
El Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas (IDIP) del Hospital de Niños de La Plata -dependiente de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) y el Ministerio de Salud bonaerense- presentó la leche “Super Mil Mamá”, que contiene las vitaminas y minerales necesarios para suplementar la lactancia materna en los primeros meses de vida de niños y niñas. En 2021 este proyecto había obtenido un subsidio en el marco del programa “Ciencia y Tecnología contra el Hambre”, del entonces Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Nación, durante la gestión de Roberto Salvarezza, quien actualmente es presidente de la CIC.
Cuatro años después, el desarrollo tecnológico ya es una realidad. El IDIP se asoció con Addvance SA, una Pyme de Santa Fe ubicada en plena cuenca lechera, que ya produjo una primera tanda de leche en polvo. En total, 6710 litros ya fueron donados a la Municipalidad de La Plata y están siendo distribuidos en 29 centros de atención primaria a la salud.
Según explicó Agustina Malpeli, directora del instituto de investigación, el objetivo primario fue “desarrollar un producto que contenga distintos componentes que mejoren la leche tradicional: vitaminas, minerales y fundamentalmente ácidos grasos esenciales”.
Esta leche en polvo está ideada para ser distribuida de forma ágil y económica en distintos puntos del país, donde pueda reconstituirse con agua segura y envasarse en cualquier planta que tenga la infraestructura para hacerlo. La intención es que pueda ser entregada en el marco de diferentes programas de asistencia alimentaria para la población materno infantil en condiciones de vulnerabilidad.
“La fórmula de Super Mil Mamá tiene múltiples vitaminas y minerales en cantidades que cubren hasta un 40 por ciento la recomendación y además contiene ácidos grasos de cadena larga que son muy importantes para que sean incorporados en el cerebro del bebé durante los primeros meses de vida, porque esto también va a influir en su desarrollo. Entonces lo que buscamos es que esa grasa que es de bajo consumo en la población, la podamos directamente incluir en la leche”, aseguró Malpeli.

Trayectoria e innovación tecnológica
El IDIP, creado en 2001 dentro del Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata, tiene una extensa trayectoria de investigación. Además del consultorio pediátrico, también tiene otro específicamente materno. “Surge porque nosotros lo que veíamos es que la mamá se ve invisibilizada luego de que el bebé nace, porque durante el embarazo es muy cuidada, pero luego su salud pasa a un segundo plano”, expresó.
“Lo que hacemos es atender a la mamá cada vez que viene al control del bebé y acompañarla con distintas cuestiones de su salud. Nosotros ponemos bastante foco en lo nutricional y lo metabólico, pero también acompañamos desde otros ámbitos como el psicológico”, agregó.
En ese trabajo de más de 20 años que vienen realizando sobre madres e infancias en situación de vulnerabilidad, la profesional detalló que han podido detectar que “la leche de estas mamás era deficiente en algunos nutrientes, y sobre todo había deficiencias en el estado nutricional de ellas“.
“Lo que buscamos con el consumo de estas leches es que puedan suplir esos nutrientes que les están faltando con la dieta. Y mejorar no sólo su estado nutricional sino también la composición de la leche que le dan a sus bebés”, afirmó. El producto está especialmente pensado para intervenir nutricionalmente en los 1000 días que van entre los 9 meses de gestación y los dos años de vida del niño o niña.
La investigación continúa
Aunque Super Mil Mamá ya se distribuye en la provincia de Buenos Aires, la IDIP sigue investigando y el objetivo actual es evaluar el impacto concreto que tiene la leche en el estado nutricional de la madre, y en el crecimiento y desarrollo de sus hijos e hijas. El Instituto tiene contacto con distintas maternidades de La Plata, a través de las cuales van incorporando mamás a la investigación. Actualmente ya tienen alrededor de 40 en el marco del estudio y seguirán sumando más hasta fin de año. Estiman que las conclusiones estarán listas en uno o dos años, aunque en ese lapso también irán obteniendo resultados parciales.
Sobre las características que tienen que tener las madres para sumarse a la investigación, Malpeli señaló: “Fundamentalmente les tiene que gustar tomar leche, porque el proyecto requiere que consuma una taza diaria durante tres meses, que es el período de tratamiento, desde que el bebé cumple un mes hasta que cumple cuatro, ahí termina el proceso. El otro requerimiento es que tiene que darle lactancia materna exclusiva, por lo menos hasta el cuarto mes”.
El estudio se realiza con dos tipos de leche, para evaluar los resultados de cada una: “una es la Super 1000 Mamá y la otra es una leche en polvo común comercial fortificada solo con vitaminas A y D. La primera tiene más vitaminas, más minerales y ácidos grasos esenciales”.
Dentro de los nutrientes críticos para el grupo de personas al que está destinado el producto, se incluyen minerales tales como calcio, hierro, zinc, yodo y vitaminas como A, D, C, B12 y ácido fólico. Además, contiene agua de calidad exclusiva, con desalinización controlada, para que también cumpla con una función nutricional específica ayudando a controlar los niveles de minerales, la hidratación y los sólidos totales de manera justa.
“Cuando se suman las mamás al estudio, les entregamos una taza, con la medida exacta que tienen que poner. La leche en polvo la reconstituyen con agua, que puede ser fría o caliente”, contó Malpeli. El estudio se realiza de manera multidisciplinaria e integral, con un equipo en el que intervienen especialistas del Ministerio de Salud bonaerense, licenciados en obstetricia, un psicólogo, odontólogas, pediatras y bioquímicos.
*Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires.