¿Por qué el exceso de residuos electrónicos causa uno de los mayores daños al planeta?
Estrategias para combatir la generación de esta basura, que registra un aumento del 82 por ciento en la última década. Un llamado a la acción para proteger la Tierra.
La rápida evolución de la tecnología transforma las vidas de maneras inimaginables. Sin embargo, este progreso también genera un problema creciente y preocupante: la basura electrónica. ¿Dónde terminan, por ejemplo, los teléfonos móviles que se vuelven viejos en cuestión de meses? ¿Qué sucede con las computadoras que ya no pueden mantenerse al día con las últimas actualizaciones? Estos residuos electrónicos representan un gran desafío para la sociedad y plantean preocupaciones tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
Según el cuarto Monitor Mundial de Residuos Electrónicos (GEM) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al que la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes tuvo acceso, la producción de estos desechos supera ampliamente los esfuerzos de reciclaje, con consecuencias devastadoras para el medio ambiente y la salud humana.
En 2022, se registró un récord histórico de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que representa un aumento del 82 por ciento desde 2010. Además, se prevé un aumento del 32 por ciento para 2030, lo que alcanzaría a los 82 millones de toneladas. Esto significa que cada año se generan 2.6 millones de toneladas adicionales de desechos electrónicos en todo el mundo.
La magnitud de esta situación es difícil de imaginar. Lo más alarmante es que menos del 23 por ciento de estos residuos se recogen y reciclan adecuadamente, lo que significa que se pierden recursos naturales recuperables por un valor de 62 mil millones de dólares.
El lado tóxico de la tecnología
Sumado a esto, los residuos electrónicos también implican un riesgo significativo para la salud humana. Estos desechos suelen contener aditivos tóxicos y sustancias peligrosas como el mercurio, que pueden dañar el cerebro humano y el sistema de coordinación. Además, el informe destaca que la tasa de reciclaje documentada podría disminuir aún más, alcanzando solo el 20 por ciento para 2030, debido al rápido crecimiento en la generación de desechos electrónicos en comparación con los esfuerzos de reciclaje.
¿Cuáles son los factores que contribuyen a este crecimiento descontrolado? El progreso tecnológico, el aumento del consumo, las limitadas opciones de reparación, los ciclos de vida más cortos de los productos y la creciente digitalización de la sociedad son algunos de los desafíos identificados. Además, la falta de infraestructura adecuada para la gestión de estos desechos agrava más el problema.
Hacia una economía circular
Sin embargo, no todo está perdido. El informe también ofrece una nota de esperanza. Se estima que si los países pudieran aumentar las tasas de recogida y reciclaje de residuos electrónicos al 60 por ciento para 2030, los beneficios superarían los costos en más de 38 mil millones de dólares. Esto ayudaría a mitigar los riesgos para la salud humana y el medio ambiente, y también tendría un impacto positivo en la economía global.
Además, el informe destaca la excesiva dependencia de unos pocos países para obtener elementos de tierras raras, cruciales para las tecnologías del futuro como la generación de energías renovables y la movilidad eléctrica. Esta dependencia plantea riesgos significativos en términos de seguridad y sostenibilidad a largo plazo.
Con todo, la gestión adecuada de los desechos electrónicos es un desafío global que requiere una acción coordinada a nivel mundial. Desde los gobiernos hasta las empresas y los consumidores, tienen un rol en la búsqueda de soluciones sostenibles para este problema creciente. Es hora de tomar medidas concretas y urgentes antes de que sea demasiado tarde.
