Cecilia Grierson y Ramón Carrillo: quiénes son las caras del billete de dos mil pesos

La medicina y la ciencia se hicieron un lugar en la nueva moneda papel que tendrá el valor más alto en el país. Conocé la historia de dos luchadores de la salud.

Así es el nuevo billete que incluye las figuras de Cecilia Grierson y Ramón Carrillo. Créditos: Banco Central de la República Argentina.
Así es el nuevo billete que incluye las figuras de Cecilia Grierson y Ramón Carrillo. Créditos: Banco Central de la República Argentina.

Luego de especulaciones sobre la emisión de un nuevo billete con un valor más alto de los mil pesos actuales, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) aprobó la creación de la moneda papel de dos mil pesos. Diseñado en colaboración con la Casa de la Moneda, el billete cuenta con una novedad desde su aspecto: no estará comandado por un líder de la historia política o un animal autóctono, sino que se resalta el rol de la ciencia y dos personajes claves de la salud y la medicina en el país. Cecilia Grierson y Ramón Carrillo serán las caras del anverso, mientras que en el reverso figura el Instituto Malbrán. Al menos con un gesto y después de la lucha encarnada durante la pandemia, la Salud Pública tiene su reconocimiento.

La primera médica argentina

Nacida en 1859, Cecilia Grierson ejerció el rol de maestra desde la adolescencia y su primer título fue vinculado a la docencia. Sin embargo, en 1883 ingresó a la Universidad de Buenos Aires con un objetivo: convertirse en médica. La enfermedad y el fallecimiento de una amiga la habían inclinado por la vocación de la medicina. Seis años más tarde, rompiendo todos los mandatos, reglas y roles asignados, Grierson se transformó en la primera médica del país.

Como si fuera poco, en el medio de su carrera hubo un brote de cólera en Buenos Aires y fue convocada a prestar servicio. En ese contexto, a Grierson le surgió la idea de combinar la educación con la medicina. Años más tarde, fundó escuelas, asociaciones y sociedades como la Escuela de Enfermeras del Círculo Médico Argentino, la Asociación Médica Argentina, la Sociedad Argentina de Primeros Auxilios y la Asociación Obstétrica Nacional de Parteras, entre otras.

Esos mismos obstáculos y prejuicios que superó para transformarse en médica, la llevó a convertirse en lideresa de la lucha por los derechos civiles y políticos de las mujeres. Además, Grierson batalló por las infancias y sordomudos desde una perspectiva social y centrada en sus necesidades. En Los Cocos, provincia de Córdoba, la médica pasó sus últimos años y falleció en Buenos Aires en 1934. Su nombre hoy encabeza la vacuna de producción nacional que superó la fase I y busca ser aprobada en 2023.

Sanitarismo y medicina social

Neurólogo y Neurocirujano, Carrillo nació en 1906 en Santiago del Estero. Tras recibirse en 1929 de médico con medalla de oro en la UBA, viajó a Europa para especializarse. A su vuelta, en medio de la década infame, se codeó con pensadores de la talla de Homero Manzi, Raúl Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche. En 1937, trabajando en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Militar Central, conoció a Juan Domingo Perón.

Años más tarde, ya con Perón en la presidencia, Carrillo se convirtió en el primer ministro de Salud de Argentina. En ese rol pensó a la medicina desde una perspectiva social y dejó conceptos inmortales como que la mala alimentación, los malos salarios y las malas viviendas “tienen tanta o más trascendencia en el estado sanitario de un pueblo, que la constelación más virulenta de agentes biológicos”. Durante su gestión, que se extendió desde 1946 a 1954, se construyeron más de 20 hospitales, se crearon más de 200 centros de atención sanitaria en todo el país, se redujo de forma significativa la mortalidad infantil, tuberculosis, paludismo y sífilis, entre otras enfermedades.

Además, se estableció la gratuidad de la atención, los estudios, tratamientos y provisión de medicamentos a los pacientes. Hubo campañas masivas de vacunación y se impulsó un tren sanitario que recorrió el país y realizó análisis clínicos, asistencia médica y odontológica sin cargo. También enfrentó a las farmacéuticas y durante su mandato creó la primera fábrica nacional de medicamentos, que funcionaba en el Instituto Malbrán y producía medicinas un 70 por ciento más baratas que las de los laboratorios privados.

Carrillo abandonó el cargo en 1954 a causa de una enfermedad que lo llevó a tratarse a Estados Unidos, pero el golpe de Estado contra Perón le embargó sus bienes y lo acusó de corrupción. Sin recursos y en el exilio, el padre de la medicina social se radicó en el norte de Brasil y falleció por un accidente cerebrovascular en 1956.

Una institución protagonista

En el reverso del billete figura la fachada de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (más conocido como Instituto Malbrán), nombre que representa al doctor que impulsó la creación del Instituto Nacional de Microbiología y Conservatorio de Vacunas a principios del siglo XX y combatió enfermedades como la difteria. El Instituto nació en 1893, aunque en sus inicios fue una dependencia de bacteriología (comandada por el mismo Malbrán) de la naciente Oficina Sanitaria Argentina.

El Malbrán es uno de los principales centros de investigación de microbiología en el mundo y en él trabajaron figuras como Bernardo Houssay y César Milstein, ambos premios Nobel. En la actualidad ejecuta las políticas sanitarias del Ministerio de Salud en torno a la prevención, diagnóstico referencial, investigación y tratamiento de enfermedades toxo-infecciosas, de base genética, de base nutricional y no transmisibles.


Últimas noticias de la sección Sociedad:



¿Te gustó esta noticia? ¡Compartila!

Nicolás Retamar

Redactor. Docente y licenciado en Comunicación Social.