Criptomonedas: una alternativa que amenaza el orden económico y político vigente

Como medio de intercambio y reserva de valor, las cripto cada vez adquieren más relevancia. Los estados y organismos financieros buscan frenar su avance.

La criptomoneda más utilizada es el Bitcoin. A nivel mundial se cree que hay entre seis mil y 12 mil criptos diferentes.
La criptomoneda más utilizada es el Bitcoin. A nivel mundial se cree que hay entre seis mil y 12 mil criptos diferentes. Créditos: bitcoin.com.mx

Una de las formas de construcción de hegemonía más contundente es la económica. En este sentido, la moneda de Estados Unidos se utiliza a nivel mundial entre transacciones de otros países. Además, esta nación tiene un voto mayoritario en el Fondo Monetario Internacional y es uno de los principales accionistas del Banco Mundial. Sin embargo, y en un contexto donde China y su moneda -el Yuan- quieren hacerse un lugar, EEUU tiene que lidiar con otro contendiente: las criptomonedas. Si bien hay distintas estrategias, el único país que reconoce el Bitcoin (la principal cripto en el mundo) es El Salvador. Algunos territorios crearon sus monedas digitales y organismos como el FMI intentan sostener el predominio del dólar como moneda de intercambio mundial.

El nacimiento de las criptomonedas está vinculado a la crisis financiera en Estados Unidos que comenzó a partir de 2006 y encontró su punto máximo en 2008. “Estos instrumentos financieros se plantearon como una alternativa más que significativa para los inversores que estaban buscando escapar de la tendencia re-regulatoria que se daba en EEUU y también valerse de un instrumento que les permitía asegurarse rentabilidad en un contexto de tanta incertidumbre”, señala José Fernández Alonso, investigador del Conicet y docente de Finanzas Internacionales en la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

A diferencia de las monedas tradicionales, este instrumento financiero no está regulado por ninguna autoridad monetaria, es decir que no tiene un banco central que la respalde y funciona de manera descentralizada. Si bien cada criptomoneda tiene su propio protocolo y funciona bajo sus propias reglas, todas escapan al control de los poderes nacionales e internacionales. Para el sistema monetario actual, el crecimiento de las critpo es un peligro porque, básicamente, escapa a su control.

Anárquicas

Todo lo que digan del Bitcoin es porque no lo pueden manejar”, afirma Gabriel Balbo, analista de Relaciones Económicas Internacionales, Tecnología y Geopolítica. Las crisis económicas a nivel mundial generaron una desconfianza en las monedas tradicionales de cada país y en los organismos financieros internacionales. Ante este panorama, las criptomonedas se hicieron un lugar como alternativa constituyéndose como medio de intercambio y como reserva de valor.

Al no tener intermediarios ni entes reguladores clásicos, las criptomonedas podrían definirse como anárquicas. En el sistema financiero actual existe algo que se llama Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (Swift, por sus siglas en inglés). El Swift es el sistema de pago internacional a través del cual corren todas las operaciones de comercio mundial. Es una especie de conector entre distintos bancos internacionales para enviar y recibir dinero a escala global.

Cuando hablamos del Swift nos referimos a cuestiones geopolíticas que cruzan a las criptomonedas. Hay que ver quién domina este sistema, cuáles son los bancos con más preponderancia y a qué países pertenecen estos bancos”, destaca Balbo. Si el ritmo de transacciones en criptomonedas continúa su ascenso vertiginoso podría eliminar el Swift y, con eso, la capacidad de presión de algunos países sobre otros. En el marco del conflicto con Ucrania, los principales miembros del Swift (con Estados Unidos y la Unión Europea a la cabeza) expulsaron parcialmente a Rusia de este sistema financiero.

¿Qué sucede en Argentina?

Según un informe de Americas Market Intelligence (AMI), 12 de cada 100 personas adultas compraron criptomonedas en Argentina en 2021. El porcentaje es cuatro puntos más alto que el promedio general en América Latina y se espera que para 2022 se triplique su compra. A su vez, un estudio desarrollado por la plataforma global de intercambio de bitcoins Paxful, afirma que Quilmes ocupa el tercer puesto en volumen de operaciones en criptomonedas en Argentina detrás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Córdoba.

Al ser consultado sobre por qué tanta gente se interesa por las criptomonedas en el país, Balbo sostiene que se constituyeron en una nueva reserva de valor: “Principalmente porque tenemos una moneda débil que no se puede usar para ahorrar. Además, si te ponen trabas para usar el dólar como reserva de valor, que es el clásico argentino de todos los tiempos, aparecen nuevas cuestiones como las criptomonedas y de repente hay gente que piensa que es potable”.

Tal es la escalada de este tipo de monedas en Argentina que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional tiene un apartado específico al respecto. Al hacer referencia al “fortalecimiento de la resiliencia financiera”, el Fondo advierte: “Para salvaguardar mejor la estabilidad financiera, estamos tomando medidas con el objetivo de desalentar el uso de criptomonedas con miras a prevenir el lavado de dinero, la informalidad y la desintermediación”. Según datos de Research de Chanalysis, Argentina movió casi 69 mil millones de dólares en 2020, lo que representó el 17 por ciento del PBI.

El futuro de las cripto

El Fondo va a ir en contra de las criptomonedas, les va a patear en contra todo lo que pueda hasta que lo asimile”, subraya Balbo, quien también es docente de la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Una de las principales objeciones de los organismos financieros internacionales es que las cripto pueden servir para lavar dinero ilícito y evadir sanciones como las que les impusieron a Rusia, y que también sufren otros países en América Latina y el Caribe. Los Panamá Papers y los Pandora Papers demostraron que la posibilidad de evadir impuestos y fugar capitales también puede realizarse con las monedas tradicionales.  

Para Balbo, las criptomonedas van a convivir con el dólar, a no ser que se metan los grandes bancos y las regulen. Sin embargo, los países no van a dejar crecer este sistema porque pierden la injerencia en la moneda. “Mientras se mantenga como alternativa al dólar, no creo que crezca mucho más de lo que es hoy”, piensa Gabriel Balbo, autor del libro 5G, la guerra tecnológica del siglo.

Mientras tanto, ya hay iniciativas estatales que crearon o piensan crear monedas digitales para combatir a las cripto. A diferencia de estas, las monedas digitales de los países sí están o estarán bajo el dominio del banco central o de la autoridad monetaria correspondiente. Por ejemplo, en octubre de 2020 el Banco Central de Bahamas emitió el “dólar de arena”, la primera moneda digital nacional de la historia. En marzo de 2021, el Banco Central del Caribe Oriental lanzó el “DCash” en Antigua y Barbuda, Granada, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucía. Por su parte, el Banco Popular de China y el Banco Central Europeo estudian la creación de sus propias monedas.


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Nicolás Retamar

Redactor. Docente y licenciado en Comunicación Social.