Trasplante de hipocampo: una obra que invita a explorar los misterios del cerebro humano

Escrita por Patricia Suárez y dirigida por Mariana Díaz, se estrena en el Microteatro de Buenos Aires. Cómo y por qué recordamos lo que recordamos.  

La obra de teatro se estrena en el Microteatro de Buenos Aires.
La obra de teatro se estrena en el Microteatro de Buenos Aires.

Por Lía Gómez*

La obra de Patricia Suarez nos invita a una conversación sobre los recuerdos, sobre el lugar del relato y la memoria, pero también sobre los misterios del cerebro humano, además de las miserias sociales contadas en tono de comedia crítica.

En una pequeña sala con algunas sillas contra una pared, la puesta incluye una mesita de té con porcelana de otro tiempo, unas frutillas con crema pasteleras dispuestas prolijamente en una bandeja de plata, dos sillas y una mesa que combinan con las paredes rosa viejo que rodean la sala.

Yolanda, interpretada por la actriz Julia Augé, docente y directora de la carrera de Artes y Tecnologías de la Escuela de Artes de la UNQ, le dona un pedacito de hipocampo a su hermana Mayra, compuesta por Daniela Catz, también intérprete de teatro, cine y televisión. La acción dramática se basa en ese experimento, que la ciencia argentina (de ficción), ha logrado realizar para restablecer los recuerdos de una de las hermanas que sufre alzheimer. Y también es el conflicto, cuando las imágenes que aparecen en la cabeza de una, son los recuerdos trasplantados al mismo tiempo que transmutados de la otra.

El hipocampo, encargado de la memoria episódica, está ubicado en el lóbulo frontal del cerebro humano, una zona además encargada de conectar la razón con las emociones. La propuesta dramatúrgica nos conduce a ese cruce, que comprende que si bien la subjetividad de un sujeto/a es única, la imposibilidad de acceso a ella se hace visible en la necesidad de la expresión a través del lenguaje.

Una obra de 15x15x15

Podríamos decir que el microteatro, definido conceptualmente como una obra en 15 (quince) minutos, para 15 (quince) personas en 15 (quince) metros cuadrados, también se constituye como un escenario de episodios. Quien asiste puede elegir en cartelera dos, tres y hasta cuatro obras, para ver. Una propuesta que viene de España, y que en su versión nacional conduce Julieta Novarro, pero que en Argentina inicia con Teatro Bombón de la mano de Cristian Scotton y Monina Bonelli, y que lleva ese nombre por la acción de seleccionar la obra para ver asemejada a la idea de la elección de un bombón de una caja.

La dramaturgia de Patricia Suarez nos propone desandar una mirada ácida sobre los avances de la medicina, el lugar de la neurociencia, el psicoanálisis, la psiquiatría, la clínica. El discurso médico transita la obra desde el registro de lo físico en el presente escénico (la  alergia provocada por la crema pastelera, la llamada al doctor, la cabeza de Mayra cubierta por unas vendas blancas, la Yoli con una gasa con cinta en el extremo superior derecho como signo del trasplante). Mientras que los lazos sociales se apropian de las descripciones del pasado en las escenas que se narran: relaciones familiares, el abuelo Tito, el marido Jorge, los hijos, sobrinos, el perro, la casa etc.

La cercanía del público en la sala nos hace parte de ese living que comparten Mayra y Yolanda, y el hipocampo se torna un símbolo para abrir la pregunta sobre ¿qué recordamos? ¿cómo recordamos? y sobre todo ¿qué narramos de aquello que recordamos? A Mayra se le aparecen escenas del pasado de su hermana distorsionadas de la versión contada. Yolanda que se define solidaria, emerge en el relato dramático como manipuladora e interesada.  La comedia se torna tragedia en las acciones contadas, pero los cuerpos de las actrices retoman del grotesco la mejor de sus versiones posibilitando la risa como propuesta crítica.

¿Permite el humor abordar la ciencia? ¿Nos conduce el teatro en una evidencia?

No podemos dar respuesta “a ciencia cierta”, pero sí decir que “Trasplante de Hipocampo” nos posibilita la risa, el encuentro y la huella de un nuevo episodio para nuestra memoria escénica.


*Coordinadora del Programa de Cultura de la UNQ.

:: La obra se puede ver el martes 29 de noviembre y el 2 y  4 de diciembre en los horarios de 20.40 – 21-10-21.40 y 22.10

:: Microteatro Buenos Aires: Serrano 1139

:: https://entradas.microteatro.com.ar/microplus-sesion-central/trasplante-de-hipocampo

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