Identidad Marrón: el colectivo que denuncia el racismo en Argentina
La organización civil busca visibilizar la discriminación que sufren las poblaciones indígenas, migrantes y campesinas en la cotidianeidad.
De manera reciente, comenzó a instalarse en el discurso público el debate sobre el racismo en Argentina. Sin ir más lejos, la Constitución Nacional plantea que todos los habitantes son “iguales ante la ley” pero, ¿esto es tan así? ¿Se cumple en la práctica? Algunas de estas preguntas son las que se hace el colectivo “Identidad Marrón” para desandar una historia marcada por el colonialismo externo e interno en Argentina y en Latinoamérica.
Esta organización civil conformada por personas marrones de ascendencia indígena, migrante y campesina denuncia el racismo estructural que existe en el país y la región. “Hay un discurso de crisol de razas y una idea de que Argentina es blanca y homogénea, y es ahí cuando se da el racismo: en la negación de personas indígenas, la extranjerización de descendientes de pueblos originarios y la racialización de estas personas”, explica Chana Mamani, integrante fundadora de Identidad Marrón, a la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ.
Mediante artivismo, producciones audiovisuales, charlas, encuentros o intervenciones en museos, la organización –que ya lleva siete años– demanda el acceso y la igualdad de oportunidades y derechos, a la vez que denuncia la estigmatización en torno a las personas marrones. Mamani cuenta: “A la hora de perseguir y sospechar de alguien, la duda va hacia estos cuerpos. ¿Quiénes ocupan las cárceles? ¿Qué color llevan? ¿Quiénes cuidan a las que cuidan?”.
La estigmatización va desde dónde pone el ojo la policía, a quiénes apuntan los discursos mediáticos, políticos y sociales hasta aquello enseñado en las escuelas durante la infancia, como por ejemplo que el color “piel” es –supuestamente– aquel que va en la gama de rosa claro a beige. Frente a este sentido común formado por estereotipos y prejuicios, Identidad Marrón plantea interrogantes que “nos permitan deconstruir el imaginario colectivo”.
Además, en diversas oportunidades, el colectivo ha explicado que utilizan el concepto de “identidad marrón” en oposición al afrodescendiente y en busca de demostrar la diversidad étnica que existe en el país.
Hablar de lo que no se habla
Identidad Marrón es un método de denuncia, pero también de visibilización. La llamada “Campaña al desierto” que abarcó el exterminio casi total de los pueblos indígenas hizo también que quedaran invisibilizados en el discurso quienes fueron los primeros ocupantes del territorio nacional.
En la actualidad, no solo continúan invisibilizados estos pueblos originarios, sino también sufren de discriminación sus descendientes y toda persona que lleve el marrón en su piel. Así, los y las integrantes de este colectivo se identifican como “hijes y nietes de indígenas, originarios, campesinos, migrantes, conurbanas, villeras y trabajadoras domésticas”.
Para lograr visibilizar estas poblaciones y la discriminación que sufren, Mamani cuenta que la identidad marrón es pensada como una construcción política y como una categoría de análisis. “Para poder denunciar el racismo estructural en el país y la región, buscamos incluir este tema dentro de la agenda nacional e internacional de los derechos humanos; a la vez que generamos herramientas educativas, culturales y de litigio para revertir las diferentes expresiones racistas”. Además,Mamani, quien es aymara migrante denuncia que “no hay políticas públicas dirigidas a la discriminación racial en Argentina y en Latinoamérica, por lo que aspiramos a generar datos y estadísticas en pos de alcanzar esta demanda”.
Poco a poco, el cometido de esta organización comienza a lograrse; de hecho, que el tema esté instalándose en el debate público se debe a su activismo. Así como con el feminismo o el ambientalismo, el movimiento antirracista en Argentina empieza a tener su espacio y sus demandas se hacen escuchar.