Donación de Sangre: ¿Quiénes pueden hacerlo y por qué es importante?

Nueve de cada diez personas necesitan sangre en algún momento. Cuando se desglosan componentes líquidos y sólidos, se salvan hasta cuatro vidas.

La cantidad de sangre que se extrae es de menos del 10 por ciento del volumen total y se recupera en 36 horas. Créditos: Infobae
La cantidad de sangre que se extrae es de menos del 10 por ciento del volumen total y se recupera en 36 horas. Créditos: Infobae

Si se separan los glóbulos rojos, las plaquetas y el plasma, un donante de sangre salva hasta cuatro vidas. La edad de alguien para donar va de los 17 a los 65 años y puede hacerlo más de una vez al año. En Argentina, si el cinco por ciento concurre cada seis meses, se cubre el 100 por ciento de las necesidades del país. En América Latina y el Caribe, se recolectaron más de ocho millones de extracciones de sangre en 2020. Con la irrupción de la covid, la cantidad de donantes disminuyó alrededor de 20 por ciento respecto a 2017.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, hay 118,5 millones de donaciones de sangre en todo el mundo. Del total, el 40 por ciento se recogen en los países de ingresos altos, donde solo vive el 16 por ciento de la población mundial y el grupo de pacientes transfundidos con mayor frecuencia son los mayores de 60 años. En los países de ingresos bajos, en cambio, más del 50 por ciento de las transfusiones sanguíneas se realizan a niños menores de cinco.

Necesaria y constante

La sangre es un elemento clave que no se puede fabricar, por lo que depende exclusivamente de los donantes. Este tejido vivo es necesario para niños con anemia grave, víctimas de accidentes, mujeres con complicaciones durante el embarazo y el parto, pacientes de cáncer y personas que necesitan ser operadas.

Además, el suministro de sangre debe ser constante porque solo puede almacenarse por un período de tiempo limitado. En este sentido, es necesario que haya un número de personas suficientes que donen de forma regular para que el suministro pueda utilizarse en cualquier lugar y en cualquier momento.

La sangre donada se separa para que cada paciente reciba el componente que necesita para mejorar. Con los glóbulos rojos se realizan tratamientos para anemias crónicas, anemias agudas, cirugías y trasplantes. Por su parte, las plaquetas se utilizan para realizar tratamientos de quimioterapia, aplasia medular y trasplantes. A su vez, con el plasma y sus derivados se tratan hemofilias, problemas de coagulación, quemaduras y enfermedades del riñón y del hígado. Aunque el almacenamiento de plasma puede durar hasta un año y los glóbulos rojos hasta 42 días, las plaquetas pueden guardarse cinco días como máximo.

Un adulto promedio tiene de 4,5 a 5 litros de sangre y la cantidad que se extrae es de menos del diez por ciento. En un lapso de 36 horas, el cuerpo reemplaza el líquido perdido.

Cuándo no se puede

Hay determinadas personas que no deben donar sangre: cuando se tiene un resfrío, gripe, dolor de garganta, úlceras bucales, infección gástrica o cualquier otra infección. También, las que se tatuaron o hicieron un piercing no pueden hacerlo durante seis meses. Después de procedimientos odontológicos, hay que esperar al menos 24 horas. Si son intervenciones mayores, el tiempo sugerido es un mes. Aunque estas suspensiones son temporales, hay prohibiciones permanentes en casos que alguna vez tuvieron una prueba positiva de VIH o se inyectaron drogas.

Después de haber parido, el período por el cual una persona no debe donar es igual a los meses que duró el embarazo. Para las que amamantan, la recomendación es no hacerlo durante este lapso. Una vez que el niño fue destetado, se deben esperar tres meses.


Últimas noticias de la sección Salud:



¿Te gustó esta noticia? ¡Compartila!

Nicolás Retamar

Redactor. Docente y licenciado en Comunicación Social.