Agustina Lassi: “Los monopolios invierten en IA y se pueden llevar puesto al periodismo”

La docente e investigadora reflexiona sobre los dilemas éticos y los nuevos desafíos que enfrentan los profesionales de los medios.

Agustina Lassi
Créditos: Agustina Lassi

Por Ayelen B. Calcaterra*

“No creo que sea posible un periodismo sin periodistas, pero pienso que es posible un servicio informativo sin periodistas”, señala Agustina Lassi, que observa con ojo clínico un rubro amenazado por el avance de la Inteligencia Artificial y la dictadura del algoritmo. Esta investigadora enseña periodismo en las universidades nacionales de La Matanza, Arturo Jauretche y Guillermo Brown. En esta entrevista, comparte apenas un fragmento de todo lo que sabe sobre el universo de las plataformas digitales, los debates político-sociales y el aprendizaje automático.

-En algunos medios de comunicación se menciona que la IA llegó para quedarse. ¿Realmente es tan así?

-Primero me gustaría definirla.

-Adelante.

-La IA es una metatecnología que asiste y amplía las posibilidades de otras tecnologías. Es cualquier proceso que está intervenido y automatizado a través del uso de algoritmos y datos.

-Bajo esta premisa, ¿cuándo comenzó el periodismo a interactuar con la IA?

-No es nueva en las redacciones, aunque se profundizó muchísimo en este último año ya que se incrementó la cantidad de páginas webs que publican noticias generadas exclusivamente por IA sin intervención humana. Se utiliza desde hace unos diez o quince años en la actividad periodística.

-¿En qué actividades está presente?

-Básicamente, en el uso de cualquier esquema automatizado para la producción de información. Está presente en herramientas como los lectores de noticias a voz hasta la aplicación UalterAI que lanzó Clarín, que resume la información en 20 palabras o genera los highlights de la información. En las redacciones, algunos de los usos más comunes de la IA están vinculados al chequeo de información (fact checking) o a la creación de imágenes.

-En su artículo sobre las implicancias éticas de la IA, menciona que los algoritmos cambiaron la creación, distribución y recepción de las noticias, ¿a qué se debe este proceso?

-Por un lado, se debe a la capacidad de procesamiento de información de los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM, por sus siglas en inglés), que tienen una capacidad de procesamiento infinitamente superior a la humana. Por otro lado, los grandes monopolios buscan que la producción de noticias sea más rentable y encontraron en la IA la posibilidad de optimizar el tiempo humano en actividades vinculadas a la edición del material ya producido.

-¿Hay una redefinición de la actividad periodística en torno a la automatización y a la Inteligencia Artificial Generativa (AGI)?

-Los procesos de automatización no ocurren nada más en las redacciones, están sucediendo a nivel financiero, en salud y educación. Hay una redefinición que tiene que ver con muchos de los fenómenos que estamos viviendo, los streamings personalizados para públicos específicos, pero también se está desarrollando una contracultura donde hay una vuelta a un periodismo más rudimentario, más de bases.

-¿Es posible un periodismo sin periodistas?

-No creo que sea posible un periodismo sin periodistas, pero pienso que es posible un servicio informativo sin periodistas. El periodismo es un oficio, sin embargo, está a la vista la publicación de noticias de tipo RSS (a las que se puede acceder sin necesidad de abrir el navegador de Internet) y los servicios de información automatizados, que muchas veces no pasan por seres humanos. La verdad es que los grandes monopolios están invirtiendo muchísimo en infraestructura para hacerse de herramientas de IA que se pueden llevar puesta a la actividad periodística.

¿Considera que la IA condiciona o complementa al quehacer periodístico?

-Debería complementarlo, pero no está sucediendo. Gran parte de las instituciones periodísticas del mundo condicionan estratégicamente al quehacer periodístico, por ejemplo, al titular una nota. Hasta hace 15 años el título debía cumplir con una función informativa, con dar en él alguna pista de lo que sucede. Pero hoy los titulares se arman en torno a las palabras claves de búsqueda del algoritmo indexador de Google. Se condiciona la actividad periodística para obtener más clics, se titula con clickbaits, que le baja la calidad al diseño y al estilo periodístico.

-¿Cuáles serán los desafíos que tiene por delante un comunicador en torno al tratamiento de contenidos periodísticos?

-El primero de todos es la responsabilidad editorial y el fact checking, el verificar la información y el aprender a identificar noticias falsas. Los periodistas deben estar más enfocados que nunca en el compromiso con la búsqueda de contenidos genuinos, de primera mano. De todo lo demás se va a encargar la automatización. Es lo único que podemos hacer hoy, comprometernos con la ética periodística porque los valores de la prensa fueron cambiando con los años y, hoy en día, la velocidad y la viralización se imponen en la sociedad, en una generación que consume información compulsivamente. El desafío está en brindar información de calidad y utilizar aquellas funciones de la IA que le son útiles al periodismo.

-Por último, ¿qué proyecta que podría suceder en los próximos años?

-Hay una posibilidad enorme de resignificar el rol del periodista como comunicador social y su compromiso con la sociedad. La ciudadanía debe ocupar un rol más activo en cuanto al aprendizaje de cómo utilizar una IA para comprender sus alcances y limitaciones. La decisión de utilizarla de la mejor manera posible está en todos, con límites a la concentración monopólica a tiempo.


*Estudiante de Taller de Periodismo Científico y Comunicación de las Ciencias (2024), Licenciatura en Comunicación Social, Universidad Nacional de Quilmes.

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