Científicos desarrollaron el primer dispositivo inteligente para cuidar la voz

Se trata de una nueva herramienta tecnológica que ayuda a prevenir posibles lesiones y a tomar conciencia sobre la importancia de la salud vocal.

Períodos breves de 15 a 20 minutos de silencio total intercalados a lo largo del día, pueden ayudar a que los tejidos de las cuerdas vocales se recuperen y reparen. Créditos: Linkedin.
Períodos breves de 15 a 20 minutos de silencio total intercalados a lo largo del día, pueden ayudar a que los tejidos de las cuerdas vocales se recuperen y reparen. Créditos: Linkedin.

La voz es como un milagro, una huella digital que distingue al ser humano pero con sonido y con la posibilidad de expresar todo lo que siente. Para muchos, es el reflejo del alma. Para otros, sobre todo aquellos que se dedican al canto profesional, es lo que marca su destino. Pero, como cualquier otro fenómeno corporal, está expuesta constantemente a factores personales y laborales que pueden afectarla y dañarla.

Recientemente, investigadores de la Universidad Northwestern (Estados Unidos), desarrollaron el primer dispositivo portátil inteligente para rastrear continuamente cuánto usan las personas sus voces, alertándolas sobre el empleo excesivo antes de que se presente fatiga vocal y posibles lesiones. La investigación fue desarrollada por un equipo interdisciplinario de científicos, ingenieros biomédicos, cantantes de ópera y un patólogo del habla y el lenguaje.

El  dispositivo funciona con baterías, y los algoritmos que lo acompañan podrían cambiar las reglas del juego para cantantes profesionales, maestros, políticos y cualquier persona que confíe en sus voces para comunicarse de manera efectiva. También podría ayudar a los médicos a monitorear de forma remota y continua a los pacientes con trastornos de la voz a lo largo de su tratamiento.

Suave, flexible y del tamaño de un sello, el dispositivo se adhiere cómodamente a la parte superior del pecho para sentir las vibraciones sutiles asociadas con hablar y cantar. Desde allí, los datos capturados se transmiten instantáneamente a través de Bluetooth al teléfono inteligente o tableta de los usuarios, para que puedan monitorear sus actividades vocales en tiempo real durante todo el día, y medir el uso vocal total acumulado. Los algoritmos de aprendizaje automático personalizados distinguen la diferencia entre hablar y cantar, lo que permite a los cantantes realizar un seguimiento de cada actividad por separado.

Con la aplicación, los usuarios pueden establecer sus umbrales vocales personalizados. Cuando se acercan a ese umbral, su teléfono, reloj inteligente o cualquier dispositivo adjunto ubicado en la muñeca, proporciona retroalimentación háptica en tiempo real como una alerta. Esto le sirve a la persona para poner en descanso su voz antes de que sea demasiado tarde.

El dispositivo mide con precisión la amplitud y la frecuencia para hablar y cantar”, dice John A. Rogers, de la Universidad Northwestern, un pionero de la bioelectrónica que dirigió el desarrollo del dispositivo. Y completa: “Esos dos parámetros son los más importantes para determinar la carga general que se produce en las cuerdas vocales. Ser consciente de esos parámetros, tanto en un instante dado como acumulativamente a lo largo del tiempo, es esencial para manejar patrones saludables de vocalización”.

Por su parte, Theresa Brancaccio, también profesora y codirectora del estudio, asegura que es fácil que las personas olviden cuánto usan su voz. “Los cantantes de música clásica experimentados tienden a ser más conscientes de su uso vocal. Pero algunas personas, especialmente los cantantes con menos formación o personas, como profesores, políticos y entrenadores deportivos, que deben hablar mucho por su trabajo; a menudo no se dan cuenta de cuánto lo están presionando. Por eso, la idea es brindarles una mayor conciencia para ayudar a prevenir lesiones”.

¿Qué pasa si la voz no se cuida?

El cuidado de la voz es importante para todos los seres humanos porque, entre otras cosas, es un elemento identitario muy revelador. Dulce, profunda, seductora, nasal, potente, plana, melodiosa, cada palabra pronunciada habla, también, sobre la personalidad del ser humano. Tanta trascendencia cobra que, el 16 de abril de cada año, se celebra el Día Mundial de la Voz, para crear conciencia sobre la importancia que tiene como herramienta de comunicación interpersonal y, en algunos casos, como instrumento de trabajo. Esa efeméride data de 1999 y es celebrada gracias a una propuesta realizada por la Federación Internacional de Sociedades de Otorrinolaringología. Este día también sirve para recordarle a las personas los cuidados que deben tener para conservar en buen estado sus cuerdas vocales.

Para las personas que se ganan la vida hablando o cantando, la fatiga vocal es una amenaza constante e inminente. La condición común ocurre cuando las cuerdas vocales se hinchan, haciendo que la voz suene áspera y pierda resistencia. Este fenómeno afecta negativamente a los cantantes, en particular, alterando sus habilidades para cantar con claridad o alcanzar las mismas notas que su voz sana. En el mejor de los casos, un corto período de fatiga vocal puede interrumpir brevemente los planes de un cantante. En el peor, puede causar suficiente daño como para poner fin a una carrera.

La falta de conciencia es el problema de fondo. Las personas rara vez hacen la conexión entre las actividades vocales y cómo esas actividades afectan sus voces. La mayoría no se da cuenta de que están abusando de sus voces hasta que ya tienen ronquera.

Con todo, lo cierto es que este instrumento vocal es único y constituye un delicado sistema que hay que tratar con cariño porque, si se dañan sus piezas, no pueden reponerse.


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María Ximena Perez

Periodista, docente e investigadora. Doctora en Comunicación.