De-extinción del mamut lanudo: el proyecto avanza pero todavía falta
De manera reciente, la empresa estadounidense Colossal Biosciences anunció avances en la de-extinción del mamut lanudo: los científicos lograron que células pertenecientes a la piel de un elefante alcancen un estado embrionario. En concreto, se trata de células que pueden transformarse en cualquiera de los tejidos del animal, paso indispensable en el proceso de “resucitar” a una especie prehistórica. Aunque aún falta mucho camino por recorrer, la noticia fue difundida a través de un reporte en la revista Nature, al que la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ tuvo acceso.
Hace dieciocho años se demostró que las células de la piel de los ratones podían reprogramarse para actuar como células embrionarias. Estas células, conocidas como pluripotentes inducidas (iPS) pueden transformarse en cualquiera de los tipos celulares de un animal. Colossal Biosciences, la empresa biotecnológica radicada en Texas, planea de-extinguir al mamut lanudo con la meta a largo plazo de evitar la descongelación del permafrost: capa subterránea congelada de la corteza terrestre donde se estima que hay 1,5 billones de toneladas de carbono que, de liberarse, impactarían de forma negativa en el cambio climático.
Colossal apunta a editar el ADN del elefante asiático para agregarle características propias del mamut lanudo y hacerlos, así, más resistentes al frío. Estos híbridos entre mamut y elefante habitarían zonas donde el permafrost corre el riesgo de derretirse y podrían contribuir a impedirlo.
Para todos los planes de la empresa son fundamentales las iPS, ya que sin ellas no se podrían obtener las células de elefante con las características agregadas de los mamuts. De hecho, George Church, cofundador de Colossal, se muestra confiado en cuanto a la potencia de las células generadas. Este trabajo se encuentra próximo a ser publicado, según afirma el científico.
En 2011, Jeanne Loring, bióloga californiana especializada en iPS, logró obtener este tipo de células de rinoceronte blanco y mono taladro, ambos en peligro de extinción. A partir de allí, se obtuvieron iPS de varias especies amenazadas: leopardo de las nieves, orangután de Sumatra y perdices blancas japonesas. Sin embargo, “el elefante ha sido un desafío”, explica Loring.
En Colossal tuvieron problemas similares: por alguna razón, las iPS de elefante se hacían desear. La receta que funcionaba para las células de otras especies no era efectiva en el caso de estos grandes mamíferos. Cuando todo falló, Eriona Hysoll, directora de ciencias biológicas de la empresa, utilizó un cóctel químico que se aplica para transformar células humanas y de ratón. Algunas de ellas, finalmente, obtuvieron la forma redondeada clásica de las pluripotenciales. Luego de varios pasos, aparecieron las preciadas iPS de elefante.
Es posible que las tecnologías necesarias para convertir una iPS en una célula de un elefante parecido a un mamut ni siquiera estén listas todavía. Por ello, pensar una Siberia poblada por mamuts es un objetivo que, de cumplirse, tomará muchas décadas.