Cobrarles a los extranjeros: qué implica el anuncio del gobierno sobre la universidades
Estudiantes e investigadores advierten que se trata de una medida sin sentido, que vulnera la Ley de Educación Superior y “busca culpables donde no los hay”.
El gobierno nacional anunció que las universidades podrán cobrarle un arancel a los “extranjeros no residentes”. Sin embargo, representan menos del 4 por ciento del total en las carreras de pregrado y grado presenciales. Además, es necesario tener algún tipo de residencia para poder estudiar de manera presencial, lo que dejaría sin efecto práctico la medida. No obstante, esta política no podría llevarse a cabo sin modificar la Ley de Educación Superior. Entonces, ¿por qué se apunta hacia las personas de otros países cuando las estadísticas no son significativas y las normativas de inscripción y permanencia no permiten a alumnos no residentes? ¿Se trata de fortalecer el presupuesto o de estigmatizar a un sector minoritario dentro de los alumnos?
“Lo primero que hacemos la mayoría de los estudiantes que venimos es tener nuestra residencia. No sé hasta qué punto llegará la medida, pero me parece tremendo. Significa un cambio de paradigma abusivo y es el inicio de una escalada que desvía la atención de las cosas y, en vez de enfrentar los problemas reales de la educación en Argentina, apunta siempre al extranjero como el culpable”, señala David Barragán Antonio, estudiante colombiano que cursa sus estudios en la Universidad Nacional de Quilmes, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.
Según el último informe del Departamento de Información Universitaria, casi 80 mil personas de otros países cursan carreras de pregrado y grado en universidades públicas argentinas de forma presencial. Aunque parece una cifra alta, el porcentaje representa un 3,9 por ciento del total de alumnos. Además, a la hora de inscribirse, la persona debe demostrar algún tipo de residencia en Argentina para poder estudiar. Por lo tanto, no habría estudiantes a quien cobrarle.
“Desde el punto de vista normativo actual, no sería posible establecer aranceles universitarios para los estudios de grado porque la propia Ley de Educación Superior resalta que debe ser gratuita y de ingreso irrestricto”, destaca Guillermo Ruiz, investigador del Conicet, en diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes.
En otras naciones, la educación superior no solo es paga para los extranjeros (aunque puedan existir diferentes sistemas de becas y subsidios), sino que también es arancelada para las propias personas que nacieron o residen en esa nación. Aunque la institución sea estatal, no significa que la persona que estudia allí no tenga que pagar una cuota para acceder y aprender en ella. Por eso el sistema argentino es único, ya que se trata de un modelo gratuito y de ingreso irrestricto.
“¿Usted le cobraría a un turista por transitar el país? La medida es contradictoria y no tiene ni pies ni cabeza. Son discursos que les sirven para alimentar la ignorancia, pero no son debates que tenemos que dar. Nosotros tenemos que poner en el horizonte cómo hacemos para garantizar más derechos”, resalta Matías Penhos, especialista en Derechos Humanos de la UNQ, en conversación con la Agencia.
Contra las miradas que basan su postura en estadísticas como las tasas de ingreso y egreso, las Casas de Altas Estudios nacionales son una referencia regional y mundial, no solo por su alto nivel educativo y de investigación, sino también por su trabajo territorial. Por eso, miles de extranjeros las eligen cada año para realizar sus trayectorias educativas.
Barragan Antonio, quien obtuvo el Primer Premio del Concurso Nacional de Música 2023 en la categoría Composición con Medios Electroacústicos, analiza: “Es más bien un acto de distracción orientado al entretenimiento y a la información basura para que muchas personas no se den cuenta de lo que realmente pasa. El verdadero problema es la desfinanciación de la cultura y la educación pública por el interés de unos pocos, que piensan que en el conurbano o en las universidades públicas la gente pobre y los extranjeros no tiene derecho a educarse”.