Llega una muestra de archivo sonoro, gráfico y experimental en la UNQ
Por Lía Gómez*
Del 18 al 26 de octubre en el marco de la Jornada de Arte, Música y Tecnologías (JAMTEC) se expone en la Universidad Nacional de Quilmes parte del archivo del Centro de Arte Experimental Vigo. En una muestra titulada Máquinas sonoras y partituras inútiles, se presenta una selección del material de la Audiovigoteca, con facsímiles vinculados al Arte Correo, el archivo sonoro, gráfico y experimental para la sonoridad en la textura visual como objeto.
Julio Lamilla, Julia Cisneros y Alan Courtis recomponen, a través de un trabajo de archivo, parte de la obra vinculada al mundo sonoro de Edgardo Antonio Vigo (1928-1997): partituras, fotografías, collages, casetes y discos. La investigación da como resultado la publicación en un libro titulado “Vigo y el arte (in) sonoro” editado por la editorial Rara Avis a principios de este año.
La creación del artista plástico platense es inabarcable en su inmensidad, y una de sus características es el trabajo con elementos múltiples desde sellos de goma hasta un hilo y una aguja, papeles de registros públicos, objetos encontrados y convertidos por un movimiento estético en un objeto poético. Como se pregunta Luis Pazos en el prólogo del libro: “¿Podría ser poesía un residuo? En primer lugar me dije que no. Pero en las charlas con Vigo de cada tarde llegué a la conclusión de que sí podía”.
Este libro en particular, que se presenta el 26 de octubre a las 18hs en el espacio Rosa de los vientos de la Universidad Nacional de Quilmes, recupera visualmente los sonidos de una época donde experimentar construye tensiones científicas sobre las definiciones del arte mismo. Como plantean sus autores y autora:“ La decisión de pensar a Vigo desde el arte sonoro supone varios desafíos. En primer lugar un dislocado salto conceptual. En 1950 la categoría de “arte sonoro” no existía como tal y faltaba más de una década para que empezara a mencionarse”. Este cruce entre la práctica artística que define un campo y el momento en que la teoría lo nombra es parte del camino de diálogo entre las artes y las ciencias para producir saberes múltiples.
“¿Cómo escuchar una grabación sin audio, un tango dibujado? (…) ¿Cómo tocar un sonido?” se pregunta Camila Juárez en otros de los preludios del libro. La formulación del interrogante es el que conlleva un camino de respuesta posible. La hipótesis de creación artística trastoca aquí el sentido de la figuración científica de los lenguajes emitidos. Es así que Vigo convierte la idea de lo (in)sonoro, en el campo semántico más audible posible en el mundo que construye.
En un mundo sin internet, el Arte Correo, funda la comunicación artística a distancia analógica (envíos postales) permitiendo el intercambio de obras y ampliando un escenario de cruces estéticos y materiales en América latina y el mundo. Las fronteras de los sonidos se amalgaman con las texturas visuales que las obras proponen, los sentidos se bifurcan y las piezas adquieren dimensiones que tensionan la experiencia de lo visual y lo audible.
*Coordinadora del Programa de Cultura de la UNQ.
:: La muestra Máquinas Sonoras y Partituras inútiles se puede visitar del martes 18 al viernes 28 de octubre de lunes a viernes en la Universidad Nacional de Quilmes.
:: Vigo y el arte (in)sonoro, Julia Cisneros, Julio Lamilla y Alan Courtis:
https://raraaviseditorial.com.ar/index.php/vigo-y-el-arte-insonoro/
:: Centro de Arte Experimental Vigo: http://caev.com.ar/