Reincidencia penitenciaria: ¿cómo pensarla más allá de los números y la trayectoria criminal?

La especialista Ana Passarelli* reflexiona sobre el primer informe presentado en la Provincia de Buenos Aires, que aporta información para la creación de políticas públicas.

Presentación del primer informe sobre Reincidencia Penitenciaria en la Provincia de Buenos Aires . Créditos UNQ.
Presentación del primer informe sobre Reincidencia Penitenciaria en la Provincia de Buenos Aires. Créditos UNQ.

A comienzos de abril, fue presentado en la Universidad Nacional de Quilmes el primer informe sobre Reincidencia Penitenciaria en la Provincia de Buenos Aires. Representa el resultado de un trabajo conjunto entre el Laboratorio de Estudios Sociales y Culturales Sobre Violencias Urbanas (LESyC) del Departamento de Ciencias Sociales de la UNQ y la Subsecretaría de Política Criminal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires enmarcado en el convenio celebrado entre la Universidad y el Ministerio en mayo de 2022.

Sobre la base de los proyectos de investigación aprobados por la Secretaría de Investigaciones de la UNQ y por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, se viene trabajando en pensar la reincidencia penitenciaria con los “números”, pero más allá de los números. Es decir, pensar la reincidencia como un problema que es necesario leer al lado de otros problemas y que no se reduce únicamente a las estadísticas. Se propone así, leer la reincidencia más allá de las llamadas trayectorias criminales corriéndonos de las miradas juridicistas y liberales que cargan la reincidencia o la reiterancia a la cuenta de los individuos.

La reincidencia no se explica únicamente a partir del derrotero individual sino, sobre todo, a partir de la presión que ejercen las rutinas institucionales (policiales y judiciales) sobre determinados sectores de la sociedad por el solo hecho de tener determinadas características sociales, entre ellas, haber pasado alguna vez por un espacio de encierro.

En ese sentido, el propósito fundamental es generar información que luego pueda ser utilizada en la creación e implementación de políticas públicas. Desde la Universidad, nuestro rol como docentes, investigadores y extensionistas es producir información y conocimiento, en vinculación permanente con la comunidad, para el desarrollo de políticas públicas. Pero también para revisar las propias prácticas de las burocracias que integran el sistema penal que contribuyen, con sus rutinas y dinámicas, a reproducir las condiciones para que sectores de la población permanezcan en el “radar” de las agencias penales (policías, fiscales y justicia) y vuelvan a pasar otra vez por un espacio de encierro.

El informe presentado es el primero de una serie de cinco donde se aborda la reincidencia penitenciaria según otras variables que tengan en cuenta la edad, el género, el delito, la actuación de los departamentos judiciales y también las dinámicas de ingreso y egreso para conocer los ritmos, frecuencias y la dimensión temporal.

Con todo, los informes son un punto de partida que orienta nuestro trabajo de campo que permita repensar la llamada “reincidencia” con el punto de vista de los actores que pasaron más de una vez por experiencias de encierro, pero también con sus redes de apoyo, las familiares y organizaciones de la sociedad civil, así como también con las perspectivas y dinámicas de los operadores del sistema penal.

Para leer el informe completo, es posible descargarlo aquí.


*Socióloga y magister en Ciencias Sociales, Profesora, investigadora y extensionista de la UNQ. Integrante del Laboratorio de Estudios Sociales y Culturales sobre violencias urbanas (LESyC) y de la revista Cuestiones Criminales. Autora de La local.

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