Cómo los relojes inteligentes pueden impulsar un estilo de vida más saludable
Se trata de dispositivos que ayudan a la prevención y al diagnostico temprano de enfermedades, así como también fortalecen la relación médico-paciente.
Con un reloj inteligente en su muñeca, Claudia comenzó a monitorear su ritmo cardíaco diariamente como parte de su rutina de ejercicio. Un día, notó picos inusuales durante actividades cotidianas. Preocupada, consultó a su médico, quien descubrió un problema cardíaco potencialmente grave en sus primeras etapas. Gracias a la detección temprana facilitada por su reloj, recibió tratamiento a tiempo, evitando complicaciones mayores.
En la era digital, los “dispositivos ponibles”, conocidos en inglés como “tecnología wearable”, son aliados en la gestión personalizada de la salud y transforman radicalmente la manera en que las personas supervisan, previenen y mejoran su bienestar diario. Diseñados para ser llevados en el cuerpo como accesorios o prendas de vestir, tienen la capacidad de cambiar la forma en que el ser humano monitorea y gestiona su salud diaria.
¿Cómo funcionan? Por ejemplo, los relojes inteligentes y las pulseras de actividad, son capaces de registrar una amplia gama de datos relacionados con el ejercicio físico. Estos incluyen el conteo de pasos, la distancia recorrida, las calorías quemadas y los minutos de actividad. Este seguimiento continuo motiva a los usuarios a mantener un estilo de vida más activo y saludable.
Muchos de estos dispositivos cuentan con sensores avanzados que monitorean el ritmo cardíaco en tiempo real. Ello permite que cada persona pueda detectar irregularidades y recibir alertas tempranas sobre posibles problemas cardíacos. Además, algunos pueden realizar electrocardiogramas (ECG) y enviar los resultados directamente a los médicos. Sumado a esto, también analizan patrones de sueño, identificando las diferentes fases (ligero, profundo y REM). Esta información resulta importante para mejorar los hábitos de sueño y, por ende, la salud mental y física.
Para personas con condiciones médicas crónicas, como diabetes o hipertensión, existen dispositivos especializados que monitorean constantes vitales específicas. Por ejemplo, los monitores de glucosa continuos pueden medir los niveles de azúcar en sangre en tiempo real y alertar sobre posibles episodios de hipoglucemia o hiperglucemia.
Personalización de la salud
Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Birmingham, a la que la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes pudo acceder, destaca que el empoderamiento del paciente es clave en la evolución tecnológica. Al permitir al ser humano gestionar de forma autónoma su salud mediante la recopilación continua de datos, los dispositivos ponibles democratizan el acceso a la información médica y fortalecen la relación médico-paciente.
Publicado en la revista JMIR, el estudio explica que este empoderamiento se refleja en mayor comodidad y conveniencia al evitar consultas frecuentes, así como en el enriquecimiento de datos para diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados. En esa línea, los datos detallados recopilados por estos dispositivos capacitan a los usuarios y permiten a los profesionales de la salud diseñar programas de bienestar adaptados a necesidades individuales específicas.
Con todo, la revolución de la salud personal promete un futuro donde la tecnología y el bienestar se entrelazan para ofrecer vidas más largas, saludables e informadas.