Ariana Grande y el enigma científico que esconde su voz

Cómo funciona la “colocación vocal”, la técnica preventiva que usa esta estrella del pop para proteger sus cuerdas vocales.

La colocación vocal es una técnica utilizada en el canto y la actuación para optimizar la producción de sonido y asegurar que la voz se proyecte de manera clara y sin esfuerzo. Crédito: La Vanguardia.

En medio de la vorágine mediática por su papel en la próxima adaptación cinematográfica de “Wicked”, la superestrella Ariana Grande sorprendió a sus fanáticos durante una entrevista en un podcast. Lo que comenzó como una charla sobre su nueva película se transformó en un misterio vocal cuando el tono de su voz cambió drásticamente, de grave y ligeramente ronco a uno agudo y suave. Esta modificación inesperada generó una oleada de especulaciones entre sus seguidores.

Sin embargo, la verdad detrás del cambio tiene que ver con la preservación de su salud vocal, una práctica esencial para cualquier cantante profesional. En ese sentido, Grande explicó que cambia rutinariamente su “colocación vocal” para proteger sus cuerdas vocales. Pero, ¿qué significa esto realmente?

La técnica de colocación vocal permite que interactúen las cuerdas vocales con el tracto vocal (la garganta, nariz y boca). Este tracto actúa como un filtro, amplificando algunas ondas sonoras y atenuando otras, lo que crea una voz única y reconocible.

En varias entrevistas, la cantante eleva su voz hacia su tracto vocal superior, hacia la nariz, lo que amplifica ciertas vibraciones y produce un sonido más agudo y brillante. Esta técnica reduce el estrés en las cuerdas vocales. Además, su voz suena ligera y aireada, lo que se logra disminuyendo la fuerza ejercida sobre las cuerdas vocales, permitiendo que no se cierren completamente y evitando así colisiones bruscas que podrían causar fonotrauma.

La ciencia de la voz y el fonotrauma

Para entender el impacto de esta técnica, es necesario conocer cómo se produce la voz. Las cuerdas vocales son dos tiras musculares delgadas en la garganta que se juntan y vibran cuando el aire pasa a través de ellas. La tensión y la longitud de las cuerdas vocales determinan el tono de la voz: cuanto más tensas y largas, más agudo será el sonido; cuanto más relajadas y cortas, más grave será.

El uso excesivo e incorrecto de la voz puede llevar a lo que se conoce como fonotrauma, una lesión de las cuerdas vocales. Este tipo de trauma es común entre cantantes y actores que utilizan su voz de manera intensiva. Si bien los trastornos de la voz pueden afectar a cualquier persona, son particularmente devastadores para quienes dependen de su voz para ganarse la vida, como los cantantes profesionales.

Grande no es ajena a estos problemas. En 2013, sufrió una hemorragia en las cuerdas vocales, una condición que ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe debido al fonotrauma. Fue necesaria una estricta orden de reposo vocal para su recuperación. No obstante, algunas lesiones requieren cirugía, un procedimiento que conlleva riesgos significativos. La legendaria Julie Andrews, por ejemplo, perdió su voz cristalina después de una cirugía menor en las cuerdas vocales en 1997.

Afortunadamente, no todas las intervenciones quirúrgicas resultan desastrosas. La ganadora del Grammy, Adele, se sometió a una cirugía en 2011 para remover un pólipo en las cuerdas vocales y pudo continuar su exitosa carrera desde entonces. Sin embargo, aquellos que no modifican sus hábitos post-cirugía pueden enfrentar nuevamente los mismos problemas.

Con todo, aunque puede parecer una técnica compleja, lo que esta princesa del pop hace es esencialmente evitar lesiones. Como con muchas condiciones de salud, la prevención es la mejor medicina. Lo bueno es que Grande parece estar abrazando el desafío con determinación, asegurando así que su voz pueda seguir deleitando a sus fans por muchos años más.


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María Ximena Perez

Periodista, docente e investigadora. Doctora en Comunicación.