Los medios y famosos abandonan X: ¿Cuál será la próxima jugada de Elon Musk?
The Guardian y La Vanguardia acusaron a la red social de ser una plataforma tóxica que atenta contra los derechos humanos. Mientras tanto, el magnate sigue con su proyecto político.
Medios y famosos, como el diario británico The Guardian, el español La Vanguardia o las actrices Jamie Lee Curtis y Bette Midler, abandonaron X, la red social del magnate Elon Musk. Los argumentos giran en torno a que se volvió un espacio tóxico, donde abunda la desinformación y las teorías conspirativas, y donde los tweets que tienen mayor alcance son aquellos que atentan contra los derechos humanos, como el odio a las minorías étnicas, la misoginia y el racismo. Así, otras plataformas, como Threads, aparecen como alternativas a la histórica red del pajarito. Además, BlueSky, impulsada por el fundador de Twitter Jack Dorsey, reportó que la cantidad de usuarios registrados en los últimos días supera el millón. Ahora bien, frente a este escenario: ¿A dónde mira Musk? ¿Le importa la migración de usuarios? ¿Habrá cambios?
“En el corto plazo Musk no tomará medidas. Él está jugando políticamente y seguirá así porque para eso compró la plataforma. La diferencia entre este momento y cuando recién la adquirió es que ahora muchos usuarios conocen las consecuencias de que una persona con las intenciones de Musk modere y gestione el contenido de una red social”, explica Agustín Espada, director de la maestría en Industrias Culturales de la UNQ, a la Agencia de Noticias Científicas.
El proyecto político de Musk está más a la vista que nunca: el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, lo nombró junto con el excandidato republicano, Vivek Ramaswamy, para dirigir un nuevo Departamento de Eficiencia del Gobierno. La decisión llega después de una intensa campaña en apoyo a Trump, llevada adelante por el magnate de X que incluyó bots, fake news y un algoritmo visiblemente a favor del republicano. A la vez, se habla de que puede haber una posible fusión entre Truth Social (la red de Trump) con X. En este marco, los gobiernos de otros países no son ajenos al papel que juega Musk, al menos así se dejó ver en las limitaciones y la suspensión momentánea que puso Brasil a la plataforma.
Espada agrega: “A muchos usuarios, particularmente los medios de comunicación e influencers que viven en y del debate público, les empieza a parecer que X es un lugar insano para ellos que no buscan el impacto, las sensaciones violentas o que el contenido sea estrictamente viral, y por eso recurren a otras alternativas”.
En este sentido, The Guardian fue tajante en su comunicado: “Podemos hacerlo porque nuestro modelo de negocio no depende del contenido viral adaptado a los caprichos de los algoritmos de los gigantes de las redes sociales”. Por su parte, La Vanguardia rememora la decisión de Musk de cerrar el departamento de moderación de los contenidos, el abandono de un programa de la Unión Europea para la lucha contra la desinformación y la abundancia de bots que “se multiplica hasta el ridículo en cuestiones de gravedad”.
De todas maneras, ambos medios, que gozan de un prestigio periodístico internacional, ratifican que continuarán atentos a los debates que se hacen en esa red así como también permitir que sus periodistas difundan sus contenidos allí. “Lo que están buscando estos medios es ir a un ámbito más sano. Sus contenidos suelen ser más serios, profesionales y con algún tipo de rigor periodístico, esto teniendo en cuenta que la veracidad de los acontecimientos tiene un lugar privilegiado en la profesión periodística y eso no tiene lugar en la red social X”, manifiesta Espada.
El escenario digital sufre cambios una vez más y permite esbozar algunas hipótesis: ¿se dará paso a un escenario con una mayor diversidad de opiniones y sin tanto condicionamiento de los algoritmos? ¿Volverá Jack Dorsey a generar un espacio más amigable a través de BlueSky? ¿En X se quedarán sólo los que piensen de manera similar o Musk tendrá preparada una jugada para más adelante?