Andropausia: ¿por qué el proceso normal del envejecimiento masculino es tabú?

Es un estado natural y gradual que no debería cambiar la calidad de vida. El descenso de la libido y aumento del cansancio son parte de los síntomas más usuales.

La disminución en los niveles de hormona masculina, o testosterona, es menos severa que la caída en los niveles hormonales para las mujeres durante la menopausia. Crédito: Vanguardia.
La disminución en los niveles de hormona masculina es menos severa que la caída en los niveles hormonales para las mujeres durante la menopausia. Crédito: Vanguardia.

Disfunción eréctil, masa ósea y deseo sexual reducidos, aumento de sudoración, deterioro de la memoria, insomnio, cabello y piel más secos, irritabilidad y ansiedad, constituyen algunos de los síntomas que forman parte de la andropausia, el proceso normal de envejecimiento masculino y que, a priori, se podrían comparar con los de la menopausia, aunque realmente no son los mismos. A diferencia de las mujeres, este proceso es más lento y progresivo, y puede durar años.  Además, la andropausia no se da necesariamente en todos los hombres.

Gastón Rey Valzacchi, médico especialista en urología, Jefe de Andrología y Reproducción del Servicio de Urología del Hospital Italiano de Buenos Aires, dialoga con la Agencia de noticias científicas de la UNQ y explica que el término médico para lo que comúnmente se conoce como andropausia es “hipogonadismo asociado a la edad, lo que se traduce, específicamente, a la caída en la funcionalidad de los testículos en su rol de producción de testosterona”. 

¿Qué es la testosterona? Es la hormona sexual más importante del varón: ayuda no solo a tener los elementos diferenciadores masculinos como son el vello facial, corporal o la masa muscular, sino que está implicada en el deseo sexual, la salud ósea y colabora en la regulación de la glucemia o del colesterol en sangre. Pero, ¿qué pasa cuando los niveles de esta hormona empiezan a decaer naturalmente, por el proceso natural y gradual del envejecimiento? La repercusión no es solo sexual, como se tiende a pensar, sino que tiene consecuencias múltiples en el organismo. 

Según el especialista, la disminución de la testosterona se da a partir de los 35 años, pero esta caída es muy lenta y progresiva: “No existe un rango de edad específico para este cuadro. Lo que sucede es que, a medida que avanza la edad, hay más posibilidad de que hombres entren por debajo de los niveles normales de testosterona y puedan empezar a tener síntomas. Los porcentajes son mayores cuanto mayor es el hombre. Por ejemplo, en una determinada población, a los 50 años, va a tener un 30 o 40 por ciento por debajo del nivel de testosterona normal. A los 60 años, ese porcentaje puede ser del 50 por ciento, a los 70 años, del 60 por ciento y así sucesivamente. Pero hay hombres que pueden tener 85 años y tener los niveles de testosterona normales”.

Por otro lado, existen determinados factores que pueden acelerar este proceso y hacer más notables los síntomas de hipogonadismo asociado a la edad, como una predisposición genética, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el consumo de alcohol, tabaco u otras drogas, el padecimiento de enfermedades tiroideas o el estrés.

Diagnóstico y tratamiento

Rey Valzacchi explica que para realizar un diagnóstico existe un trípode: síntomas, análisis de sangre y edad. “Lo primero que se evalúa son los síntomas como bajo deseo sexual, disminución en la funcionalidad sexual, irritación, cambios en el humor, disminución en la masa muscular, aumento del tejido graso, osteoporosis, depresión”. El segundo paso es confirmarlo con un análisis de sangre donde se mide testosterona y testosterona biodisponible. Si están bajas, entonces se puede diagnosticar. Por último, hay un tercer punto de suma importancia. “El cuadro debe relacionarse con la edad, porque si este mismo cuadro se da en una persona de 20 años, esto no es una andropausia sino otra cosa”, aclara el experto.

Una vez confirmado el diagnóstico, se ofrecen tratamientos con suplementos hormonales que busquen corregir la deficiencia, y que se pueden administrar en geles e inyecciones intramusculares. “En Argentina hay dos formas de presentación de testosterona: una es la vía transdérmica, a través de un gel que se coloca en la piel diariamente todas las mañanas, que se absorbe y que mantiene muy buenos niveles. La otra vía es la inyección intramuscular que se va liberando lentamente y que la persona se da una inyección cada tres meses. Ambas son muy efectivas, revirtiendo los síntomas, especialmente en la función sexual”, detalla el urólogo.

Sin embargo, como todo medicamento, no cualquier persona puede recibirla. Una de las principales contraindicaciones es que el paciente no tenga un cáncer de próstata, muy frecuente en este grupo etario. Por eso es importante, antes de la aplicación de este fármaco, hacer un buen control prostático. “Lo mismo sucede si el paciente tiene cáncer de mama, aunque no es tan frecuente en los hombres. Otra contraindicación es tener los glóbulos rojos muy altos, ya que la testosterona estimula su producción”, aclara.

Claves para poder vivirla en plenitud

A medida que los hombres van envejeciendo, es recomendable que sigan una serie de actividades para intentar mantener su producción de testosterona y así evitar alteraciones en su organismo y estado de salud. Por ejemplo, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio, descansar bien y mantener la actividad sexual son algunas pautas importantes para combatir la andropausia.

En ese sentido, es clave, también, romper “el silencio”: frente al tabú, la mejor receta es la información.


Últimas noticias de la sección Salud:



¿Te gustó esta noticia? ¡Compartila!

María Ximena Perez

Periodista, docente e investigadora. Doctora en Comunicación.