Trasplante de materia fecal: el equilibrio microbiano como tratamiento de enfermedades

Si bien por el momento se utiliza en infecciones bacterianas resistentes, podría servir para el abordaje de afecciones nerviosas y cardíacas.

El conjunto de microorganismos que habitan al intestino pueden dar respuesta a algunas enfermedades (Imagen: National Geographic)

Aunque suene extraño, la materia fecal puede donarse y trasplantarse. El trasplante de materia fecal consiste en obtener la microbiota de un donante sano y colocarla en el colon de un paciente que así lo requiera. Según explica Danay Valdes, microbióloga de la Universidad Nacional de Quilmes y a quien se consultó desde la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, el conjunto de microorganismos que vive en el cuerpo se conoce como microbiota. “Es como si fuera un manto de seguridad que está presente adentro del cuerpo, en la boca, en los oídos, en los ojos, en los intestinos, como afuera al cubrir la piel”, explica Valdes. Y no solo ofrece seguridad sino que desempeña funciones imprescindibles. En el intestino, por ejemplo, es la responsable de que el sistema inmune opere normalmente: “Cuando comemos algo que puede llegar a tener una bacteria patógena, una buena microbiota previene infecciones difíciles de manejar”, explica la especialista.

Tomar antibióticos en exceso o sin prescripción médica y tener una alimentación poco saludable son factores que afectan al conjunto de microorganismos que se encuentran en el cuerpo humano. ¿Qué pasa cuando hay un desequilibrio en estos microorganismos? Tal es el caso de Clostridium difficile o “C Diff”, una bacteria que constituye la principal causa de diarrea infecciosa en pacientes. Es una enfermedad intrahospitalaria que suele aparecer cuando la microbiota intestinal, precisamente, no está equilibrada.

El punto es que si bien se puede tratar con antibióticos, muchas veces estos microorganismos presentan resistencias que hacen difícil su eliminación. Es en estos casos donde un trasplante de materia fecal puede ayudar a la microbiota a sanar: no se trata de matar a C Diff sino de poblar el intestino con bacterias beneficiosas que lo eliminen. Aunque suene extraño, la materia fecal puede donarse. En Argentina existe un banco de microbiota que se encuentra en el Hospital de Clínicas y realiza este tipo de tratamientos.

Los trasplantes, a menudo, se realizan mediante una colonoscopia, pero hay investigaciones que utilizan cápsulas administradas por la vía oral. Hay que tener presente que, luego de donarse, la materia fecal se procesa para separar los microorganismos que sean beneficiosos. Pueden ser donantes aquellas personas que, luego de un chequeo médico, resulten aptas. Aunque en la actualidad, el trasplante de materia fecal se aplica en el tratamiento de infecciones recurrentes con C Diff, hay investigaciones que apuntan a otras aplicaciones.

Al intestino se lo denomina también “segundo cerebro” debido a la extensa red de neuronas que posee en lo que se configura como sistema nervioso entérico. Recientes investigaciones apuntan a que el eje intestino-cerebro tiene un papel fundamental en los trastornos de salud mental. Por ejemplo, en personas con trastorno de ansiedad generalizada, la flora normal de dos tipos de bacterias, Escherichia y Shigella, están significativamente elevados. Según los especialistas, un trasplante de materia fecal podría resultar beneficioso en este tipo de afecciones.

Lo que aún significa más, también podría haber aplicaciones para el corazón. Según un artículo publicado en marzo de este año, las enfermedades cardiometabólicas están en aumento y, dado que en estos pacientes se establece un desequilibrio de la microbiota intestinal, el trasplante fecal puede ayudar a mejorar estas alteraciones. El infarto agudo de miocardio, el accidente cerebrovascular isquémico, la hipertensión arterial y la diabetes tipo II son las cuatro patologías que componen las enfermedades cardiometabólicas. 

Según explica Valdes, hoy en día existe el concepto “holobionte”. “Se trata de una simbiosis entre los seres humanos y los microorganismos que los habitan”. Sin dudas, la relación humanos-bacterias y humanos-hongos que forman parte de la microbiota aún guarda mucha información que podría ser develada y modificar el campo de la salud en un futuro cercano.


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Nadia Chiaramoni

Licenciada en biotecnología. Doctora con mención en ciencias básicas y aplicadas