 40 a 49 años tuvieron esta experiencia, 6 de cada 10 en el rango de 50 a 59 años, y entre los 60 y 69 años, solo el 50 por ciento sintió un déjà vu.
Las causas del déjà vu no se comprenden completamente, pero existen varias teorías. Una de las explicaciones más populares es que es un fallo en el procesamiento de la memoria. Según esta teoría, el cerebro puede mezclar señales y almacenar una experiencia como memoria, antes de que la mente consciente la procese completamente, lo que resulta en la sensación de familiaridad.
Otra teoría sugiere que puede ser el resultado de una sincronización imperfecta entre los hemisferios del cerebro, donde una parte procesa la información un poco más rápido que la otra. Además, algunos investigadores lo relacionan con pequeños lapsos en la actividad del lóbulo temporal del cerebro, el área involucrada en la memoria y el reconocimiento. Estos lapsos pueden ser tan breves que no se detectan como eventos anormales pero son lo suficientemente significativos como para crear la sensación de familiaridad.
Jamais Vu: el opuesto del Déjà Vu
Hay otro fenómeno igualmente intrigante pero menos conocido: el “jamais vu”. El término proviene del francés y significa “nunca visto” y es el opuesto del déjà vu. Describe la experiencia de encontrar algo familiar como si fuera completamente nuevo y desconocido. Es decir, el jamais vu provoca una sensación de extrañeza frente a situaciones, personas o lugares que se deberían reconocer.
Un ejemplo típico puede ocurrir cuando se repite una palabra muchas veces seguidas. Después de varias repeticiones, la palabra puede empezar a sonar extraña y perder su significado. Este fenómeno también puede suceder en situaciones cotidianas, como no reconocer momentáneamente a una persona cercana o un lugar que se frecuenta.

Aunque todavía no se determinan las causas exactas, diversas teorías intentan explicarlo. Una de ellas sugiere que el jamais vu podría ser consecuencia de una sobrecarga cognitiva. La repetición intensa de una palabra o situación puede saturar los circuitos neurales encargados de la familiaridad, lo que provoca que lo conocido se sienta extraño. Otra posible causa es la fatiga mental. El cansancio extremo puede afectar la capacidad para reconocer objetos y situaciones familiares, dando lugar a sensaciones de jamais vu.
Algunas investigaciones apuntan a que el jamais vu podría estar relacionado con disfunciones temporales en el lóbulo temporal del cerebro, una región crucial para la memoria y el reconocimiento. En casos más graves, puede estar asociado con trastornos neurológicos como la epilepsia del lóbulo temporal. Los pacientes con esta condición pueden experimentar episodios frecuentes de jamais vu, lo que sugiere un vínculo entre el fenómeno y ciertas disfunciones cerebrales.
Con todo, si bien puede resultar fascinante pensar en cómo el cerebro es capaz de jugar con las percepciones, es importante estar atentos a señales que puedan indicar un trastorno neurológico. Síntomas como dolores de cabeza frecuentes, debilidad, temblores, pérdida de conocimiento o confusión no deben ser ignorados. Consultar a un profesional de la salud en estos casos es esencial para asegurarse de que todo esté en orden.