El Día Mundial de las Legumbres se celebró entre inseguridad alimentaria y malnutrición

811 millones de personas padecen subalimentación en el mundo según la ONU. ¿Qué rol pueden cumplir las legumbres para revertir este panorama?

En 2020, 267 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina y el Caribe. Créditos: PERUSAN
En 2020, 267 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina y el Caribe. Créditos: PERUSAN

Según el último informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), alrededor del diez por ciento de la población mundial padece subalimentación. Esto significa que una de cada diez personas no puede adquirir alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de energía alimentaria mínimas diarias durante un período de al menos un año. Desnutrición, malnutrición y obesidad son algunas de sus consecuencias. Sin embargo, las legumbres representan una esperanza para cambiar esta situación dado que contienen altos valores nutricionales. Por eso, en 2019 la Asamblea General de la ONU proclamó el 10 de febrero como el Día Mundial de las Legumbres para ayudar al logro de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, una acción mundial que busca poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las perspectivas de las personas.

¿Qué son las legumbres?

Las legumbres son el tercer grupo de plantas más numeroso del planeta, de distribución mundial y cuyo origen se presume hace alrededor de 90 millones de años. Garbanzos, lentejas, habas, arvejas, porotos aduki, alubia, colorados, mung y negros son algunas de las más presentes a escala global. Se destacan por contener muchos nutrientes y tienen un alto contenido en proteínas. En paralelo, son bajas en grasas, sodio y no tienen colesterol, lo que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Como si fuera poco, son ricas en fibras, vitamina B, potasio y hierro, aspecto que colabora en prevenir la malnutrición y la anemia.

Gonzalo Palazolo, docente de Ingeniería en Alimentos y miembro del Laboratorio de Investigación en Funcionalidad y Tecnología de Alimentos (LIFTA) de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), sostiene al respecto: “Las legumbres son alimentos ricos en minerales. Son una fuente de hierro de origen vegetal muy importante y, si se consumen complementados con alimentos ricos en vitamina C, se las puede considerar como una fuente importante de hierro, de magnesio y en menor medida de calcio”.

Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Argentina produce arvejas, garbanzos, lentejas y porotos. Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y el Noroeste son las principales regiones donde se cosechan estas legumbres. En los últimos años, el país superó el millón de toneladas de producción. Así, Salta produjo el 72 por ciento de los porotos secos en el país y Santa Fe cultivó el 71 por ciento de las lentejas a escala nacional.

Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostiene que en 2020 cada persona consumió, en promedio, ocho kilos de legumbres a nivel mundial. Sin embargo, desde la Cámara de Legumbres de la República Argentina (CLERA) afirman que la ingesta total de legumbres a nivel doméstico se estima en 800 gramos por persona, por año. Un documento del ministerio de Agroindustria de 2018 enunciaba que se comían 250 gramos de legumbres per cápita, por año. Por lo tanto, en el país se consume entre 90 y 95 por ciento menos de legumbres si se compara con el consumo promedio mundial.  

Inseguridad alimentaria y subalimentación

Se denomina inseguridad alimentaria a la imposibilidad de acceder de forma regular a alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y un desarrollo normal que permita tener una vida activa y saludable. En 2020, 267 millones de personas padecieron inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina y el Caribe, lo que significa que redujeron las porciones, se saltearon comidas o no se alimentaron durante un día o más. Entre 2014 y 2020, la prevalencia moderada o grave de inseguridad alimentaria aumentó más de 20 por ciento en Sudamérica según datos de la FAO. En Argentina, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave alcanzó a más del 35 por ciento de las personas en este período.

Definida como subalimentación crónica, el hambre aumentó a nivel regional y una de las causas fue la irrupción del Covid-19. En 2020, casi 60 millones de personas en América Latina y el Caribe padecían desnutrición, siendo el número de personas más alto en los últimos veinte años. De 2019 a 2020, la población que vivía con hambre creció en un 30 por ciento.

En 2020, casi 60 millones de personas en América Latina y el Caribe padecían desnutrición. Créditos: Diario El País

Obesidad y sobrepeso

El sobrepeso y la obesidad son una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. En 2016, más de 1900 millones de adultos en todo el mundo tenían sobrepeso, de los cuales más de 650 millones eran obesos. Es decir que casi el 40 por ciento de las personas adultas tenían sobrepeso y el 13 por ciento eran obesas. En lo que respecta a niños y adolescentes de 5 a 19 años, había más de 340 millones de personas con sobrepeso u obesidad. En menores de cinco años, el sobrepeso o la obesidad alcanzaban a más de 40 millones de niños.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad se triplicó en los últimos 40 años. Sin embargo, la cifra es todavía más alarmante en niños y adolescentes puesto que se multiplicó por siete la prevalencia del sobrepeso y la obesidad. En Argentina, cuatro de cada diez niños y adolescentes y siete de cada diez adultos tienen sobrepeso. “La obesidad en adultos es uno de los factores determinantes que explican el crecimiento de las principales causas de mortalidad y morbilidad en el mundo. Se estima que gran parte de la carga de Enfermedades No Transmisibles son atribuibles al exceso de peso principalmente en el caso de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y diversos tipos de cánceres”, explican desde la cuarta Encuesta Nacional de Factores de Riesgo publicada en 2019.

Una de las causas del sobrepeso y la obesidad está asociada a la ingesta de alimentos con alto contenido calórico, grasas y sal, producto de los cambios en los hábitos alimenticios. La comida industrializada y ultraprocesada, aquella que está compuesta por múltiples ingredientes desarrollados de modo industrial cuya fuente de origen animal o vegetal es irreconocible, se impuso por encima de una alimentación sana y saludable a base de alimentos reales. Tal es así que, según un informe de la FAO denominado El impacto de los alimentos ultraprocesados en la salud, entre 2000 y 2013 la venta de productos ultraprocesados “listos para comer” o “calentar y servir” aumentó un 44 por ciento.

Palazolo detalla que los sectores de menos recursos no tienen acceso a productos que muchas veces se expenden en dietéticas y que suelen ser caros. La falta de acceso a la información, el precio de las legumbres procesadas, la ausencia de tiempo para realizar comidas caseras en base a porotos, garbanzos, lentejas o arvejas y la publicidad de la industria alimenticia impactan principalmente en las personas de ingresos bajos, quienes registran las mayores tasas de malnutrición.


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Nicolás Retamar

Redactor. Docente y licenciado en Comunicación Social.