Investigadoras de la UNQ desarrollan una herramienta digital interactiva para la toma de decisiones educativas
La plataforma tecnológica brinda información valiosa como la oferta completa de carreras universitarias, la cantidad de estudiantes y egresados.
En el marco del Programa Puentes (proyecto destinado a fortalecer el acceso a los estudios terciarios y universitarios en toda la provincia de Buenos Aires), investigadoras de la Universidad Nacional de Quilmes desarrollaron una herramienta digital interactiva de planificación y gestión que permite conocer de forma sencilla toda la oferta educativa secundaria y de nivel superior de la región, la cantidad de establecimientos y de estudiantes que cursa cada carrera, entre otras opciones. Así, la aplicación genera estadísticas que se desagregan por áreas, distritos, títulos, género y tipo de gestión educativa. Se trata de un programa que está disponible en la web, es de software abierto y cualquier persona puede recorrerlo para conocer y descargar la información que precisa.
El objetivo es que equipos técnicos y profesionales vinculados a la política accedan a la plataforma para poder resolver determinadas situaciones en base a datos certeros y actualizados. Además, la aplicación puede seguir creciendo ya que podrían agregarse fuentes culturales, sanitarias y productivas, por nombrar algunas, y replicarse en otras provincias, países y regiones.
“Lo interesante de este trabajo tuvo que ver con una demanda del gobierno de la provincia de Buenos Aires para diagnosticar y tener un estado de situación del nivel superior en la Provincia para tomar decisiones educativas y políticas”, señala María Teresa Lugo, directora del equipo de investigación y del Centro de Políticas Públicas en Educación, Comunicación y Tecnología de la UNQ, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
Ágil y amigable
El pedido de la Provincia parecía sencillo: elaborar un diagnóstico sobre la cantidad y la ubicación de las universidades, institutos terciarios y secundarios; dar cuenta de las ofertas educativas disponibles y de la cantidad de estudiantes que cursaban cada carrera.
Sin embargo, el desafío era que esos datos estén centralizados, presentados de una manera amigable para el usuario y que sirvan para tomar decisiones que vinculen la educación y el trabajo con el fin de potenciar la oferta con la demanda de cada jurisdicción. Así, la herramienta tecnológica sirvió como insumo para plantear propuestas políticas y acciones concretas hechas a la medida de las necesidades sociales, productivas y territoriales.
Este programa no solo permite identificar qué ofertas, instituciones y trayectos están cubiertos, sino también las áreas de vacancia. “Esto es un punto importante para la toma de decisiones porque se puede identificar dónde hay superposición de ofertas y cuáles son aquellos desarrollos que merecen una línea especial de intervención y de trabajo”, destaca Lugo.
Oferta y demanda
El mapa permite, rápidamente, ver qué hay y qué falta, cuáles son las matrículas disponibles y hasta los potenciales interesados en determinadas carreras. En este caso, el fin es articular la oferta educativa con las demandas del territorio, en particular aquellos vinculados con los socios productivos.
El mapa georreferenciado que pensaron y diseñaron las investigadoras en conjunto con técnicos e informáticos de la UNQ y otros organismos tiene la posibilidad de agregar todavía más herramientas. “Se puede sumar la demanda del sector socioproductivo, los centros de salud, los polos tecnológicos, la oferta cultural e incluso todos los cursos de educación no formal que se brindan en sociedades de fomento, sindicatos y centros de jubilados, por ejemplo”, explica Ana Elbert, coordinadora del equipo de investigación. El objetivo es que el desarrollo de conocimiento abierto realizado en la UNQ siga creciendo para que otras instituciones puedan utilizarlo.
A partir de la finalización de la plataforma, las investigadoras reciben buenos comentarios en cada reunión donde la presentan. “La compartimos con diferentes personas, ya sea vinculadas a la toma de decisiones políticas como al mundo académico, y todos coinciden en que es una herramienta muy potente y amigable. Siempre nos piden el link para entrar y conocer la información”, sostiene Elbert.
Investigación, formación y territorio
María Teresa Lugo es directora del Centro de Políticas Públicas en Educación, Comunicación y Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes. Fundado en 2019, el Centro cuenta con más de 200 integrantes y se dedica a la formación, a la investigación y a la extensión. Sin embargo, su atención especial está puesta en la asistencia técnica a organismos públicos nacionales e internacionales, como también al sector privado, en relación a proyectos educativos, tecnológicos y comunicacionales.
“Es un Centro que promueve esta idea de construcción de conocimiento abierto, de desafíos vinculados con las demandas de los territorios de todo el país y también con experiencias que se dan en otros países de la región. Nos interesan los debates que se están generando en relación a las tecnologías maduras y a las más emergentes como la inteligencia artificial”, detalla su directora.
En este sentido, Lugo agrega que el fin es “pensar los nuevos desarrollos en un marco vinculado con la ética y sobre todo proteger los derechos de las niñas, los niños y las personas adultas” que conforman las comunidades educativas.