El programa Soberanía Alimentaria Formoseña cumplió tres años

El proyecto impulsado por el gobierno provincial permite la venta de pequeños productores locales al consumidor sin intermediaciones y a un precio justo.

El programa ya comercializó más de un millón y medio de kilos de alimentos. Créditos: Soberanía Alimentaria Formoseña.
El programa ya comercializó más de un millón y medio de kilos de alimentos. Créditos: Soberanía Alimentaria Formoseña.

El programa Soberanía Alimentaria Formoseña (S.A.F) celebró su tercer aniversario. Tras su puesta en marcha el 13 de febrero de 2021, el proyecto ya comercializó más de un millón y medio de kilos de alimentos y a un precio accesible para las familias locales. Impulsado por el gobierno provincial, el objetivo es fortalecer y promocionar los canales de comercialización de los alimentos producidos por las familias nucleadas en el Programa de Asistencia Integral para el Pequeño Productor Agropecuario (PAIPPA). En este sentido, más del 50 por ciento de los productos fueron aportados por quienes integran el PAIPPA.

En un contexto donde los alimentos subieron al menos un 50 por ciento en los últimos dos meses según los datos del INDEC y los consumidores optan solo por comprar las ofertas, sin poder acceder a una dieta variada y nutritiva, el programa S.A.F no solo ofrece precios justos, sino que propone otro vínculo con la alimentación

“Esta política pública incluida en el Modelo Formoseño, ahonda en una cuestión mucho más significativa que una ‘feria de alimentos a precios accesibles’, se trata de generar conciencia social en relación a la alimentación de un pueblo, tener en cuenta sus apropiaciones culturares, la relevancia nutricional, cuidar la economía de quien produce y quien consume, y que ello se concrete de manera sana, segura y soberana”, señalaron desde Soberanía Alimentaria Formoseña.

Una política de alto impacto

Solo en 2023 se realizaron 412 ediciones del programa y se abasteció sin intermediarios a la comunidad formoseña con 700 mil kilos de alimentos provistos por familias que forman parte del PAIPPA y 21 pymes provinciales productoras y comercializadoras de productos. Este canal de economía social generó un ingreso de 180 millones de pesos para los pequeños productores agropecuarios y las pymes que participan.

El programa S.A.F está compuesto por frutas, verduras, hortalizas, carnes, lácteos, cereales, harinas de maíz, pan, yerba mate, aceite de girasol, huevos, dulces, conservas, productos de limpieza y gas envasado en garrafas. Los rubros alimenticios generan una propuesta variada que, según la estacionalidad, rondan entre los 70 y 80 productos.

Para que el producto llegue directo del productor al consumidor, el gobierno provincial se encarga de la logística del traslado de los alimentos. Así, el recorrido realizado de los fletes, que son uno de los factores de distorsión de precios de los productos como es el costo del flete, superó los 70 mil kilómetros en 2023.

Pobreza y malnutrición

Según la Vía Campesina, la soberanía alimentaria es “el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo. Esto pone a aquellos que producen, distribuyen y consumen alimentos en el corazón de los sistemas y políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas (…) La Soberanía Alimentaria da prioridad a las economías locales y a los mercados locales y nacionales”.

Sin embargo, buena parte de los alimentos que se consumen en Argentina no son nutritivos, no son accesibles en términos económicos y no están producidos de forma ecológica. Según un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, el 31,4 por ciento de niños, niñas y adolescentes padeció inseguridad alimentaria total en 2022. Esto significa que tuvieron que reducir la dieta de alimentos por problemas económicos.

Otro documento del mismo Observatorio advierte que el porcentaje de personas en situación de pobreza alcanzó el 57,4 por ciento enero de 2024, la peor cifra en los últimos 20 años. El aumento de los precios de la canasta alimentaria ya se traduce en peores índices de inseguridad alimentaria, por lo que se espera que los números sean todavía más preocupantes.

Además de la falta de alimentación, el otro problema es la mala calidad de la comida que no aporta nutrientes, solo calorías y grasas. Según un informe de la ONU, Argentina ocupó el tercer puesto en los países con mayor prevalencia del sobrepeso en menores de cinco años en el período 2020-2022 con el 12,6 por ciento. A partir de 1970, con especial hincapié en la década del 90, la distribución de alimentos ultraprocesados y comida ‘chatarra’ creció de forma cada vez más rápida a nivel mundial. Los cambios en la dieta de las personas significó un aumento de las tasas de sobrepeso, obesidad y enfermedades no transmisibles. En este sentido, los niños son las primeras víctimas.


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Nicolás Retamar

Redactor. Docente y licenciado en Comunicación Social.